Quejas islamistas por los culebrones que se emiten en Ramad¨¢n
Una teleserie saud¨ª y otra siria aprovechan la fiesta musulmana para combatir las ideas de los radicales
La pataleta de los radicales islamistas no ha sido una sorpresa. Sus denuncias de Tash ma Tash (comedia sat¨ªrica que emite con gran ¨¦xito la televisi¨®n saud¨ª) se han hecho tan habituales como la programaci¨®n de esa serie televisiva saud¨ª cada Ramad¨¢n desde 1993. Primero fue su cr¨ªtica a los jueces isl¨¢micos, luego su reproche al extremismo religioso en las escuelas y ahora su s¨¢tira sobre los fan¨¢ticos que recurren al terror para imponer su visi¨®n del islam.
Pero ni las fetuas en su contra por parte de las m¨¢s altas instancias religiosas, ni las amenazas de muerte a sus actores, han impedido que millones de saud¨ªes se peguen al televisor cada noche despu¨¦s de romper el ayuno de Ramad¨¢n para seguir sus irreverentes y divertidos episodios, que s¨®lo se emiten en estas fechas.
Es una tradici¨®n de estas fechas en todo el mundo ¨¢rabe. Tras el iftar, la primera comida tras un d¨ªa de ayuno y abstinencia, la familia se re¨²ne ante la televisi¨®n para ver los mejores culebrones del a?o. Hace tiempo que los sirios han roto el monopolio egipcio de seriales de Ramad¨¢n, y, con la llegada del sat¨¦lite, todas las cadenas ¨¢rabes rivalizan por atraerse televidentes. Pero m¨¢s all¨¢ de la competencia comercial, los observadores detectan cierta voluntad pol¨ªtica de utilizar esa v¨ªa de promoci¨®n.
Los liberales dentro de la familia real saud¨ª parecen haber utilizado Tash ma Tash en ese sentido. Pero este a?o, la teleserie ha roto los tab¨²es al dedicar un cap¨ªtulo a una burlesca Academia de Terrorismo en la que radicales isl¨¢micos aprenden los entresijos del terror.
"No creo que el Gobierno trate de promover una mayor tolerancia con la serie porque si fuera as¨ª permitir¨ªa que se criticara al Ministerio de Interior", dice Mohamed al H., un profesor universitario saud¨ª convencido de que todo es un gesto para mostrar a Occidente que lucha contra el radicalismo. Aun as¨ª, los m¨¢s rigoristas y los cl¨¦rigos han puesto el grito en el cielo. En su opini¨®n, el humor ridiculiza al islam. Les ofende que se presente a los estudiantes de la academia como mentes simples que se limitan a repetir esl¨®ganes sobre infieles. Pero en realidad, esos lemas est¨¢n extra¨ªdos del discurso religioso oficial en Arabia Saud¨ª.
Amenazas de muerte<
Las quejas no deben tomarse a la ligera. Hace dos a?os, los actores de Tash ma Tash fueron amenazados de muerte tras el episodio Y la vida contin¨²a, que trataba sobre los atentados cometidos el a?o anterior en el reino. Este a?o la serie no la emite la televisi¨®n estatal saud¨ª, para evitar pol¨¦micas, sino la MBC (por sat¨¦lite) que, aunque es propiedad de un saud¨ª pr¨®ximo a la familia real, emite desde el m¨¢s liberal emirato de Dubai.
Pero no es la ¨²nica serie en el punto de mira de los radicales. Al Marequn (Los renegados) del director sirio Najdat Anzur, que difunde la libanesa LBC, tambi¨¦n condena el extremismo religioso como un peligro que da?a a los musulmanes. Anzur fue amenazado de muerte tras abordar el problema de los terroristas suicidas en su telenovela del a?o pasado.
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