De 'Las mil y una noches' a la telerrealidad
Los espectadores espa?oles no han sido ajenos al efecto Betty. La telenovela original, colombiana, se gan¨® hace un lustro al p¨²blico cuando la estren¨® Antena 3 (2,6 millones de espectadores y un 24% de cuota). Y Tele 5, que lanz¨® el pasado verano la adaptaci¨®n espa?ola de esta revisi¨®n del cuento de El patito feo, lidera actualmente en la sobremesa gracias a las 2.560.000 personas enganchadas a Yo soy Bea (27,2% de share).
?ste fue uno de los fen¨®menos estudiados en la IV Cumbre Mundial de la Telenovela, que reuni¨® la semana pasada en Madrid a profesionales del sector de todo el mundo. El productor jordano Saqr al Humoud situ¨® el origen del g¨¦nero en los cuentos de Las mil y una noches, y el ex director de TVE Juan Menor apunt¨® que los culebrones han cedido algunas de sus caracter¨ªsticas a los programas de telerrealidad: pasiones, construcci¨®n de personajes, creaci¨®n de una historia... Gracias a los reality-shows, las telenovelas han dejado de ser percibidas como el producto televisivo de menor calidad, de consumo masivo y exclusivo entre las amas de casa.
Tengan o no prestigio, pocas cadenas renuncian a los seriales diarios, que garantizan "la fidelidad de la audiencia", argument¨® Gonzalo Cilley, de la argentina Telef¨¦. Quiz¨¢s sea ¨¦sta una de las causas que expliquen el auge de los culebrones infantiles y juveniles, como Rebelde Way o Floricienta. Cuando ¨¦stos se estrenan se pone a la venta un infinito listado de productos asociados (de zapatillas a tonos de m¨®vil), que crean la fantas¨ªa de "un mundo donde los mayores no entramos", seg¨²n Cris Morena, creadora de Rebelde Way y Chiquititas.
?ltimamente, tambi¨¦n ha crecido el n¨²mero de telenovelas adaptadas a las culturas locales, entre otras razones, para sortear la censura all¨ª donde no se ven con buenos ojos las relaciones il¨ªcitas o, incluso, un apasionado beso.
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