Fratricidios
El Dolce Vita (Tele 5) del s¨¢bado fue la apoteosis de la abyecci¨®n-espect¨¢culo. En la secci¨®n 'Tel¨®n de acero', que consiste en instalar un rid¨ªculo biombo elevadizo entre dos sujetos enemistados por contrato y dejar que se despellejen, aparecieron Kiko y Coto Matamoros. La bronca dur¨® casi una hora y no se entendi¨® nada de lo que ocurr¨ªa porque cuando no gritaban o se insultaban manejaban una informaci¨®n que obligaba a tener varios m¨¢steres en carmenordo?ezolog¨ªa. Seguro que fue un ¨¦xito: en Espa?a el fratricidio es un g¨¦nero que nunca pasa de moda. Los hermanos Matamoros representan dos estilos de autocombusti¨®n. Parecen inteligentes y probablemente lo son, pero derrochan unos modales de mat¨®n que, con el tiempo, les han ido llevando a una perdici¨®n bien remunerada pero perdici¨®n al fin y al cabo.
Coto interpreta al hermano m¨¢s inestable, vulnerable y visceral. Entre fugaces demostraciones de lucidez y trufando sus torrenciales mon¨®logos con citas cl¨¢sicas, referencias mitol¨®gicas y homenajes a la est¨¦tica del perdedor, se inmola ante las c¨¢maras para certificar que la fama es m¨¢s destructiva que la droga. Kiko, por su parte, se ha especializado en el papel de fiscal achulado que combina la jerga m¨¢s barriobajera con la ret¨®rica de leguleyo excesivamente seguro de s¨ª mismo. En peque?as dosis, sus fratricidios pueden resultar incluso c¨®micos y no son peores que los de tanto mediocre sin el l¨¦xico, la entrega y la vehemencia de este par de gemelos. Pero en DV, como si quisieran representar de un modo gr¨¢ficamente inapelable cu¨¢les son los peligros de la sobredosis, tocaron fondo a cambio de disparar la audiencia. No es, me temo, el ¨²ltimo cap¨ªtulo, pero ¨¦ste cont¨® con la colaboraci¨®n de unos presuntos periodistas y todav¨ªa m¨¢s presunto presentador que, con una crueldad en estado puro, azuzaban la pelea esperando que alguno de los dos hermanos sufriera un infarto en directo. C¨®mo ser¨ªa de abyecto el espect¨¢culo que los Matamoros fueron, con diferencia, los m¨¢s decentes de la noche.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.