Un 'tsunami' a c¨¢mara lenta
El nivel del mar ha comenzado a subir por el deshielo de los glaciares del ?rtico
El glaciar Helheim parece que no se mueve. El hielo, retorcido, quebrado, deslumbrante, blanco con un toque azulado, forma un r¨ªo descomunal de m¨¢s de cinco kil¨®metros de ancho. El glaciar, el segundo m¨¢s grande de Groenlandia, tiene decenas de miles de a?os y a simple vista parece inm¨®vil. Y sin embargo, se mueve.
"Este glaciar va tres veces m¨¢s r¨¢pido que hace 40 a?os y cada a?o avanza seis kil¨®metros. Vierte al mar cada a?o 12 kil¨®metros c¨²bicos de agua", explica en la cima el noruego Ola M. Johannssen, uno de los cient¨ªficos que mejor conoce Groenlandia. El viaje en helic¨®ptero, la ¨²nica forma de llegar al lugar, es un lujo. Muy poca gente ha estado aqu¨ª. La vista es tan impresionante como los datos: 12 kil¨®metros c¨²bicos equivalen a 12 trasvases del Ebro o 12.000 estadios de f¨²tbol vertidos directamente a la bah¨ªa de Kulusuk. Como ¨¦ste, centenares de glaciares vierten actualmente su hielo al ?rtico despu¨¦s de centenares de a?os de estabilidad.
Como saben los esquimales, Groenlandia se derrite, y hay pocas cosas m¨¢s preocupantes: si se fundiera toda la masa helada, el nivel del mar subir¨ªa 7,3 metros
La temperatura en la Tierra es la mayor de los ¨²ltimos 12.000 a?os, seg¨²n un estudio de la NASA. Un grado m¨¢s y el clima puede cambiar irreversiblemente
Los esquimales empiezan a sacrificar los perros que tiraban de sus trineos en invierno. No los necesitan porque la temporada cada vez es m¨¢s corta
"La pasada Navidad empez¨® a llover. Era inaudito", explica, junto a la piel de un oso polar, un cazador que se descarga m¨²sica 'country' por Internet
"El poblador del ?rtico es testigo del calentamiento, pero no v¨ªctima. Las consecuencias se ver¨¢n en Espa?a", afirma la jefa europea de Medio Ambiente
"Los habitantes de Groenlandia son los testigos del cambio clim¨¢tico. Nosotros somos las v¨ªctimas. Las consecuencias se ver¨¢n en Espa?a y Holanda"
El 15 de julio de 2005, la temperatura alcanz¨® su m¨¢ximo hist¨®rico: 25,3 grados. Los habitantes de Tasiilaq se asfixiaban y caminaban a la sombra
Como saben los esquimales,Groenlandia ha comenzado a fundirse y hay pocas cosas m¨¢s preocupantes: si se fundiera toda la masa helada, el mar subir¨ªa 7,3 metros. Groenlandia es un tsunami a c¨¢mara lenta.
Groenlandia es tierra de focas, de osos polares y de inuits (no les gusta que les llamen esquimales) que pescan focas y osos polares. A veces hay tambi¨¦n noruegos temerarios que cruzan el casquete helado s¨®lo por cruzar el casquete helado y sumarse a la lista de noruegos temerarios que cruzaron el casquete helado.
Pero Groenlandia es, sobre todo, tierra de hielo. Erik el Rojo lleg¨® all¨ª en 892. Volvi¨® a Europa y para reclutar marinos para nuevas expediciones describi¨® la isla como un vergel. De ah¨ª su nombre: Gr?nland, que quiere decir tierra verde. El Rojo ment¨ªa.
Groenlandia, la mayor isla del planeta despu¨¦s de Australia, tiene 2.175 millones de kil¨®metros cuadrados cubiertos de hielo, m¨¢s de cuatro veces Espa?a. S¨®lo en la costa puede vivir alguien: 55.000 personas en peque?os asentamientos.
Hay hielo y siempre lo ha habido. El problema, como explica la directora de la Agencia Europea de Medio Ambiente, Jacqueline McGlade, es que "en las ¨²ltimas d¨¦cadas el deshielo se ha acelerado de forma espectacular, algo que coincide con las previsiones de los cient¨ªficos sobre el cambio clim¨¢tico y el calentamiento del planeta".
