Un objetivo compartido con los socios europeos
Es evidente que una mejor preparaci¨®n acad¨¦mica conlleva mayor formaci¨®n, facilitando el acceso en la vida laboral a puestos de trabajo m¨¢s cualificados, mejor retribuidos y con mayores posibilidades de movilidad y ascenso. Por eso, y una vez generalizada la educaci¨®n obligatoria hasta los 16 a?os, tanto en Espa?a como en el resto de la Uni¨®n Europea, se hace prioritario prolongar la posterior escolarizaci¨®n de los j¨®venes.
En nuestro pa¨ªs, en el a?o 2004, el porcentaje de personas entre 18 y 24 a?os de edad que ten¨ªan como estudios m¨¢ximos la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria o niveles inferiores que no continuaban form¨¢ndose, era del 30,4%.
La Uni¨®n Europea se ha marcado como objetivos para 2010 reducir a la mitad el n¨²mero de personas de 18 a 24 a?os que no prosiguen sus estudios tras acabar la secundaria (el cumplimiento de este objetivo supondr¨ªa rebajar la cifra actual del 15,9% hasta un 10%) e incrementar la proporci¨®n de titulados en educaci¨®n secundaria superior hasta un 85%.
Espa?a est¨¢ lejos de alcanzar esta cifra puesto que, a d¨ªa de hoy, est¨¢ situada en una de las posiciones m¨¢s desfavorables de toda la Uni¨®n. Por lo que para alcanzar lo marcado por la Uni¨®n Europea se requiere una actuaci¨®n coordinada y muy exigente de todas las administraciones educativas. El sistema educativo espa?ol debe hacer un esfuerzo enorme y urgente en los pr¨®ximos a?os para la mejora de los objetivos compartidos con sus socios europeos.
Nuestro compromiso sindical y social, ante el n¨²mero de alumnos que a?o tras a?o abandonan sus estudios incrementando los ¨ªndices de fracaso escolar, nos lleva a plantear la posibilidad de establecer una ordenaci¨®n acad¨¦mica del bachillerato que permita alcanzar los objetivos del mismo en tres a?os para aquellos estudiantes que lo precisen.
Se trata de adaptar el bachillerato actual, que se cursa en dos a?os, a las necesidades de los alumnos, como ya se hace en la secundaria obligatoria, en la que se realizan programas espec¨ªficos tales como la diversificaci¨®n curricular, que trata de dar respuestas a los alumnos con mayores dificultades para conseguir el t¨ªtulo b¨¢sico. La medida podr¨ªa encajarse en el art¨ªculo 32 de la LOE, en el que se habla del bachillerato, que "se organizar¨¢ de forma flexible" y en el que se podr¨¢ "permanecer durante cuatro a?os". Es un art¨ªculo de car¨¢cter b¨¢sico.
Entendemos que hay margen legal para incorporar un tratamiento diferenciado para los alumnos que, por determinadas circunstancias, no es previsible que concluyan sus estudios con la organizaci¨®n general de las ense?anzas del bachillerato y que, sin embargo, ser¨ªa posible con una distinta distribuci¨®n temporal de los contenidos.
Este nuevo recurso del bachillerato, junto con una buena orientaci¨®n hacia la Formaci¨®n Profesional (en Europa el 32% de los alumnos est¨¢n en la FP, mientras que en Espa?a est¨¢n el 21%) podr¨ªa incidir en la disminuci¨®n de los alumnos que abandonan sus estudios.
Carlos L¨®pez Corti?as es secretario general de la Federaci¨®n de Ense?anza de la UGT.
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