Un juez orgulloso de ser conservador
Jos¨¦ Luis Requero, el magistrado que denunci¨® a Baltasar Garz¨®n, es el m¨¢s pol¨¦mico del Consejo del Poder Judicial
En su despacho del Consejo General del Poder Judicial, en Madrid, hay una foto en la que el juez Jos¨¦ Luis Requero aparece casi irreconocible, con la pinta de un extra de pel¨ªcula americana de acci¨®n, posando en la cubierta del portaviones Roosevelt. Aunque naci¨® en Madrid y no tiene barco, las cosas del mar le apasionan. Una afici¨®n heredada del abuelo materno, que fue marino de guerra en tiempos de la Rep¨²blica. Y para Armada importante la de Estados Unidos, a cuya asociaci¨®n civil -USANavy League- pertenece. A Requero se le ve posando tambi¨¦n en el portaaviones espa?ol Pr¨ªncipe de Asturias. Otra de sus pasiones es su Harley Davidson.
El juez recibe en mangas de camisa y se hace el sorprendido por el inter¨¦s medi¨¢tico hacia su persona. ?Le parece insignificante su denuncia contra Baltasar Garz¨®n por presunto trato vejatorio a tres peritos que relacionaron con ETA el 11-M? Requero protesta. En realidad no fue una denuncia. Se limit¨® a poner en conocimiento de la inspecci¨®n del Consejo las acusaciones contra Garz¨®n publicadas por el diario El Mundo, donde, por cierto, Requero colabora.
Compar¨® el matrimonio gay con la "uni¨®n entre un hombre y un animal"
El vocal m¨¢s pol¨¦mico del actual CGPJ tiene aspecto de espa?ol corriente. Estatura media, con abundante pelo oscuro pese a los 47 a?os cumplidos hace un mes. Miembro del Opus Dei, lleva m¨¢s de 23 a?os casado con una maestra que no ha llegado a ejercer, y tiene 10 hijos entre los 22 y los 10 a?os de edad. Una foto del equipo al completo decora su despacho.
Nacido en el madrile?o barrio de Vallecas el 12 de septiembre de 1959, hijo de un empleado en una firma de electrodom¨¦sticos, Jos¨¦ Luis Requero estudi¨® el bachillerato en un colegio de los dominicos, de clase media, y Derecho (1976- 1981), en el selecto CEU. Ni en uno ni en otro centro recuerdan su nombre. "Nunca ha sido un l¨ªder. No le veo de torero, m¨¢s bien de subalterno. Es un gran magistrado, pero una persona muy discreta", opina su compa?ero Antonio Garc¨ªa, actual portavoz de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM). Requero fue tambi¨¦n portavoz y vicepresidente de la mayoritaria y conservadora APM, hasta 2001, cuando fue elegido vocal del Consejo en la cuota del PP. En aquellos a?os se hizo conocido por sus posiciones corporativas, y por algunas de las sentencias que firm¨® como magistrado de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional.
En la Audiencia coincidi¨® con Garz¨®n, con el que, seg¨²n las malas lenguas, se lleva muy mal. Requero lo niega pero es obvio que le gusta poco el estilo de su colega. "Tiene actuaciones impropias de un juez", dice. Y lo curioso es que tambi¨¦n a ¨¦l le acusan los vocales progresistas de actuaciones impropias de un juez. Desde que lleg¨® al Consejo, su nombre ha estado detr¨¢s de todos los informes pol¨¦micos, virulentamente contrarios a las principales leyes del Gobierno socialista. El primero de todos -a requerimiento del Ejecutivo- fue un tremendo varapalo a la ley contra la violencia de g¨¦nero. Luego llegaron sus informes contra la ley del matrimonio homosexual y contra el Estatuto de Catalu?a, ninguno reclamado por el Gobierno. ?Por qu¨¦ los hizo? "Era mi deber. No debemos consentir que el Gobierno limite nuestras competencias. Las fija la ley".
El documento sobre las bodas gays acab¨® volvi¨¦ndose contra Requero por una frase que desat¨® las iras de los colectivos gays y contribuy¨® a forjar su fama de ultraconservador. "Llamar matrimonio a la uni¨®n de personas del mismo sexo es un cambio radical, como lo ser¨ªa llamar matrimonio a la uni¨®n de m¨¢s de dos personas, [o a ]la uni¨®n entre un hombre y un animal", dec¨ªa la frase en cuesti¨®n. "Era una hip¨¦rbole, una exageraci¨®n", se justifica el magistrado. Pero admite que se equivoc¨®. Y nadie le advirti¨® del error a tiempo.
Normal que no le dijeran nada los vocales elegidos por el PSOE, con los que no mantiene especial relaci¨®n. Mar¨ªa ?ngeles Garc¨ªa, vecina de despacho, recurre a una frase b¨ªblica para definirle. "?l est¨¢ en el camino de la luz, la verdad y la vida" y los desviados somos todos los dem¨¢s". Y Agust¨ªn Azparren, vocal elegido por consenso entre PSOE y PP, piensa en ¨¦l cuando se lamenta en voz alta de que "el Consejo se haya significado por cuestiones de pol¨ªtica general, pese a ser un ¨®rgano de pol¨ªtica judicial". Aun as¨ª, nadie ve a Requero en especial sinton¨ªa con el PP. "Va por libre, aunque respeta la disciplina de voto", dicen.
"Tiene un punto de soberbia", opina otro compa?ero que exige anonimato. "Incluso se enfrenta al presidente. Sus informes y sus argumentos son jur¨ªdicamente muy v¨¢lidos, pero ultraconservadores, sobre todo cuando entra en juego la religi¨®n. Se comporta como un iluminado". Hasta un amigo como Antonio Garc¨ªa, portavoz de la APM, admite que, pese a ser "una persona entra?able", sus ideas "pueden parecer ultramontanas".
?Ultramontano? Requero se queda sorprendido. "Precisamente yo soy una persona con muy pocas cosas claras en la vida, aunque es cierto que esas pocas las defiendo a capa y espada". Y entre esas pocas certezas est¨¢ su convicci¨®n de ser un juez imparcial, a salvo de prejuicios ideol¨®gicos. ?C¨®mo se explica entonces que sus informes y sus sentencias sean tan coherentes con sus convicciones de miembro del Opus Dei? Por ejemplo, la que ech¨® por tierra la campa?a de Asuntos Sociales para potenciar el uso del preservativo: "P¨®nselo. P¨®ntelo".
Una campa?a que a Requero le pareci¨® "procaz". Aunque, dice, "el fallo condenatorio fue porque era una campa?a enga?osa. La OMS ha dicho que el preservativo no es seguro al cien por cien, que hay un elevado margen de error". Dif¨ªcil de aceptar.
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