Helheim avanza, como saben todos los habitantes de Tasiilaq. Como lo sabe Soren Basbol, un dan¨¦s de 50 a?os que lleg¨® a Tasiilaq hace 30 a?os a trabajar para el instituto dan¨¦s de meteorolog¨ªa. Desde entonces, cada d¨ªa lanza un globo meteorol¨®gico y anota los cambios que observa en un peque?o cuaderno. "Ahora puedes sacar tu barco dos meses antes que hace diez a?os y la gente deja los trineos antes porque el hielo desaparece antes. Eso se ve a simple vista. Adem¨¢s, cada vez hay m¨¢s insectos y aparecen antes", explica, mientras se?ala el fiordo que ba?a Tasiilaq, un pueblo de 4.000 habitantes, uno de los mayores de la costa este de Groenlandia. En el agua flotan los icebergs. Esverano y el sol ilumina el pueblo 24 horas diarias. A partir de medianoche, el agua adquiere un tono ros¨¢ceo por efecto de la luz que pasa entre las monta?as.
Carl Pivat, un cazador inuit de 72 a?os, lleg¨® a Tasiilaq en 1954. Pivat, ojos estirados, risa franca y piel morena, tambi¨¦n ha visto el cambio: "Todos los glaciares llegaban al mar y ahora hay seis kil¨®metros desde el mar hasta el glaciar. En los setenta el hielo del fiordo med¨ªa m¨¢s de un metro y ahora no llega a los 40 cent¨ªmetros", explica en su casa, de color azul chill¨®n. Pivat habla en dan¨¦s. En la zona se habla groenland¨¦s del este, que no tiene forma escrita, y del oeste, que s¨ª se escribe. Algunos habitantes hablan dan¨¦s porque Groenlandia depende de Dinamarca.
Las casas de Tasiilaq son de colorines. El paisaje es blanco de la nieve, marr¨®n de la piedra y azul del mar. No hay apenas vegetaci¨®n. En la calle se acumula la basura junto a los esquimales que beben cerveza. Carl es, como casi todo el mundo, cazador. Eso quiere decir que en invierno sale con un trineo tirado por perros con un rifle a por focas y osos polares, y en verano, cuando el hielo deja paso al agua, lo hace en un barquito a intentar tambi¨¦n pescar. S¨®lo con mucha suerte dar¨¢n con un narval, una ballena con un unicornio que de vez en cuando se adentra en los fiordos. Su carne negruzca se come en filetes. Sabe peor que la foca.
Uno de los efectos del calentamiento es que los perros ya casi no sirven. Salvo los meses de invierno, los animales permanecen atados a las puertas de las casas o en islas en el fiordo. All¨ª chillan y gimen de aburrimiento y hambre. Como la mayor parte del a?o son un gasto in¨²til, los inuits han comenzado a matarlos. "La gente los mata porque gastan mucho y apenas sirven", explica Pivat, que a¨²n tiene una decena de perros peludos atados en la puerta de su casa. Sobre la tierra est¨¢ el trineo de madera que a¨²n utiliza en invierno.
El ?rtico es al clima lo que el canario a la mina. Es la zona del planeta que m¨¢s se ha calentado en el ¨²ltimo siglo. La temperatura ha cambiado tanto aqu¨ª que los habitantes le ponen fechas. Muchos recuerdan el 15 de julio de 2005, cuando la temperatura alcanz¨® un m¨¢ximo hist¨®rico: 25,3 grados cent¨ªgrados, seg¨²n el instituto dan¨¦s de meteorolog¨ªa. "Claro que me acuerdo", explica Hans Christian Florian, el m¨¦dico de Tasiilaq, de 47 a?os. "Ese d¨ªa la gente iba por la sombra. Los perros no pod¨ªan moverse. Yo estaba en mi casa mirando el term¨®metro y pensando que se hab¨ªa roto", a?ade, riendo antes de apurar la cerveza. La comida llega en barco cuando se abre el fiordo. En Tasiilaq se puede comprar rioja y cerveza danesa. Si el barco lleg¨® hace poco, las estanter¨ªas del supermercado rebosan; si no, las opciones se reducen dr¨¢sticamente. No se puede cultivar nada.
