"Tambi¨¦n leemos con el o¨ªdo"
Andr¨¦s Neuman (Buenos Aires, 1977) es uno de los autores andaluces -lo es pese a haber nacido al otro lado del oc¨¦ano- m¨¢s celebrados por la cr¨ªtica. Tras el ¨¦xito cosechado con Bariloche, con la que fue finalista del premio Herralde, La vida en las ventanas, finalista del premio primavera, y su novela autobiogr¨¢fica Una vez Argentina, Neuman regresa con una nueva colecci¨®n de cuentos titulada Alumbramiento, que ha sido publicada por la editorial P¨¢ginas de Espuma.
Pregunta. En todas sus obras la m¨²sica ocupa un importante papel. ?Cu¨¢l ser¨ªa la banda sonora de Alumbramiento?
Respuesta. Pues supongo que ir¨ªa desde la m¨²sica de c¨¢mara (siempre he pensado que ese g¨¦nero musical tan intenso y esencial es a la sinfon¨ªa lo mismo que el cuento a la novela) hasta Los Beatles (hay un cuento que narra la noche del asesinato de John Lennon en clave imaginaria, dando una versi¨®n distinta de los hechos), pasando por el blues cuando la cosa se pone melanc¨®lica. Creo que no s¨®lo leemos con los ojos, sino tambi¨¦n con el o¨ªdo. El ritmo de una prosa, la forma en que respira, tiene su comp¨¢s principal, sus acentos emocionantes, sus s¨ªncopas. Muchas veces la m¨²sica cuenta o sugiere una historia, igual que la literatura propone tambi¨¦n un sonido, una melod¨ªa.
P. ?C¨®mo surgen los Dodec¨¢logos de un cuentista?
R. No surgen en absoluto como un intento de sentar c¨¢tedra o fijar unas reglas te¨®ricas que la pr¨¢ctica deber¨ªa cumplir, sino sencillamente del asombro que uno siente mientras escribe. Hay peque?os descubrimientos t¨¦cnicos que se hacen conforme uno va escribiendo, casi involuntariamente, y de ah¨ª naci¨® la idea de ir tomando nota de ellos para luego elaborar un texto. Pens¨¦ que pod¨ªa resultar curioso para los lectores interesados en la cocina de la escritura. Soy de los que piensan que se aprende a guisar guisando, pero eso no quiere decir que el cocinero no pueda ir anotando detalles de su receta personal mientras se cuecen los textos.
P. Escribe que contar un cuento es saber guardar un secreto.
R. Bueno, es que en el cuento, igual que en el amor, es tan significativo lo que dices como lo que callas, las palabras como los silencios. Y los cuentos son capaces de enamorarnos habl¨¢ndonos con atenci¨®n y call¨¢ndose a tiempo.
P. Ha dicho que el microrelato ser¨¢ el g¨¦nero del siglo XXI. ?Qu¨¦ le hace pensar esto?
R. En realidad, no me refer¨ªa a que ser¨ªa el g¨¦nero principal de este siglo, sino a que cada vez ir¨¢ teniendo mayor relevancia. Es una cuesti¨®n de l¨®gica de ¨¦poca: la narrativa hiperbreve est¨¢ hecha de flashes como un videoclip, es concisa e impactante como un anuncio, veloz y saltarina como la vida actual.
P. Ha escrito novelas, poemarios, cuentos, haikus, aforismos... ?Cu¨¢l es el g¨¦nero que m¨¢s influye en los dem¨¢s? ?En qu¨¦ ha repercutido su condici¨®n de poeta a la hora de afrontar una novela?
R. Para m¨ª los g¨¦neros literarios no est¨¢n separados por muros sino que se rozan entre s¨ª, se buscan mutuamente y tienen concomitancias. Mi condici¨®n de poeta ha repercutido a la hora de escribir narrativa tanto como mi costumbre de narrador ha podido influir en mis poemas. Nunca me ha convencido esa simpleza de que los poemas transmiten solamente emociones e im¨¢genes, y los relatos se limitan a contar una historia. Tambi¨¦n puede ocurrir al rev¨¦s, y eso me parece enriquecedor.
P. ?De qu¨¦ manera influye en su obra su infancia argentina?
R. De la manera en que influyen todas las infancias, ?no? Parece que nunca piensas en ella, que se te ha olvidado, y en realidad est¨¢ ah¨ª continuamente, dict¨¢ndote emociones. Quiz¨¢s en el caso de un emigrante, adem¨¢s, esa infancia se quede congelada no s¨®lo en un tiempo sino tambi¨¦n en un espacio diferente, y eso te lleve a revisitarla con especial asombro, como si le hubiera ocurrido a otro.
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