Sin miedo

Atendamos a las fuentes autorizadas como el semanario Alfa y Omega, que edita la Fundaci¨®n San Agust¨ªn del Arzobispado de Madrid y encarta como una mortificaci¨®n cada jueves el diario Abc. Su ¨²ltima entrega, correspondiente al pasado d¨ªa 12, parece dedicada de manera monogr¨¢fica a la cuesti¨®n de "Fe y pol¨ªtica". Se abre con un trabajo, "Ser cat¨®lico es vivir sin miedo", de su director Miguel ?ngel Velasco Puente, seg¨²n el cual "en el espacio p¨²blico y en la sociedad civil, los creyentes deber¨ªan ser bienvenidos, y sus argumentos deber¨ªan ser tenidos en consideraci¨®n como los de cualquier otra persona". O sea, que el lector se ve inducido a concluir que se est¨¢ reclamando una equiparaci¨®n de la que ahora los creyentes carecer¨ªan. La portada y las p¨¢ginas interiores est¨¢n ilustradas con fotograf¨ªas contundentes, no de procesiones o vigilias de oraci¨®n, sino de manifestaciones de protesta con vistas a la plaza de la Independencia y a la de Cibeles.

Enseguida viene una encuesta titulada "En un ambiente hostil, nuestro compromiso es mayor" que parecer¨ªa remitirnos a una realidad ambiental de grave adversidad para los cat¨®licos que resulta imposible identificar en los actuales momentos de nuestro pa¨ªs. A continuaci¨®n, el redactor Juan Luis V¨¢zquez D¨ªaz-Mayordomo se lanza por la pendiente con una columna "La v¨ªctima 818... y ?todo para qu¨¦?", donde comenta el suicidio del hijo de un polic¨ªa asesinado por ETA, se adhiere a lo dicho en la cadena COPE, que consideraba la mesa de negociaci¨®n como una victoria de los terroristas, y concluye que los intentos de inhabilitar a las v¨ªctimas en el proceso son una brutalidad insostenible desde el punto de vista moral y que los que han trabajado por ellas no pueden aceptar que todo el sacrificio, el miedo y el dolor, sean para nada.

Se hace o¨ªr tambi¨¦n la voz paternal del cardenal arzobispo, para quien "evangelizar no es viable sin los medios de comunicaci¨®n". Su exhortaci¨®n pastoral de la semana se intitula: "La televisi¨®n cat¨®lica: una necesidad urgente". Monse?or Rouco se refiere al I Congreso Mundial de Televisiones Cat¨®licas celebrado en d¨ªas pasados y reclama el apoyo firme y generoso de los cat¨®licos madrile?os "al proyecto, cada vez m¨¢s cuajado t¨¦cnica y eclesialmente, de nuestra televisi¨®n diocesana, TMT, asociado al gran proyecto com¨²n de la Iglesia en Espa?a, Popular televisi¨®n, proyecto que se destaca, dentro del panorama de las ofertas televisivas existentes, por sus programas informativos y formativos, de entretenimiento y diversi¨®n, en los que la positiva y clara propuesta de la visi¨®n de la vida inspirada y configurada por el Evangelio de Jesucristo, testimoniado y vivido en la comuni¨®n de la Iglesia, constituye su criterio determinante". Colaboremos, pues, hermanos para que pronto la COPE tenga un hermanito televisivo, que cumpla un papel an¨¢logo imbuido por el mismo esp¨ªritu de caridad ejemplar.

Por si fuera poco Alfa y Omega incluye una entrevista a doble p¨¢gina con Alfonso Coronel de Palma tras algo m¨¢s de dos meses en la presidencia ejecutiva de la cadena COPE. Don Alfonso reitera el deseo de ofrecer una informaci¨®n veraz con dos l¨ªmites: la dignidad de las personas y el bien com¨²n. Deseos que minuto a minuto se ven cumplidos con creces a trav¨¦s de las frecuencias de la COPE. Pero lo mejor son las preguntas que le plantea la redacci¨®n del semanario cat¨®lico. En una de ellas quieren saber "?por qu¨¦ hay tanto sectarismo y tan poco sentido com¨²n en el ¨¢mbito de los medios de comunicaci¨®n?". En la siguiente, le interrogan sobre "?por qu¨¦ tanta crispaci¨®n y tanta intolerancia en nuestra sociedad?". Pero, ?se puede inquirir acerca del sectarismo, la falta de sentido com¨²n, la crispaci¨®n y la intolerancia al presidente de la COPE como si la cadena radiof¨®nica del odio, el antagonismo, la discordia y la ciza?a fuera ajena a la inoculaci¨®n de esos venenos en el torrente intravenoso de la sociedad?

La ¨²ltima cuesti¨®n suscitada trata de saber por qu¨¦ de la COPE se dice siempre que es de los obispos y en los dem¨¢s medios apenas se hace menci¨®n a su propiedad. Para Coronel de Palma esa expresi¨®n, de los obispos, trasluce cierta suspicacia y olvida que existen otros copropietarios. Enseguida a?ade que una cadena de radio no puede simplemente identificarse con su grupo mayoritario accionarial. O sea, que las responsabilidades, al maestro armero.