Cameron defiende un giro al centro de los conservadores brit¨¢nicos

David Cameron defendi¨® ayer el centrismo pol¨ªtico y antepuso la estabilidad fiscal frente a la tradici¨®n tory de recorte de impuestos al intervenir por primera vez como l¨ªder ante las bases del Partido Conservador, reunidas en Bournemouth en el congreso de oto?o. Reserv¨¢ndose para su intervenci¨®n de la clausura, el mi¨¦rcoles, Cameron dedic¨® un tercio de su discurso a bromas m¨¢s o menos graciosas y el resto a dibujar las l¨ªneas del partido que quiere liderar, pero sin entrar en detalles.

El discurso pareci¨® gustar a los militantes conservadores, aunque no se apreci¨® un entusiasmo desbordante durante la esperada intervenci¨®n del l¨ªder. Quiz¨¢s porque la tradici¨®n de los tories es que el l¨ªder cierre el congreso y sea ¨¦se el discurso de gran calado pol¨ªtico, Cameron desperdici¨® todo un cuarto de hora en encadenar bromas poco espont¨¢neas y elogios a sus rivales o colaboradores en el partido. No falt¨® un meloso elogio al senador republicano John McCain, invitado estrella al congreso, al que present¨® como "el pr¨®ximo presidente de Estados Unidos".

Cameron defendi¨® la importancia de la "responsabilidad social" e inst¨® a los brit¨¢nicos a pensar menos en lo que el pa¨ªs les puede dar y m¨¢s en lo que ellos pueden ofrecer al pa¨ªs. Justific¨® la ausencia de propuestas sobre pol¨ªticas concretas en sus primeros 10 meses de mandato con una analog¨ªa a pie de obra: "Prepararse para las responsabilidades de gobierno es como construir una casa. Primero hay que preparar el terreno, luego construir los cimientos y luego levantarla ladrillo a ladrillo".

Preparar el terreno

Estos primeros 10 meses han servido para preparar el terreno: llevar el discurso del partido al centro pol¨ªtico, renovar y rejuvenecer su imagen, abrazar la causa del ecologismo, admitir la importancia pol¨ªtica y social de los servicios p¨²blicos. En esta semana, los tories han de dedicarse a los cimientos y luego levantar la casa en s¨ª.

Entre los cimientos citados ayer figura el de dar prioridad a los servicios p¨²blicos, es decir, a las inversiones p¨²blicas en esos servicios. Cameron defendi¨® ayer que la estabilidad fiscal ser¨¢ prioritaria frente a las reducciones de impuestos, rompiendo as¨ª uno de los principios del thatcherismo. En una entrevista previa con la BBC, Cameron dijo que quiere bajar impuestos, pero s¨®lo si no pone en riesgo las finanzas p¨²blicas, y que nadie ha de esperar promesas concretas de reducciones fiscales. Es decir, no ser¨¢n las inversiones las sacrificadas en mor de la estabilidad.

Es un tema pol¨¦mico no s¨®lo porque rompe la tradici¨®n de partido de impuestos bajos a toda costa, sino porque la posici¨®n de Cameron parece chocar con las conclusiones de un grupo de trabajo puesto en marcha por el anterior l¨ªder conservador, Michael Howard, que ser¨¢n hechas p¨²blicas esta misma semana y que se?alan que hay margen para defender un recorte de impuestos de cerca de 30.000 millones de euros al a?o.

La pol¨¦mica es significativa porque enlaza con la creciente sensaci¨®n de que Cameron ha logrado darle la vuelta a la imagen del partido, pero huye de las propuestas concretas. El l¨ªder dice que no ha llegado el momento para desgranar esas pol¨ªticas, pero las ¨²ltimas encuestas y la creciente presi¨®n de los medios parecen indicar que la luna de miel de Cameron con la prensa y el electorado est¨¢ acabando. La portentosa intervenci¨®n de Tony Blair en su despedida como l¨ªder en el congreso laborista ha hecho trizas la ventaja de entre cuatro y siete puntos que les daban los sondeos de hace unas semanas y apuntan ahora un virtual empate entre ambos partidos. Quiz¨¢s a¨²n m¨¢s inquietante para Cameron, el 54% de los 1.847 adultos encuestados por YouGov a trav¨¦s de Internet se?alan que "es muy dif¨ªcil saber qu¨¦ defiende exactamente el Partido Conservador en estos momentos".