Temor a la avalancha del Este
Varios pa¨ªses de la UE esperan una llegada masiva de trabajadores de Rumania y Bulgaria tras la nueva ampliaci¨®n el 1 de enero
Junto a una peque?a iglesia de Brasov, en el centro de Rumania, un min¨²sculo museo guarda, hermosos tesoros de la cultura nacional. Entre los libros se muestra una enciclopedia del siglo XIX que se abre con referencias a las ra¨ªces romanas del pa¨ªs. All¨ª aparece Trajano, nacido en It¨¢lica, y vencedor de los dacios, que dio a aquellos b¨¢rbaros la lengua de Roma y con ello les convirti¨® en una isla cultural en el mundo eslavo. En las mismas l¨ªneas de apertura de la enciclopedia, Espa?a es definida como uno de los grandes pa¨ªses del mundo. No debe extra?ar que los rumanos, con una lengua prima de la de Cervantes y con una querencia hist¨®rica por Espa?a aprendida desde ni?os, tengan a nuestro pa¨ªs como un destino ideal.
S¨®lo Italia supera a Espa?a como destino ideal de los emigrantes rumanos, por 29 puntos frente a 22, muy por delante ambas de Alemania (13%) y Hungr¨ªa (6%). Hay otros destinos muy codiciados, con Estados Unidos y Canad¨¢ como tierras de promisi¨®n, aunque los rumanos m¨¢s cualificados piensan tambi¨¦n que un futuro mejor les aguarda en las islas brit¨¢nicas.
A primera hora de una ma?ana cualquiera, decenas de rumanos con documentos pulcramente ordenados en carpetas se concentraban ante el consulado brit¨¢nico de Bucarest a la espera de recibir el n¨²mero que les permitiera presentar su solicitud de permiso para cruzar legalmente el Canal de la Mancha. "Gente con niveles educativos m¨¢s altos, podr¨ªa ir a Reino Unido, pero no creo que sean muchos", explicaba ayer en el diario Financial Times el primer ministro rumano, Calin Popescu-Taricenau, en un intento de tranquilizar a los brit¨¢nicos sobre una nueva invasi¨®n de emigrantes cuando el 1 de enero se abran las puertas de la Uni¨®n a Bulgaria y Rumania.
Los brit¨¢nicos, al igual que irlandeses y suecos, optaron por no poner limitaciones a la llegada de emigrantes de los 10 pa¨ªses que ingresaron en la Uni¨®n en mayo de 2004 y hace unos d¨ªas una londinense hablaba por experiencia personal. "Londres no es lo que era. Est¨¢ llena de polacos. Hay que irse al campo para ver ingleses". Alrededor de 200.000 polacos habitan en la capital brit¨¢nica, seg¨²n dice un ejecutivo polaco de Varsovia, que pas¨® unos d¨ªas de vacaciones en Londres: "Por todos los lados o¨ªamos hablar en polaco".
El 53% de los europeos asocian a la Uni¨®n con el derecho a viajar y moverse libremente entre los distintos pa¨ªses, un deseo que no se convierte autom¨¢ticamente en realidad. Es quiz¨¢ esa posibilidad lo que hace que la apertura de fronteras y la llegada de nuevos miembros sea vista como una amenaza. Seg¨²n el ¨²ltimo Eurobar¨®metro ha ca¨ªdo cuatro puntos, hasta el 45% el n¨²mero de europeos que acepta nuevas ampliaciones, frente al 42% que les rechaza, tres puntos m¨¢s que en oto?o del a?o pasado. La Europa de los Quince teme verse arrollada por un aluvi¨®n de emigrantes pobres procedentes del Este del continente. Es una impresi¨®n que no corroboran los hechos. S¨®lo el 0,2% de la poblaci¨®n de los Quince procede de los Diez, seg¨²n los datos recogidos en un estudio realizado por el Servicio de Acci¨®n del Ciudadano Europeo, una entidad independiente radicada en Bruselas dedicada a la promoci¨®n de los derechos ciudadanos en la Uni¨®n.
En ?Qui¨¦n teme todav¨ªa la ampliaci¨®n de la UE?, el informe se?ala que son Alemania y Austria los pa¨ªses m¨¢s recelosos, dispuestos a mantener impermeabilizadas sus fronteras hasta el tope legal de 2011. Espa?a es unos de los cinco pa¨ªses que las ha abierto tras dos a?os de esperar a ver c¨®mo se desarrollaba la vertiente migratoria de la ampliaci¨®n. Siguen Madrid y las otras cuatro capitales (Lisboa, Helsinki, Atenas y Roma) el ejemplo de los tres aperturistas de primera hora, mientras otros cinco tantean mediadas flexibilizadoras.
Cada pa¨ªs tiene distintos atractivos y la experiencia de los tres pioneros muestra que Suecia, con menos de 9.000 emigrantes, no es destino favorito de los emigrantes legales europeos, atra¨ªdos como un im¨¢n (unos 450.000) por el Reino Unido. De esos datos colige el informe que no debe establecerse una relaci¨®n directa entre apertura de fronteras e inmigraci¨®n. Los emigrantes, adem¨¢s, cubren huecos en el sistema productivo (s¨®lo el 1% de las empresas irlandesas lamenta en 2006 falta de mano de obra en, frente al 10% que la sufr¨ªa en el a?o 2000) y muchas veces est¨¢n contratados para trabajos de temporada. Una fuente espa?ola de Bucarest se?ala c¨®mo para la recogida de la fresa en Huelva, los productores prefieren mujeres rumanas a los hombres marroqu¨ªes de anta?o. "Las mujeres son m¨¢s cuidadosas y no piensan en quedarse, porque dejan aqu¨ª a su familia y quieren volver a casa".
La puerta se cierra
Bulgaria y Rumania recibir¨¢n hoy el aval definitivo de la Comisi¨®n Europea para entrar en la Uni¨®n el 1 de enero. Tras ellos, las puertas comunitarias se cerrar¨¢n por tiempo indefinido a nuevos aspirantes. "No estamos en condiciones de integrar a m¨¢s Estados sin una reforma institucional previa", dijo ayer el presidente del Ejecutivo comunitario, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, para explicar el cerrojazo. "Totalmente de acuerdo", le secund¨® el primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, de visita oficial en Bruselas.
La maquinaria comunitaria se ha convertido en un mecanismo poco pr¨¢ctico y dif¨ªcilmente manejable, que exige, por ejemplo y como establece el vigente Tratado de Niza, que cada pa¨ªs tenga un comisario. Ello supone que los dos nuevos miembros aportar¨¢n sendos comisarios a una Comisi¨®n que con 25 ya tiene demasiados. "Ser¨¢ el momento de hacer la revisi¨®n de las instituciones", adelant¨® Barroso. "No se puede ampliar eternamente sin tener la cuesti¨®n institucional aclarada".
Croacia y Turqu¨ªa, que abrieron hace un a?o negociaciones para la adhesi¨®n, ser¨¢n los paganos de las nuevas circunstancias.
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