Pesos mosca

?Qu¨¦ se aguanta sobre sus patas traseras y suelta pu?etazos con las delanteras, boxeando y peleando como un p¨²gil de cuatro brazos? La respuesta es una variedad de laboratorio de la mosca del vinagre criada para ser m¨¢s agresivas con los de su especie. Las combativas moscas han sido criadas por Herman A. Dierick y Ralph J. Greenspan, dos bi¨®logos del Instituto de Neurociencias de San Diego (EE UU). Su objetivo es descubrir los circuitos neuronales que son modificados gen¨¦ticamente cuando las moscas desarrollan una conducta agresiva.

En la naturaleza, las moscas del vinagre son bastante hostiles entre s¨ª. Los machos se pelean por echar a otros machos de algunas viviendas preciadas, como un melocot¨®n podrido, donde a las hembras les gusta congregarse. Pero cuando se las cr¨ªa en laboratorio, las generaciones posteriores no tardan en ser domesticadas. Dierick y Greenspan supusieron que, debido a que esta conducta se perd¨ªa con facilidad, ser¨ªa bastante sencillo recuperarla si se aplicaba la presi¨®n selectiva adecuada. Los machos que luchaban con mayor fiereza eran aspirados de sus peque?os ruedos con una pipeta y se les recompensaba convirti¨¦ndoles en padres de la siguiente generaci¨®n.

No empezaron a surgir machos m¨¢s agresivos hasta cinco generaciones despu¨¦s, y llegada la vigesimoprimera, Dierick descubri¨® que la agresividad de los machos de la mosca de la fruta era 30 veces mayor, seg¨²n un sistema de puntuaci¨®n que desarroll¨® ¨¦l mismo. Dierick les cort¨® la cabeza a 100 ejemplares macho, moli¨® las cabezas y midi¨® los cambios en la actividad de sus genes cerebrales. En las moscas agresivas hab¨ªa cambios en la actividad de unos 80 genes -de un total de 14.000-, en comparaci¨®n con las moscas de la poblaci¨®n original. Dos de los genes m¨¢s alterados son los que participan en la detecci¨®n de las feromonas, seg¨²n explican en Nature Genetics.

Seg¨²n Greenspan, dilucidar c¨®mo los genes organizan circuitos para gobernar la conducta ser¨ªa de gran importancia para comprender qu¨¦ enoja a las moscas o a las personas.