'La caja Kovak' o el mal interior
Compuesta por el h¨²ngaro Rezs? Seress en 1933, la canci¨®n Gloomy sunday se halla en la base de muchas leyendas urbanas que la certifican como el himno de los suicidas. Billie Holliday grab¨® el tema d¨¢ndole su forma can¨®nica, que recorre, casi como un virus perverso, la trama de La caja Kovak, tercer largometraje de Daniel Monz¨®n. Rezs? Seress se tir¨® por la ventana de su piso de Budapest en 1968, inaugurando el camino mortal que toman muchos de los personajes de este perturbador thriller: "Las leyendas alrededor de la canci¨®n parecen sacadas de un cuento de Borges", se?ala el director, "y encajan con lo que quer¨ªa contar. El cine de suspense suele hablar de alguien que es perseguido, pero en este caso hay una vuelta de tuerca: los protagonistas no pueden huir de s¨ª mismos".
Rodada en Mallorca, La caja Kovak mete en un angustioso laberinto a un escritor de novelas de ciencia-ficci¨®n (Timothy Hutton) y a una presunta suicida (Luc¨ªa Jim¨¦nez), que descubrir¨¢n al demiurgo de su pesadilla en la figura de un fr¨¢gil enfermo terminal de c¨¢ncer, interpretado por David Kelly, recordado actor de la serie El nido de Robin y, m¨¢s recientemente, el Granpa Joe de Charlie y la f¨¢brica de chocolate. "David Kelly defin¨ªa a su personaje diciendo que era como Granpa Joe, pero matando gente. Kovak es un malvado dulce, quebradizo, casi un gentleman, pero es alguien que, cuando ve a la muerte de cerca, decide que quiere ser inmortal y para eso debe convertirse en el malo de la pel¨ªcula", a?ade Monz¨®n.
Ganadora del premio del p¨²blico en el festival de Lund, La caja Kovak explora miedos muy contempor¨¢neos y aborda con gran solvencia registros de meta-ficci¨®n: "Todo empieza con la imagen de una rata avanzando por un inmenso laberinto y, en el fondo, eso es lo que hace el director con sus espectadores: encerrarles en una gran caja que es la sala de cine y obligarles a avanzar sin conocer la salida", concluye el director.
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