Cuando la vida vale menos que una bala
132 banqueros y 261 periodistas han muerto asesinados por sicarios en los primeros 10 a?os de la Federaci¨®n de Rusia
En menos de un mes, dos s¨ªmbolos de la lucha por la transparencia -verdad es que en diferentes campos- han sido abatidos por asesinos a sueldo. Andr¨¦i Kozlov, 41 a?os, vicegobernador del Banco Central, fue asesinado el pasado 13 de septiembre, a la salida del estadio donde hab¨ªa estado jugando al f¨²tbol. Kozlov era el responsable de la lucha contra el lavado de dinero que practican muchas entidades bancarias en Rusia. Y hace una semana, la vida de Anna Politk¨®vskaya, de 48 a?os, fue segada por las balas de un sicario: esta periodista pag¨® con su vida las denuncias que constantemente hac¨ªa de las arbitrariedades y delitos cometidos por polic¨ªas, militares y funcionarios de su pa¨ªs.
Ex militares, ex polic¨ªas y j¨®venes delincuentes engrosan las filas de los asesinos a sueldo
Pero estos casos s¨®lo son los ¨²ltimos de una larga lista de asesinatos. En los ¨²ltimos 10 a?os, centenares de altos funcionarios han sido abatidos por sicarios, sin contar los fallecidos en Chechenia. Entre estas v¨ªctimas se encuentran 14 alcaldes (seis de los cuales dirig¨ªan distritos de la provincia de Mosc¨²), viceministros, gobernadores e incluso un vicejefe del Gobierno ruso.
En los primeros 10 a?os de la Rusia independiente 132 banqueros fueron asesinados y m¨¢s de un centenar result¨® herido. En los ¨²ltimos tiempos, los fallecidos de esta profesi¨®n son m¨¢s escasos, pero no hay a?o en que no maten a alguno de ellos. El ¨²ltimo, el mi¨¦rcoles pasado: Alexandr Plojin, gerente de la oficina del Banco de Comercio Exterior (Vnestorgbank) en la c¨¦ntrica calle de Nuevo Arbat, recibi¨® un disparo en la cabeza al salir del ascensor de su casa, en el piso 15.
Los asesinatos por encargo son frecuentes en Rusia. A este m¨¦todo de solucionar los problemas recurren las grandes empresas, donde tienen intereses tanto los criminales como los funcionarios corruptos. Pero los sicarios se utilizan tambi¨¦n para otros trabajos y no son raros los casos de esposas que encargan la muerte de sus maridos. El asesino de un conocido comerciante de Mosc¨² cobr¨® 64.000 euros hace tres a?os, aunque hay "trabajos" mucho m¨¢s baratos cuando los sicarios son simplemente vagabundos o alcoh¨®licos dispuestos a matar por un pu?ado de rublos.
En Rusia no hay escasez de potenciales asesinos a sueldo. Ello se debe, en primer lugar, a que este pa¨ªs y las rep¨²blicas hoy independientes que antes integraban la Uni¨®n Sovi¨¦tica (URSS) han vivido una serie de guerras en los ¨²ltimos decenios: Afganist¨¢n, el Alto Karabaj, el Transdni¨¦ster, la guerra de Georgia con Abjazia y Osetia del Sur, y especialmente Chechenia. En todos estos conflictos han participado rusos, ya sea como voluntarios o como mercenarios.
La mayor¨ªa de los participantes en esos combates adquiri¨® una gran experiencia b¨¦lica, mientras el pa¨ªs que conoc¨ªan desapareci¨® y fue reemplazado por otro en el que no ya hab¨ªa espacio para ellos, salvo el de convertirse en mercenarios de los nuevos capitalistas salvajes que estaban reparti¨¦ndose el gran pastel que hab¨ªa quedado de la ¨¦poca sovi¨¦tica.
"Ahora la nueva generaci¨®n de sicarios es gente que tiene condecoraciones por su labor en las guerras al servicio del Estado. Han pasado por los conflictos y s¨®lo saben matar; son j¨®venes, valientes e innecesarios en la vida normal", seg¨²n la analista del semanario Sovershenno Sekretno (Estrictamente Confidencial) Larisa Kisl¨ªnskaya. "Entre los asesinos a sueldo hay ex polic¨ªas, ex militares, ex oficiales de los servicios secretos", a?ade. "Ellos, superprofesionales que en su tiempo sirvieron a la Patria, quedaron en el borde del camino", escrib¨ªa Kisl¨ªnskaya.
