Un ni?o entre profesionales
Nicol¨¢s Mill¨¢n, del Colo Colo, debuta con 14 a?os en la Primera chilena
Ocurri¨® hace dos semanas. Soplaba y resoplaba pero no se sacud¨ªa los nervios de encima. Poco le ayud¨® que a la salida del t¨²nel de vestuarios le esperara Carlos Caszely -ex jugador del Levante y del Espanyol, entre otros- para animarle, para decirle que ¨¦l pas¨® por la misma experiencia a?os atr¨¢s. "Estoy asustado, soy muy chico", coment¨® el d¨ªa anterior a la prensa. Pero todo cambi¨® cuando el t¨¦cnico del Colo Colo chileno, Claudio Borghi, le orden¨® calentar en la banda. Nicol¨¢s Mill¨¢n (Santiago de Chile, 1991), entonces, no pod¨ªa esconder la sonrisa; los 14.000 aficionados rivales le aplaud¨ªan a rabiar a cada gesto, a cada saludo. Era la estrella del partido y a¨²n no hab¨ªa saltado al campo. Su equipo perd¨ªa por 1 a 0 contra el Santiago Wanderers y faltaban 11 minutos.
Su lanzamiento a la fama ha llevado a su equipo a protegerlo con guardaespaldas del acoso medi¨¢tico
"Poh, ven ac¨¢ y juega de delantero como sabes", le dijo Borghi. Y Nico, en la primera pelota que agarr¨®, trat¨® de hacer un ca?o al rival. Fall¨®. El ariete, que tiene un contrato de juvenil, pis¨® el c¨¦sped del Estadio Playa Ancha del puerto de Valpara¨ªso como profesional con 14 a?os, nueve meses y tres semanas, todo un r¨¦cord en los 73 a?os de historia de la Liga de f¨²tbol chilena. Super¨® a los ni?os precoces Rodolfo Moya (15 a?os, cuatro meses y 21 d¨ªas) y Frank Lobos (15 a?os y cinco meses).
Una semana antes, son¨® el tel¨¦fono en casa de Nico, situada en la barriada de San Joaqu¨ªn. Era Borghi, que hab¨ªa castigado a Rodrigo Tapia por no acudir a un entrenamiento y que le daba una oportunidad para suplirle.
El chico se apresur¨® en pedirles a los padres, V¨ªctor y Roxana, que firmaran los permisos para faltar a clase -estudia segundo de ESO-. "Le pego al estudio, pero me gusta m¨¢s el bal¨®n", explica Nico. Pero a punto estuvo de no volver a jugar cuando, hace dos meses, se desmay¨® en un entrenamiento. "Estuve inconsciente un minuto", relata el fornido chaval; "Me hicieron unas pruebas m¨¦dicas y me detectaron coraz¨®n de atleta (mide dos cent¨ªmetros m¨¢s de lo normal)". Pero los m¨¦dicos, tras una prueba de esfuerzo y un electrocardiograma, le dejaron volver a jugar al f¨²tbol. "Es que para jugar en el Colo Colo hay que tener el coraz¨®n muy grande...", bromea.
Nico est¨¢ viviendo unos d¨ªas muy ajetreados. No s¨®lo ha sido portada en los diarios chilenos, sino que ha acudido a varios programas de televisi¨®n. Todo esto no le hace mucha gracia al Colo Colo, que considera perjudicial su vertiginoso lanzamiento a la fama y que le ha restringido las apariciones en los medios. "Mis padres y la psic¨®loga del club me recomendaron lo mismo", apostilla. Del mismo modo, despu¨¦s de un partido, varios guardaespaldas lo protegen de los micros.
Todo lo contrario que hace tres a?os, cuando el Colo Colo le rechaz¨® el ingreso al club. "Despu¨¦s de eso prob¨¦ en el Marcelino Espina pero tambi¨¦n me echaron", cuenta Nico, "era una entrenadora que s¨®lo me hizo trotar. Luego, cuando ya iba a firmar por la Serena, el Colo Colo volvi¨® a llamarme y acept¨¦".
Ahora, Nico juega en el Sub-17 del club chileno y ha marcado tres goles en los tres ¨²ltimos partidos. Borghi ya ha anunciado que le dar¨¢ m¨¢s minutos con el primer equipo. "En 10 minutos contra el Wanderers toc¨® la pelota cuatro veces y fall¨® una ocasi¨®n de gol. En general hizo cosas interesantes", advierte el t¨¦cnico. Y Nico, admirador de Cristiano Ronaldo el jugador portugu¨¦s del Manchester United, recoge el guante: "Quiero jugar m¨¢s minutos con el primer equipo. Ya no me asusta".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.