Zacharias retoma las riendas del Festival Mozart de la OBC

El pianista y director de orquesta alem¨¢n Christian Zacharias vuelve a tomar las riendas del Festival Mozart que, tradicionalmente, abre la nueva temporada de conciertos de la Orquestra Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC). Tras un a?o de ausencia -en la pasada edici¨®n fue sustituido por el violinista Thomas Zehetmair en la direcci¨®n art¨ªstica del festival-, Zacharias regresa con ilusi¨®n y energ¨ªas renovadas, y lo hace, adem¨¢s, con unas cuantas partituras del ruso ?gor Stravinski -todo un cl¨¢sico del siglo XX- como feliz compa?ero de viaje de Wolfgang Amadeus Mozart. La programaci¨®n ofrece hasta el pr¨®ximo 1 de octubre tres conciertos sinf¨®nicos y uno de c¨¢mara, el ¨²ltimo que los responsables del Auditori programan en la sala sinf¨®nica, ya que la nueva sala de c¨¢mara, que se inaugurar¨¢ el 9 de octubre, acoger¨¢ toda la oferta camer¨ªstica de producci¨®n propia.

Una pieza del periodo neocl¨¢sico de Stravinski, Apollon Musag¨¨te, creada en 1928 para los Ballets Rusos de Sergu¨¦i Diaguilev y destinada despu¨¦s a las salas de conciertos, abri¨® anteayer la primera velada sinf¨®nica. Zacharias subray¨® la austeridad de la partitura con una direcci¨®n precisa, limpia, empe?ada en mostrar las sutilezas de una escritura de endiablada perfecci¨®n. Tras las vacaciones estivales, los m¨²sicos de la Simf¨°nica de Barcelona se mostraron algo lentos de reflejos en una obra que, en su aparente simplicidad, exige a la ajustada plantilla orquestal altas dosis de virtuosismo y transparencia sonora.

Con Zacharias ya en su doble condici¨®n de pianista y director, la temperatura del concierto subi¨® espectacularmente con una versi¨®n del Concierto para piano n¨²m. 23 en la mayor, K. 488, serena y exquisita, sin a?adidos rom¨¢nticos pero con suficiente aliento dram¨¢tico en el conmovedor adagio. Un Mozart de gran pureza l¨ªrica, contrastes dram¨¢ticos bien perfilados y jugosos di¨¢logos entre maderas y cuerdas que los solistas del conjunto resolvieron con brillantez. Una ¨¢gil y contrastada versi¨®n de la c¨¦lebre Sinfon¨ªa n¨²m. 41 en do mayor, K. 551, de irresistible vitalidad r¨ªtmica, cerr¨® con ¨¦xito la primera cita del festival.