Las informaciones de Kisl¨ªnskaya se ven confirmadas, al menos, por la reciente detenci¨®n del asesino de Otari Kvantrishvili -deportista, mafioso y pol¨ªtico- y de otra decena de personas. Se trata de Alex¨¦i Kuzm¨ªn, alias Liosha Soldado, quien fue teniente mayor de las tropas del Ministerio del Interior y condecorado con la Orden de la Valent¨ªa, seg¨²n explica el oficial de polic¨ªa Alexandr Trushkin.
La otra gran fuente que alimenta las filas de los sicarios se encuentra en las zonas econ¨®micamente paup¨¦rrimas del pa¨ªs. Son estos j¨®venes los que se desplazan a Mosc¨² en busca del ¨¦xito y del dinero f¨¢cil. Muchos de los asesinos a sueldo que han sido detenidos en los ¨²ltimos a?os proceden de lugares situados en el interior de Rusia.
Valent¨ªn Stepankov, ex fiscal general de Rusia, sostiene que se cometen unos 5.000 asesinatos por encargo al a?o. Por eso, la sociedad rusa se conmociona s¨®lo cuando la v¨ªctima es una persona muy conocida por su trabajo en la Administraci¨®n o por su labor pol¨ªtica, econ¨®mica o period¨ªstica.
Los periodistas, especialmente los de investigaci¨®n, son blanco frecuente de los sicarios. Como Dmitri J¨®lodov, al que mataron por el procedimiento de enviarle un paquete-bomba en el a?o 1994. J¨®lodov investigaba la corrupci¨®n de generales rusos que participaban en la retirada de las tropas destacadas en el territorio de la antigua Alemania del Este.
Los militares acusados de cometer el asesinato del periodista fueron exculpados en dos ocasiones por el Tribunal Militar de Mosc¨².
Otro caso conocido es el de la periodista Larisa Y¨²dina, cuyo cad¨¢ver fue encontrado en un estanque de los alrededores de Elist¨¢, la capital de Kalmikia, en 1998. Los ejecutores, un ex asesor del presidente de esa rep¨²blica de la Federaci¨®n Rusa, y un delincuente fueron condenados a 21 a?os de prisi¨®n. Pero muchos colegas piensan que quien encarg¨® su muerte por apu?alamiento fue el l¨ªder kalmiko, blanco de las cr¨ªticas de Y¨²dina.
Hace dos a?os, muri¨® tiroteado el director de la versi¨®n rusa de la revista Forbes, el estadounidense Paul Jl¨¦bnikov. La polic¨ªa detuvo entonces a dos chechenos a los que acus¨® de su asesinato, pero fueron declarados inocentes.
En total, 261 periodistas han sido v¨ªctimas de los sicarios en los ¨²ltimos 10 a?os, seg¨²n el presidente de la Uni¨®n de Periodistas de Rusia, Vlad¨ªmir Bogd¨¢nov.
Si a veces la polic¨ªa logra encontrar y condenar a los asesinos a sueldo, pr¨¢cticamente nunca puede juzgar a los que encargaron el crimen. Lo que deja la posibilidad de usar estos asesinatos con fines pol¨ªticos, para culpar a las autoridades o para que ¨¦stas culpen a sus enemigos. As¨ª ha sucedido con el asesinato de Politk¨®vskaya. Mientras muchos apuntan su dedo acusador al Kremlin, el presidente Vlad¨ªmir Putin declar¨® en Dresde (Alemania) que tiene "informaci¨®n bastante fidedigna de que mucha gente que se esconde de la justicia rusa hace tiempo que planeaban sacrificar a alguien para crear una ola antirrusa en el mundo".
Seg¨²n el popular peri¨®dico Moskovski Komsom¨®lets, Putin no les nombr¨®, pero ten¨ªa en mente a Leonid Nevslin, socio del encarcelado Mija¨ªl Jodorkovski y uno de los principales accionistas de Menatep, y a Bor¨ªs Berezovski, el m¨¢s intransigente opositor al actual l¨ªder ruso. El primero se ha refugiado en Israel y el segundo en Inglaterra.
Otro diario, Komsom¨®lskaya Pravda, desarrolla la idea del presidente y se?ala que los opositores al Kremlin quer¨ªan convertir a la investigadora en lo que fue para Ucrania el asesinato del periodista Gueorgui Gongadze. Con ¨¦l comenz¨® el movimiento contra el r¨¦gimen de Leonid Kuchma que desemboc¨® en la revoluci¨®n naranja.
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