Alonso se opuso en el Gobierno a que la Armada interceptara barcas de inmigrantes
El Ejecutivo analiz¨® la posibilidad de desplazar buques de guerra a Mauritania y Senegal
"El Ej¨¦rcito puede ayudar a las fuerzas de seguridad del Estado, pero no puede estar, ser¨ªa un disparate, gestionando el control de la inmigraci¨®n ilegal". La frase, repetida p¨²blicamente por el ministro de Defensa, Jos¨¦ Antonio Alonso -la ¨²ltima, en declaraciones a El Socialista-, la pronunci¨® tambi¨¦n en privado, en el seno del Gobierno, cuando, a principios de septiembre, en el momento ¨¢lgido de la llegada de inmigrantes irregulares a Canarias, compa?eros de Gabinete plantearon recurrir a la Armada para interceptar los cayucos en las costas africanas. La idea se ha descartado. Por ahora.
"Ante situaciones cr¨ªticas, como la que se vivi¨® el primer fin de semana de septiembre [cuando 2.283 subsaharianos llegaron a Canarias a bordo de 27 cayucos]", reconocen fuentes gubernamentales, "todo el mundo piensa qu¨¦ m¨¢s puede hacerse y la tentaci¨®n es mirar al dep¨®sito ¨²ltimo de recursos que tiene el Estado: las Fuerzas Armadas".
Desde el pasado 18 de mayo, cuatro patrulleros y tres aviones -entre ellos, un P-3 Orion de vigilancia mar¨ªtima- participan en la operaci¨®n Noble Centinela, a unas 50 millas al sureste de Canarias. Su funci¨®n se limita, sin embargo, a avisar de la llegada de cayucos, para que los servicios de acogida est¨¦n preparados en tierra, o acudir en su ayuda, si corren riesgo de naufragio. La otra funci¨®n te¨®rica, ahuyentar a los buques nodriza que acercar¨ªan al archipi¨¦lago embarcaciones m¨¢s peque?as, ha quedado in¨¦dita pues ¨¦stos, de existir, no se han dejado ver ¨²ltimamente.
Lo que se plante¨® en el debate entre los ministerios directamente implicados (Defensa, Interior, Asuntos Sociales, Asuntos Exteriores y Presidencia) fue, seg¨²n las fuentes consultadas, la posibilidad de que el operativo de la Armada pasara "al otro lado"; es decir, que los buques se situaran ante la costa africana, de forma que interceptaran a los cayucos a la salida (para devolverlos a su origen), y no a la llegada (para acompa?arlos a su destino).
Esta misi¨®n la cumplen ya en Mauritania y Senegal tres patrulleras de la Guardia Civil y el buque Petrel del Servicio de Vigilancia Aduanera, pero su autonom¨ªa y capacidad de relevo es muy inferior a la que tiene la Armada, por lo que el recurso a buques militares era la opci¨®n m¨¢s sencilla, seg¨²n las mismas fuentes.
La idea se desech¨®, no obstante, por varias razones. La primera se deriva de las caracter¨ªsticas de un buque de guerra y de la preparaci¨®n de sus tripulantes. Si un barco de gran tonelaje tratara de abarloarse a un cayuco, sobre todo en contra de su voluntad, es m¨¢s que m¨¢s probable que acabara por hundirlo, advierten fuentes militares. Y la opini¨®n p¨²blica dif¨ªcilmente aceptar¨ªa una cat¨¢strofe f¨¢cilmente evitable.
La segunda es de orden legal. Ni Senegal ni Mauritania aceptan que el control de la inmigraci¨®n en sus aguas lo hagan buques militares extranjeros, pues atenta contra su soberan¨ªa.
?se ha sido uno de los mayores obst¨¢culos para poner en marcha el dispositivo de vigilancia que coordina la agencia europea Frontex. Muchos pa¨ªses de la UE carecen de barcos guardacostas y la mayor¨ªa de los que disponen de ellos los tienen adscritos a la Marina de Guerra. Cabo Verde ha admitido que un buque de guerra portugu¨¦s patrulle sus aguas, pero no Senegal. Por eso, el barco italiano all¨ª desplegado pertenece a la Guardia de Finanzas. No deja de ser significativo que Francia, que tiene una base en Senegal con m¨¢s de 1.100 militares, no participe en el dispositivo. Ello se debe, seg¨²n las fuentes consultadas, a que las autoridades de Dakar no han aceptado que el Ej¨¦rcito franc¨¦s participe en el control de la inmigraci¨®n ilegal, a pesar de que se dijera lo contrario tras el viaje que el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, hizo el pasado d¨ªa 23.
Tambi¨¦n del lado espa?ol hab¨ªa problemas. Un buque de guerra est¨¢ sujeto a una jurisdicci¨®n especial y no puede llevar una tripulaci¨®n mixta (hispano-mauritana o hispano-senegalesa), como las patrulleras de la Guardia Civil que operan en esos pa¨ªses.
Reflujo de la ola
Las fuentes consultadas aseguran que la idea ha quedado descartada, al menos mientras las autoridades locales no cambien de opini¨®n. Tambi¨¦n se ha producido un notable reflujo de la ola de cayucos, s¨®lo en parte atribuible al empeoramiento de las condiciones meteorol¨®gicas, que permite trabajar a medio plazo.
"Las repatriaciones masivas est¨¢n teniendo efecto, sobre todo porque las conocen los aspirantes a emprender el viaje, y la informaci¨®n que tenemos es mucho m¨¢s precisa, lo que multiplica la eficacia del operativo para interceptar irregulares, incluso antes de que lleguen a embarcar", aseguran las citadas fuentes.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, viajar¨¢ hoy a Guinea-Conakry, Gambia y Senegal para plantearles la misma oferta: fondos de ayuda al desarrollo a cambio de colaboraci¨®n en la lucha contra la inmigraci¨®n irregular.
Coordinar, "sin perjuicio de la cadena de mando"
La doble naturaleza de la Guardia Civil (policial y militar) ha permitido al Gobierno dar un cariz castrense a la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal mientras manten¨ªa a las Fuerzas Armadas al margen de la misma.
Igual que ha desplegado en Mauritania y Senegal patrulleras del instituto armado, en vez de buques de guerra, ha puesto a un general de la Guardia Civil al frente de la llamada "Autoridad de Coordinaci¨®n" regional de Canarias, creada por el Consejo de Ministros del viernes, en vez de nombrar a un oficial general de las Fuerzas Armadas.
Su objetivo es evitar, como ha ocurrido en el pasado, que medios de distinta procedencia (Guardia Civil, Armada o Salvamento Mar¨ªtimo) acudan a la b¨²squeda del mismo cayuco sin saberlo.
El problema es que el general C¨¢ndido Cardiel, dependiente del director general de la Polic¨ªa y la Guardia Civil, tendr¨¢ que coordinar recursos civiles y militares, de distintos ministerios.
En el caso de las Fuerzas Armadas, los medios navales dependen de un almirante y los a¨¦reos de un teniente general, mientras que Cardiel es s¨®lo general de divisi¨®n.
Por eso, deber¨¢ ejercer su poder coordinador "sin perjuicio de la cadena de mando de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad del Estado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.