El espejismo de R¨ªo Narcea Gold Mines

R¨ªo Narcea Gold Mines lleg¨® a Asturias en 1994 con grandes expectativas. Por primera vez desde tiempos de los romanos, y descontando algunas tentativas fallidas a mediados del siglo pasado, se iba a extraer industrialmente oro del Principado. La multinacional canadiense, una firma reconocida en el sector, desembarc¨® con fuerza, acaparando espacio period¨ªstico en prensa, radio y televisi¨®n. Ahora, la aventura toca a su fin... y las alabanzas se han tornado en cr¨ªticas.

A primeros de a?o cesar¨¢ la explotaci¨®n subterr¨¢nea de sus dos yacimientos aur¨ªferos: Belmonte y Salas, y se ha aprobado el Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE) para 160 trabajadores. Al tiempo, a la empresa han llegado ofertas -la m¨¢s firme corresponde a una compa?¨ªa turca- por sus dos instalaciones. Y mientras esto sucede, las asociaciones ecologistas critican la negativa repercusi¨®n medioambiental que, a su juicio, ha tenido su actividad en la zona.

La explotaci¨®n ha llegado al final de su capacidad de extracci¨®n -conforme a algunas fuentes- debido a la mala calidad de las rocas a las que est¨¢ asociado el oro. Aunque, seg¨²n coment¨® en su d¨ªa el comit¨¦ de empresa de la mina, las condiciones del mineral son "las mismas que exist¨ªan cuando la compa?¨ªa realiz¨® los estudios de viabilidad pertinentes". Parad¨®jicamente, hace s¨®lo dos a?os se preve¨ªa un aumento de la producci¨®n del 25% y ahora extraer el mineral ya no es rentable.

Para complicar m¨¢s la situaci¨®n, R¨ªo Narcea reclama al Principado (o sea, a las arcas p¨²blicas) unos cien millones de euros por no permitirles abrir una nueva mina a cielo abierto en la zona de Salave (Tapia de Casariego), a la que "se han opuesto todos los tapiegos", dice Julio Barea, portavoz de Greenpeace. En esta ¨¢rea, la firma canadiense ten¨ªa aprobada la concesi¨®n de la explotaci¨®n -incluso se hab¨ªa expropiado alg¨²n terreno para tal fin- y se estimaba en 50 toneladas de oro su capacidad aur¨ªfera.

Otro asunto pendiente es la balsa donde se han ido acumulando los vertidos procedentes de la actividad minera. "Actualmente, en ella se almacenan 4.000.000 de toneladas de material muy contaminante, como cianuro", denuncia Javier Barea. Esta versi¨®n es rebatida por la empresa, que afirma que los vertidos son inocuos. La compa?¨ªa, eso s¨ª, anuncia que tiene la intenci¨®n de continuar con sus prospecciones de este precioso metal en Extremadura.