El regulador
Dos a?os despu¨¦s de su nombramiento como presidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la imagen de Manuel Conthe presenta perfiles contradictorios; los que van desde la reconocida cruzada contra la informaci¨®n privilegiada en las operaciones de Bolsa hasta la inoportunidad de algunas de sus declaraciones p¨²blicas o el evidente intervencionismo con que plantea las cuestiones relativas al gobierno de las empresas.
No es dif¨ªcil percibir en Conthe una tensi¨®n entre su deseo de hacer cumplir estrictamente la ley, principal responsabilidad de todo regulador, y el descubrimiento progresivo de las limitaciones de actuaci¨®n de la propia CNMV. Logros suyos han sido que los tr¨¢mites de las operaciones sean m¨¢s ¨¢giles, sus decisiones se explican de forma razonada y los accionistas minoritarios tienen un interlocutor atento, incluso eficaz: a veces. En su beneficio hay que contar adem¨¢s su preocupaci¨®n por la informaci¨®n privilegiada. Es un fraude bien corriente en los mercados espa?oles, aunque desgraciadamente caiga de lleno en la categor¨ªa de delitos "f¨¢ciles de detectar y dif¨ªciles de probar".
En el otro platillo pesa, sin embargo, su tenaz propensi¨®n a meterse en camisa de once varas. A veces de manera incongruente, como cuando, tras enviar cartas a Gas Natural y Endesa, con motivo de la OPA de la primera sobre la segunda, conmin¨¢ndoles a cumplir estrictamente con la ley, se sumergi¨® en la m¨¢s distra¨ªda tolerancia hacia las maniobras jur¨ªdico-contables de la segunda de esas empresas; tambi¨¦n produjo perplejidad la inclusi¨®n en su propuesta de c¨®digo de buen gobierno de la figura de un vicepresidente independiente, probablemente una lectura incorrecta de los c¨®digos anglosajones, rectificada luego tras la airada reacci¨®n de cerca de una treintena de grandes empresas; y lo mismo cuando percibi¨® indicios de "informaci¨®n privilegiada" en la OPA sobre Fadesa que "hubieran podido filtrarse desde alguien vinculado a la oferta", afirmaci¨®n de la que tuvo que desdecirse p¨²blicamente, y pedir disculpas.
Pero es cierto que, incluso con ese lastre, su balance todav¨ªa significa un progreso sobre los dos ¨²ltimos responsables de la CNMV durante los mandatos del PP. No hay m¨¢s que recordar la gesti¨®n de Pilar Valiente en el turbio esc¨¢ndalo Gescartera para confirmar esa impresi¨®n. Ahora bien, el margen de mejora de la CNMV todav¨ªa es inmenso. El presidente deber¨ªa extremar el tacto y la discreci¨®n durante sus comparecencias p¨²blicas y olvidar el tremendismo ilustrado que en sus peores momentos le ha llevado a interferir en los modos de direcci¨®n empresarial. Tiene tambi¨¦n que perfeccionar la investigaci¨®n de los casos de informaci¨®n privilegiada: mencionar su preocupaci¨®n por ellos no equivale a perseguirlos y suprimirlos. Con esas tareas para los pr¨®ximos dos a?os podr¨¢ corregir la mala impresi¨®n que a¨²n deja como regulador financiero.
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