Hans Christian es de los pocos daneses que se han adaptado aqu¨ª. A vivir en oscuridad total en invierno y con 24 horas de sol en verano. Hace cinco a?os no hab¨ªa televisi¨®n ni Internet. Una antena solucion¨® el problema. Hasta entonces, las cintas de v¨ªdeo con los telediarios daneses llegaban en avi¨®n una vez a la semana y los habitantes ve¨ªan uno cada d¨ªa. "Con una semana de retraso, pero te acostumbras", narra Christian.
El meteor¨®logo recuerda que ese d¨ªa fue a refrescarse a una de las pozas de agua formadas en verano por el deshielo y, al meter los pies en el agua, sinti¨® que no estaba fr¨ªa. Probablemente para un espa?ol estar¨ªa helada y 25,3 grados es una temperatura agradable, pero acostumbrados a inviernos a 20 y 30 bajo cero, el cambio es enorme.
Karl Christian Bajake, cazador de 48 a?os, pelo al cepillo y chaquet¨®n de plumas, tambi¨¦n se lamenta: "Antes hab¨ªa mucha nieve alrededor y ahora s¨®lo hay piedra. En Navidad est¨¢bamos cantando y empez¨® a llover. Imag¨ªnese: ?llov¨ªa en diciembre; no era nieve!". Bajake es fan del country que se descarga de Internet, y especialmente de Randy Travis, porque "tiene la voz de verdad". As¨ª de r¨¢pido est¨¢ cambiando la vida de los inuits.
Frente al fiordo en el que flotan los icebergs, Bajake explica que "un buen d¨ªa, caza entre 10 y 12 focas", pero que ¨²ltimamente las focas se est¨¢n yendo al norte. Bajake pasea por el secadero de pieles. Un peque?o cobertizo de madera en el que hay pieles de foca alrededor de la piel de un oso polar. "Una vez cac¨¦ uno", cuenta orgulloso. Este a?o, por primera vez, los habitantes de Kulusuk tendr¨¢n una cuota de caza de 30 osos polares al a?o, algo que les parece un abuso.
Al final del fiordo, el ?rtico sigue helado. Asomarse al mar cubierto de hielo es una sensaci¨®n extra?a. El mar no deber¨ªa ser s¨®lido y blanco. El agua est¨¢ tan fr¨ªa que los esquimales no saben nadar pese a que toda su vida gira en torno al agua. Para qu¨¦. Si caen, s¨®lo sobrevivir¨¢n un par de minutos antes de morir congelados.
El m¨¦dico, el meteor¨®logo, los cazadores, los habitantes de Groenlandia relatan en primera persona lo que los cient¨ªficos llevan a?os prediciendo: especies que se mueven hacia el norte para buscar su clima ideal, mucha menos nieve y m¨¢s calor. Est¨¢n viviendo en un medio que cambia muy r¨¢pido. Y, sin embargo, no son ellos quienes deben preocuparse. Como explica McGlade, "ellos son los testigos del cambio clim¨¢tico, pero no las v¨ªctimas. Ellos pueden adaptarse. Las consecuencias se ver¨¢n en Espa?a u Holanda. Las v¨ªctimas seremos nosotros, los europeos". Para alertar del problema, la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA, en sus siglas en ingl¨¦s) organiz¨® un viaje a Groenlandia con periodistas europeos y expertos.
En un barco entre los icebergs, el vicepresidente del Instituto de Ingenier¨ªa, Ciencia y Tecnolog¨ªa Marina, con sede en Londres, Ralph Rayner, explica: "Es muy dif¨ªcil hacer c¨¢lculos para toda Groenlandia, pero una estimaci¨®n fiable dice que est¨¢ perdiendo al a?o unos cincuenta kil¨®metros c¨²bicos de agua, lo que supone elevar el nivel del mar entre 0,1 y 0,2 mil¨ªmetros. A principios de los noventa, la p¨¦rdida era de unos treinta kil¨®metros c¨²bicos y ahora es de unos cincuenta. Se est¨¢ acelerando y hay estudios que dicen que en 2005 la p¨¦rdida total de hielo fue de 200 kil¨®metros c¨²bicos".
