Un accidente reaviva en Nueva York el fantasma del 11-S
Un jugador de b¨¦isbol y una mujer mueren al estrellarse su avioneta con una torre de pisos
Nueva York, con las heridas abiertas por los ataques del 11- S, vivi¨® ayer una nueva tragedia a¨¦rea, despu¨¦s de que la avioneta pilotada por un popular jugador de b¨¦isbol colisionara contra un edificio de viviendas de gran altura, al norte de la isla de Manhattan. El accidente caus¨® al menos dos muertes, las del propio jugador y su instructora de vuelo. El FBI descart¨® desde el primer momento que se tratara de un atentado, pero eso no evit¨® que el Pent¨¢gono ordenara el despliegue de cazas para vigilar el espacio a¨¦reo de varias ciudades.
El propietario de la avioneta era el jugador Cory Lidle, del equipo local de los Yankees, con un a?o de experiencia de vuelo. El siniestro se produjo a la altura de la calle 72 con la avenida York, muy cerca de East River, una de las principales ¨¢reas residenciales de la ciudad. El tr¨¢fico a¨¦reo en esa zona es intenso por la cercan¨ªa de varios helipuertos, lo que hizo pensar al principio que se tratara de un helic¨®ptero. El impacto se produjo a las 14.42 hora local (20.42 en la Espa?a peninsular), a la altura del piso 40 de un edificio con 50, y caus¨® el incendio de varios de los apartamentos. La visibilidad era reducida y llov¨ªa sobre la ciudad.
Los testigos dicen que la aeronave -Cirrus SR20- hac¨ªa piruetas cuando avanzaba en direcci¨®n hacia el edificio, lo que indicaba la p¨¦rdida de control por parte del piloto. Seg¨²n los medios locales, el piloto hizo una llamada de emergencia antes del siniestro. Los restos del aparato, con capacidad para transportar a cuatro personas, cayeron a la calle tras el impacto, al igual que los dos cad¨¢veres.
El due?o de los Yankees, George Steinbrenner, confirm¨® en un comunicado el fallecimiento de Lidle, de 34 a?os y con un hijo. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, hab¨ªa informado de que un hombre y una mujer hab¨ªan muerto, sin dar su identidad, y otras 16 personas estaban heridas, entre ellas 11 bomberos. El avi¨®n hab¨ªa despegado 12 minutos antes de Nueva Jersey y hab¨ªa rodeado la Estatua de la Libertad. No viol¨® ninguna regla de vuelo.
El edificio contra el que impact¨® la aeronave, construido en 1986 y con 183 apartamentos en 50 alturas, se encuentra a s¨®lo 30 calles hacia el norte de la sede de la ONU. El impacto caus¨® un fuerte estruendo, y la columna de humo provocada por el incendio se pod¨ªa ver desde los rascacielos en la zona baja de Manhattan. Las im¨¢genes del siniestro y de los servicios de emergencia -unos 168 efectivos se desplazaron a la zona y controlaron la situaci¨®n en una hora-, los ruidos de las sirenas, trajeron inmediatamente a la memoria el 11 de septiembre de 2001.
A diferencia de entonces, el da?o al edificio fue m¨ªnimo gracias al peque?o tama?o del avi¨®n, y las dos personas que se encontraban en el apartamento lograron escapar. Los servicios de emergencia evacuaron a los residentes de los edificios colindantes nada m¨¢s producirse el siniestro, en una zona donde hay tambi¨¦n varios colegios, pero les dejaron regresar tras apagar el incendio.
Junto a los ataques suicidas del 11-S contra la Torres Gemelas, el otro gran accidente a¨¦reo vivido en Manhattan se remonta a 1945, cuando un bombardero B-52 colision¨® contra el piso 79 del Empire State Building, accidente en el que murieron 14 personas.
Las heridas f¨ªsicas y emocionales provocadas por el 11-S siguen abiertas cinco a?os despu¨¦s. La ciudad se encuentra desde entonces en alerta naranja, el cuarto nivel m¨¢s alto en una escala de cinco. Wall Street, que sufri¨® directamente el atentado, registr¨® de inmediato una ca¨ªda en la cotizaci¨®n del Dow Jones y del Nasdaq, que recuper¨® al constatarse que el impacto era fruto de un accidente. Los tres aeropuertos de la ciudad operaron con normalidad.
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