Un tab¨² roto en Marruecos
Miles de marroqu¨ªes discuten, por primera vez, de la homosexualidad y su tratamiento en el islam en un foro de Internet
Tarik Essadi, de 42 a?os, ha roto un tab¨². Se ha atrevido a abrir un debate sobre la homosexualidad en Marruecos pese a que en su c¨®digo penal es un delito tipificado con entre seis meses y tres a?os de c¨¢rcel -como en otros 34 pa¨ªses mayoritariamente musulmanes- y que s¨®lo se suele hablar de ella, para vilipendiarla, en las pr¨¦dicas de las mezquitas y en la prensa islamista.
Essadi no ha organizado la discusi¨®n en un local p¨²blico, muchos no se hubiesen atrevido a acudir, sino que ha abierto un foro en el portal de Internet (www.emarrakech.info) que anima desde hace a?os. A¨²n no sale de su asombro. Desde el inicio del ramad¨¢n (el mes de ayuno musulm¨¢n), el 24 de septiembre, ha registrado 50.000 entradas, un r¨¦cord para Marruecos donde el acceso a Internet es minoritario.
"La homosexualidad es 'haram' (pecado) para los musulmanes", recalcan los islamistas
"Pese a que los participantes deben expresarse en franc¨¦s, y no en ¨¢rabe, es el foro m¨¢s activo, por delante de los dedicados al Benedicto XVI y al islam o a la supuesta propensi¨®n violenta de los musulmanes, etc¨¦tera", afirma Essadi desde Marraquech donde reside. "Hay muchas entradas desde Marruecos, pero tambi¨¦n de emigrantes marroqu¨ªes en Europa".
"?Abajo los homosexuales!". "La homosexualidad es una enfermedad que existe desde tiempos inmemoriales". "?Basta ya con adormecer a la gente con palabras como democracia o tolerancia!" cuando acecha el peligro de la "perversi¨®n" sexual. "La homosexualidad es haram (pecado)". ?stas son algunas de las observaciones m¨¢s apacibles escritas en el foro por los detractores de la homosexualidad.
Otras muchas eran meros insultos. "No censuro nada pero s¨ª elimino los insultos del foro", se?ala Essadi. "Tambi¨¦n quito los nombres de personas conocidas que supuestamente son homosexuales" y que los abogados de esta orientaci¨®n sexual invocan en defensa de su causa. En Marruecos s¨®lo un escritor, Abdel¨¢ Taia, ha confesado p¨²blicamente su homosexualidad. Desde hace seis a?os vive en Par¨ªs.
Los anatemas proferidos contra los homosexuales tienen su origen en el Cor¨¢n que los internautas m¨¢s conservadores interpretan a su manera. "Al¨¢ proh¨ªbe la homosexualidad y as¨ª lo dej¨® claro su profeta cuando en 30 ocasiones menciona y condena al pueblo de Lot", repiten, en sustancia, los participantes.
Muchos de estos part¨ªcipes confunden, como Hamid, homosexualidad, pedofilia y prostituci¨®n, "plagas" que achacan a la influencia de los occidentales. "Existe un pa¨ªs que se llama Marruecos en el que pueden hacer lo que les venga en gana", se indigna Hamid que pide que "todos estos criminales sean linchados por la sociedad" y que s¨®lo se permita el turismo familiar.
La polic¨ªa marroqu¨ª desbarat¨® este a?o varias redes de pedofilia y de producci¨®n de pel¨ªculas pornogr¨¢ficas en las que estaban involucrados extranjeros. La prensa islamista ha aprovechado la ocasi¨®n para atacar la relajaci¨®n de costumbres que conlleva el turismo.
"Los que defienden la tolerancia, sean o no homosexuales, son tan numerosos como sus detractores, pero mientras los primeros suelen escribir unas pocas l¨ªneas salpicadas de insultos, los segundos exponen largos razonamientos pausados", comenta Essadi.
"Ignorantes: ?Basta ya de hablar del influjo de Occidente!", responde Mar¨ªa en el foro a los conservadores. "La homosexualidad exist¨ªa en tiempos de las dinast¨ªas ¨¢rabes m¨¢s evolucionadas y era incluso aprobada", a?ade.
"Hay que abolir la dictadura islamo-fundamentalista que es la ¨²nica responsable del malestar de nuestra juventud", insiste Samir desde Casablanca al que los integristas llaman Shamir (nombre jud¨ªo) cuando le contestan denigr¨¢ndole.
Unos pocos aprovechan el foro para narrar la dolorosa aceptaci¨®n de su homosexualidad en una sociedad que les rechaza y en la que deben esconderse. "Soy marroqu¨ª y acabo de comprender que soy lesbiana", afirma Kawtar. "Vivir escondida es la soluci¨®n a nuestros problemas". "Me pregunto hasta cuando deberemos actuar as¨ª ante una sociedad hip¨®crita que considera grave no tanto la homosexualidad como que ¨¦sta trascienda".
Zacharia cuenta que pese a todo es compatible "seguir orando en la mezquita, hacer Ramad¨¢n, pero tener una vida sentimental feliz". A juzgar por las pr¨¦dicas que se pronuncian el viernes en los templos, el im¨¢n no debe de pensar lo mismo.
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