"Hab¨ªa que ocuparse de la pobreza, pero Bush lo estrope¨®"
Extractos de la entrevista a Muhammad Yunus que ma?ana publica 'EPS'
EL PA?S entrevist¨® recientemente a Muhammad Yunus, premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia en 1998, en su oficina de Dhaka y comprob¨® sobre el terreno la eficacia de sus recetas. ?ste es un extracto de la entrevista completa que ma?ana publicar¨¢ el suplemento EPS.
- Cr¨ªtica a los bancos convencionales. "Los bancos ejercen un apartheid financiero escandaloso. Dicen que dos terceras partes de la poblaci¨®n mundial no tienen derecho a emplear sus servicios. Que no son solventes. Definen las reglas y los dem¨¢s las aceptamos porque son poderosos". "Dicen que si uno no tiene avales no puede hacer negocios con ellos. ?Qui¨¦n ha dicho que hace falta una garant¨ªa? ?No! ?sa fue mi primera lucha, eliminar la necesidad de avales y demostrar que podemos seguir consider¨¢ndolo un negocio bancario".
- Confianza en las mujeres. "Descubrimos que no s¨®lo las mujeres eran m¨¢s fiables que los hombres a la hora de devolver el dinero, sino que las cantidades peque?as de dinero que pasaban por manos de las mujeres rend¨ªan m¨¢s beneficios para la familia. El motivo es que las mujeres, sin darse cuenta, aprenden a administrar los recursos escasos. Si no lo hace, no es s¨®lo que la familia pase hambre, es que su marido se enfada y le pega. Las prioridades del hombre son otras, pas¨¢rselo bien fuera de casa y pas¨¢rselo bien con los amigos (...). La lista de las prioridades de una mujer nunca empieza por ella misma, sino por sus hijos y su familia. Ella est¨¢ en el ¨²ltimo lugar".
- La creatividad de los pobres. "La pobreza no la crean los pobres, no podemos aferrarnos a la idea convencional de que son perezosos, les falta empuje (...). La pobreza la crea el sistema que hemos construido. Los pobres tienen tanta energ¨ªa y creatividad como cualquier ser humano. Preste dinero a una mujer pobre, ay¨²dela a empezar y vea c¨®mo se produce el milagro. Toda su vida ha pensado que no era nada y ahora, por primera vez, siente que es alguien. Estos pr¨¦stamos son el dinero de los milagros. Permiten que esas personas empiecen a vivir como seres humanos por primera vez".
- Contra la limosna. "Cuando se dan limosnas, se impide que la gente tenga iniciativa. 'Qu¨¦date como est¨¢s y yo cuidar¨¦ de ti'. Pero es la iniciativa lo que empuja a la gente a subir del primer nivel al segundo, y del segundo al tercero (...). Sin ella no somos nada. Con el pr¨¦stamo, el beneficiario asume una responsabilidad".
- Y contra George W. Bush. "?De d¨®nde nace el terrorismo? De un fuerte sentido de la injusticia (...). Puede ser una injusticia religiosa, pol¨ªtica, econ¨®mica, o imaginaria. No importa. Para m¨ª es real, dice el terrorista. As¨ª que reacciono contra esa injusticia y, como no tengo otra opci¨®n, como no puedo vencerte, te asusto. Contra eso no se puede luchar con armas ni bombas. Bush escogi¨® una respuesta equivocada y, como consecuencia, ha habido m¨¢s y m¨¢s sangre. Empezamos el siglo llenos de buena voluntad, pero ahora vemos todo ese odio. No era el momento de dedicarse a esto, sino de ocuparse de la pobreza, pero Bush lo estrope¨®. ?Qu¨¦ oportunidad tan desperdiciada!".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.