Saviola, de soluci¨®n a problema
El Bar?a observa con perplejidad c¨®mo Rijkaard vuelve a alinear al delantero argentino despu¨¦s de haberlo puesto en venta por indicaci¨®n del propio t¨¦cnico
Despu¨¦s de 864 d¨ªas, Javier Saviola volvi¨® a jugar con el Bar?a. Frank Rijkaard recurri¨® a ¨¦l para desatascar el cl¨¢sico contra el Valencia y el Camp Nou le dedic¨® al delantero bonaerense una sonora ovaci¨®n. "No olvidar¨¦ nunca ese momento, me llevar¨¦ siempre conmigo su afecto. Nunca hab¨ªa tenido sensaciones como ¨¦stas en un campo de f¨²tbol", confes¨® ayer Saviola, todav¨ªa emocionado. Rijkaard recurri¨® al delantero con el que hace s¨®lo dos meses no contaba y gener¨® un problema: con Gudjhonsen y Giuly en el banquillo, el entrenador holand¨¦s sorprendi¨® incluso a sus propios colaboradores dando minutos al conejo, que ni siquiera hab¨ªa sido convocado hasta que lleg¨® el partido ante el Valencia. "Pudo haber algo de psicol¨®gico en su decisi¨®n, pero fue sobre todo futbol¨ªstica. Busc¨¢bamos remate", aclar¨® uno de los ayudantes de Rijkaard, Eusebio Sacrist¨¢n, ahondando en la explicaci¨®n que hab¨ªa ofrecido el entrenador holand¨¦s tras el partido: "Necesit¨¢bamos gol". "Los jugadores se ganan las oportunidades y los minutos por su trabajo", a?adi¨® Eusebio en declaraciones a RAC-1.
Hombre tan querido por la afici¨®n como costoso de mantener en el plantel por sus alt¨ªsimos emolumentos -tres millones de euros netros por temporada-, a Saviola le abri¨® Rijkaard la puerta de salida el verano de 2002 tras 34 partidos y 14 goles. A Sandro Rosell, entonces vicepresidente deportivo del club, y a Txiki Begiristain, director deportivo, se les abri¨® el cielo al ver que su idea coincid¨ªa con la del t¨¦cnico. Seguramente, los dos, ahora separados, fueron los primeros sorprendidos al ver a Saviola el domingo sobre el campo, por cuanto si sigue en el equipo es s¨®lo por su empecinamiento en cumplir el a?o de contrato que le resta y contra la voluntad de la junta y del propio entrenador.
La historia del conejo en el Bar?a es larga y llena de complicaciones. A los dos d¨ªas de empezar su primera temporada, en julio de 2001, falleci¨® su padre. Siempre cari?osa, la afici¨®n le acun¨®. Su tir¨®n entre los socios permiti¨® comercializar su biograf¨ªa y hasta conejos de peluche con su nombre. Saviola, a las ¨®rdenes de Rexach, jug¨® en su primer a?o 36 partidos y marc¨® 17 goles. La campa?a siguiente, que empez¨® Van Gaal y termin¨® Antic en el banquillo, logr¨® 13 tantos y jug¨® 36 encuentros. Mientras, pas¨® por los juzgados de Rub¨ª (Barcelona) por una denuncia de intermediarios argentinos que le reclamaban una comisi¨®n por su traspaso del River Plate al Bar?a. Luego acept¨® dos cesiones seguidas, al M¨®naco y al Sevilla, consciente de que no contaba en los planes de Rijkaard. Empe?ado en cumplir su ¨²ltimo a?o de contrato con el Bar?a, Saviola decidi¨® quedarse pese a saber que la opini¨®n de Rijkaard no hab¨ªa variado. "Con ¨¦l siempre nos hemos dicho las cosas a la cara. Sabe lo que pienso y c¨®mo juego, lo que le puedo dar o no. Nunca he tenido problemas con ¨¦l", asegur¨® Saviola, que horas despu¨¦s de reaparecer con el Bar?a vio c¨®mo el t¨¦cnico le dej¨® fuera de la convocatoria para el partido de ma?ana en Bremen, de la Liga de Campeones. "S¨¦ que la competitividad es grande. Cuando no voy convocado, Rijkaard siempre tiene una palabra de aliento para seguir trabajando. Yo me siento uno m¨¢s del equipo", dijo.
"Los jugadores nos alegramos mucho por ¨¦l al verle otra vez en el campo", asegura Van Bronkhorst. "Tengo un apoyo muy grande del vestuario y me siento muy c¨®modo", dijo el argentino, que parece haberse salido con la suya. "Cuando tom¨¦ la decisi¨®n de seguir mi reto era tener minutos y ser ¨²til al equipo. Ahora, mantengo la misma posici¨®n", cuenta. La cuesti¨®n es que ahora parece que Saviola le ha ganado el pulso al Bar?a, que por indicaci¨®n de Rijkaard lo puso en el mercado. El delantero se neg¨® a marcharse y ahora hasta juega. Buscando una soluci¨®n, Rijkaard ha creado un problema.
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