Cada cierto tiempo se oye como un petardo seguido de un chapuz¨®n de agua. Es un iceberg que se parte o se da la vuelta. Hay muchos tipos de hielo y de icerbergs, y cada uno tiene un nombre: si es hielo del glaciar, si es agua de mar congelada, si es agua de mar congelada acumulada durante varios a?os...
Cada vez m¨¢s r¨¢pido
No es sencillo hacer una estimaci¨®n fiable del deshielo porque las mediciones no lo son y porque los estudios son contradictorios. Un estudio publicado en Science en 2005 por Eric Rignot y Pannir Kanagaratman, del Jet Propulsion Laboratory y de la Universidad de Kansas, calcul¨® la p¨¦rdida de hielo en 150 kil¨®metros c¨²bicos. El estudio, realizado con mediciones de sat¨¦lite, detall¨® c¨®mo aumentaba la velocidad de los glaciares y c¨®mo al fundirse el hielo, el agua se iba al fondo y lubricaba el glaciar, con lo que avanzaba a¨²n m¨¢s r¨¢pido creando uno de los c¨ªrculos viciosos (feedbacks, retroalimentaciones) tan comunes en el calentamiento. Otro estudio a¨²n m¨¢s reciente fijaba el deshielo en 250 kil¨®metros c¨²bicos al a?o. Aunque los datos difieran, todos coinciden en que Groenlandia se funde. Y r¨¢pido.
Sin embargo, un estudio de Ola M. Johannssen en noviembre de 2005 tambi¨¦n publicado en Science hall¨® que el espesor del hielo en el interior de Groenlandia hab¨ªa crecido cinco cent¨ªmetros al a?o. El estudio fue utilizado en una campa?a en la televisi¨®n estadounidense de los grupos de presi¨®n que niegan el cambio clim¨¢tico. "Yo no niego el calentamiento, ni mucho menos. S¨®lo hemos visto que en el interior, a m¨¢s de 1.500 metros de altura, la masa de hielo crece. Lo cual es consistente con el calentamiento. Al hacer m¨¢s calor, se evapora m¨¢s agua y llueve m¨¢s, en este caso nieva en el interior, mientras que a baja altura se derrite el hielo", explica Johannssen fumando un puro junto al glaciar.
El ?rtico y Groenlandia son las primeras zonas que est¨¢n respondiendo al calentamiento. Mientras la Ant¨¢rtida permanece relativamente estable, el ?rtico ha visto aumentar la temperatura del aire en tres grados en 20 a?os. Suficiente como para fundir gran parte del hielo flotante, dar paso al agua, que absorbe m¨¢s calor y funde m¨¢s hielo en un nuevo c¨ªrculo vicioso. El ?rtico est¨¢ sintiendo las consecuencias de los gases de efecto invernadero. Estos gases, principalmente di¨®xido de carbono (CO2) producido al quemar carb¨®n y petr¨®leo, se acumulan en la atm¨®sfera y frenan la salida del calor que emite la Tierra. La Ant¨¢rtida tiene 24,7 millones de kil¨®metros c¨²bicos de hielo que, si se fundieran, elevar¨ªan el nivel del mar 56,6 metros.
El deshielo del ?rtico es importante porque genera m¨¢s calentamiento, pero no aumenta el nivel del mar. Al igual que al fundir un cubito en un vaso de agua, el vaso no rebosa. Groenlandia es distinto. Su deshielo s¨ª eleva el nivel del mar porque no es hielo flotante.
En la costa oeste de Groenlandia tambi¨¦n retroceden los glaciares. El glaciar Jakobshavn, que permaneci¨® estable entre 1953 y 2000, pierde 24 kil¨®metros al a?o. "Es el glaciar que m¨¢s retrocede del mundo", detalla Reyner. Todos los glaciares del mundo est¨¢n desapareciendo, pero no pueden compararse con los de Groenlandia: porque no son tan grandes como para elevar el nivel del mar y porque no van tan r¨¢pido. La temporada de deshielo en Groenlandia ha aumentado en dos semanas en 15 a?os.
