'Conversaciones' con mucho calado
Acaba de aparecer Joaqu¨ªn Maldonado Almenar. Conversaciones, un libro de corte biogr¨¢fico sobre este extraordinario personaje que acaba de cumplir los 99 a?os y que, adem¨¢s de participar activamente en los momentos m¨¢s convulsos de nuestra historia reciente -desde y en el llamado alzamiento nacional en Valencia-, ha sido durante las ¨²ltimas seis d¨¦cadas en nuestra ciudad un referente c¨ªvico, profesional y motor de un asombroso n¨²mero de iniciativas sociales y pol¨ªticas de signo democr¨¢tico.
Como nota previa a cualquier otro comentario, hay que dejar constancia de la gratitud que merece el titular de la obra por la evocaci¨®n de unos episodios que su testimonio -en ocasiones ¨²nico-, lucidez y serena perspectiva han enriquecido e incluso esclarecido. Un reconocimiento extensivo al interlocutor y cronista de estas evocaciones y cuitas, que ha sido su nieto Alfonso, notario de profesi¨®n, pero aplicado historiador para el caso, cuya labor ser¨¢ muy valiosa para releer nuestro pasado m¨¢s pr¨®ximo, como anota el profesor Vicent Comes, prologuista de la obra y estudioso de esos tiempos y de sus principales agonistas, como el dirigente democristiano Luis Lucia y su entorno pol¨ªtico, en cuyo seno se molde¨® el biografiado. La Bolsa de Valencia, a la que tanto contribuy¨® don Joaqu¨ªn -?c¨®mo apearle de un tratamiento que es casi institucional, sin merma de la cordialidad que inspira?-, la familia Maldonado y Carlos Pascual de Miguel deben ser asimismo citados por el plausible patrocinio y aliento de esta iniciativa editorial.
Hemos hablado de un texto de corte biogr¨¢fico porque, en realidad, solo responde parcialmente a este g¨¦nero, ya que se ci?e a dar cuenta de la dimensi¨®n p¨²blica del biografiado, que es vasta y arranca desde sus a?os de universitario como activista cat¨®lico. En este sentido, la recordaci¨®n constituye un documento acreditado de ciertos avatares cruciales de la rebeli¨®n franquista en Valencia, pero mucho m¨¢s de la ingente actividad c¨ªvica y profesional desplegada por don Joaqu¨ªn desde que, ya en el a?o 1940, cort¨® amarras con el r¨¦gimen y colm¨® esa t¨¢cita, tensa y creciente distancia mediante un asombroso repertorio de iniciativas gen¨¦ricamente orientadas a la modernizaci¨®n y abono democr¨¢tico de esta sociedad con la que siempre se sinti¨® comprometido, o tal es una de las conclusiones que se desprende de las p¨¢ginas que glosamos, as¨ª como del tambi¨¦n reciente libro homenaje -Un patrici valenci¨¤-, promovido por la revista Sa¨®, cuya cita viene a mano.
Se trata, en fin, de la historia de un hombre de fe que transita por la vida en un incesante ejercicio de projimidad. Nuestro hombre, por cierto, no obstante los muchos t¨ªtulos y justos honores que podr¨ªa aducir, en determinado momento de sus rememoraciones confiesa ser ¨²nicamente un propagandista cat¨®lico, en la estela ideol¨®gica del infortunado dirigente pol¨ªtico antes citado y del cardenal ?ngel Herrera. Ya se comprende que, con tales convicciones, eluda a lo largo de los di¨¢logos cualquier juicio personal descalificativo o aspectos conflictivos de su itinerario biogr¨¢fico, como pudieran haber sido sus opiniones acerca de la derecha conservadora valenciana de posguerra, contemplada, siquiera fuere circunstancialmente, con la ¨®ptica pol¨ªtica y social de formaciones con vocaci¨®n centrista, como UDPV -partido dem¨®crata cristiano que contribuy¨® a refundar en 1975- o claramente de izquierdas y nacionalistas a las que no dud¨® en amparar con su prestigio y, en algunos trances, con su palabra. O sea, desde la ¨®ptica de los perdedores, lo que no se comprendi¨®, o simplemente se reproch¨® por parte de quienes, no sin exageraci¨®n, podemos describir como burgues¨ªa capitalina valenciana.
Y ya en el umbral del centenario y en sinton¨ªa con esta edici¨®n ser¨ªa todo un detalle del Ayuntamiento de Valencia colocar una l¨¢pida en el n¨²mero 12 de la calle Palomino, en el barrio del Carmen, donde naci¨® quien es Hijo Predilecto y Medalla de Oro de la ciudad. Que Dios guarde muchos a?os a la alcaldesa, pues esta instancia la firmamos miles y miles de vecinos.
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