Un ciudadano empecinado en averiguar la verdad

Manuel Borraz es ingeniero. Comenz¨® a leer en los peri¨®dicos el caso de Tommouhi y Mounib en 1997, cuando se comprob¨® que, en al menos una de las condenas por violaci¨®n y robo, el culpable hab¨ªa sido el espa?ol Antonio Garc¨ªa Carbonell. Los peri¨®dicos olvidaron el caso, pero Borraz no. Quer¨ªa saber qu¨¦ hab¨ªa pasado con aquellos dos marroqu¨ªes encarcelados. En 2001, escribi¨® a varios peri¨®dicos para saber c¨®mo iba el tema. Pura curiosidad ciudadana.

Entonces, empez¨® a investigar por su cuenta. Quer¨ªa saber m¨¢s. Mont¨® una web sobre el caso (www.geocities.com/ eva_bobrow/Tommouhi.html). "La idea era juntar todo lo que se hab¨ªa publicado", explicaba en una cafeter¨ªa de Barcelona. La web logr¨® que otros ciudadanos se interesaran por buscar la verdad.

Manuel Borraz habla bajito y despacio. No busca notoriedad. Tiene una humildad inaudita y dice saber mucho menos del caso de lo que en realidad sabe. Una vez que se meti¨® de lleno en ¨¦l, descubri¨® las irregularidades que han inundado las investigaciones y los procedimientos sobre las violaciones por las que se conden¨® a Tommouhi y a Mounib. Ha le¨ªdo todos los sumarios. Y ha averiguado que en las noches de 1991 en las que se cometieron algunas violaciones, hab¨ªa luna nueva. Es decir, que no hab¨ªa luz, por lo que resulta a¨²n m¨¢s dudoso que en parajes apartados y sin farolas pudieran las v¨ªctimas ver las caras de sus agresores.

El pasado mayo puso sobre la mesa del fiscal jefe del Tribunal Superior de Catalu?a una "solicitud urgente" para revisar una de las condenas de Tommouhi, la del caso Cornell¨¤, en el que s¨ª hubo restos de sangre y semen que exculpaban al acusado y que no fueron tenidos en cuenta por el tribunal sentenciador, la Audiencia de Barcelona. Ped¨ªa que se localizaran esos restos y se cotejaran con los de Antonio Garc¨ªa Carbonell. Le respondieron que el fiscal no es competente para hacerlo. ?l sigue con su empe?o ciudadano.