Aunque la ciencia no puede relacionar un episodio concreto como una ola de calor o un a?o muy c¨¢lido con el cambio clim¨¢tico, las pruebas se acumulan. Nueve de los 10 a?os m¨¢s c¨¢lidos jam¨¢s medidos se han registrado entre 1995 y 2005, y la temperatura ha alcanzado un nivel m¨¢ximo en los ¨²ltimos 12.000 a?os, seg¨²n un estudio de la NASA.
La tendencia parece imparable, aunque se frene moment¨¢neamente. La erupci¨®n de un gran volc¨¢n podr¨ªa enfriar el planeta durante unos a?os (como hizo el Pinatubo en 1991), ya que sus part¨ªculas contienen la llegada de la radiaci¨®n solar. O puede que el Sol reduzca de repente su actividad.
Un metro en un siglo
Pero si, como parece, seguimos quemando petr¨®leo y carb¨®n, y emitiendo CO2, el planeta seguir¨¢ calent¨¢ndose. La previsi¨®n del Panel Internacional del Cambio Clim¨¢tico, el grupo de expertos de la ONU sobre el asunto, es que el mar puede subir hasta un metro en 100 a?os. En la ¨²ltima d¨¦cada, el nivel del mar ha subido tres mil¨ªmetros al a?o en los a?os noventa, mientras que en los 50 a?os anteriores la subida fue de 1,5 mil¨ªmetros por a?o.
El glaciar Helheim habr¨¢ desaparecido en 50 a?os. Entonces veremos si las v¨ªctimas son los holandeses o los habitantes de Groenlandia. Ellos habr¨¢n perdido un glaciar; nosotros podemos perder nuestra costa. Por eso importa el hielo de Groenlandia. El tsumani a c¨¢mara lenta que a¨²n se puede intentar frenar.



La vida es dura en Tasiilaq
TASIILAQ: 4.000 habitantes, un fr¨ªo del demonio en invierno y mosquitos en verano. La belleza del lugar, con sus glaciares, sus montes, sus focas y sus osos, no facilita la existencia. "El principal problema es el suicidio", explica el m¨¦dico de Tasiilaq, Hans Christian Florian. Este dan¨¦s sonriente es de los pocos llegados de Dinamarca que se quedaron. "La mayor¨ªa de los funcionarios que vienen aqu¨ª no se acostumbran. Fui el ¨²nico que pidi¨® la plaza. Pens¨¦ que estar¨ªa un par de a?os porque me gustaba cazar, esquiar y hacer alpinismo, pero me he acostumbrado".
Los habitantes de Tasiilaq, la mayor¨ªa inuits, viven, en gran parte, de los subsidios del Gobierno dan¨¦s, del que depende la gigantesca isla. Aunque ahora intentan promocionar el turismo
de naturaleza y aventura. Se puede montar
en un kayak en aguas heladas, subir con perros a un monte para bajarlo esquiando o caminar por un glaciar. El principal medio de transporte
es el helic¨®ptero. El turismo est¨¢ sustituyendo a la caza de la foca. Los cazadores reciben una subvenci¨®n por cada pieza, de la que se come toda la carne. La piel se trata en una peque?a
planta en el pueblo, y se vende para zapatillas, abrigos, gorros..., todo. La prohibici¨®n de importar foca en la UE debido a las matanzas de Canad¨¢ ha terminado de hundir el negocio. As¨ª que
algunos cazadores se est¨¢n pasando al turismo. Karl Christian Bajake, de 48 a?os, alquila su casa por Internet en www.eastgreenland.com. Otros no se adaptan tan bien y se dedican a beber.
En la calle hay grupos de inuits bebiendo cerveza. El pueblo tiene un orfanato porque algunos ni?os han sido abandonados. La escuela, la
mayor inversi¨®n de la comunidad, est¨¢ llena de j¨®venes con gorros de lana, pantalones ca¨ªdos y enormes camisetas de baloncesto, como si hubieran salido de Harlem o Sanchinarro (Madrid).
La sala de ordenadores con acceso a Internet est¨¢ llena de chavales que, en cuanto puedan, dejar¨¢n atr¨¢s Tasiilaq.
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