El mayor experimento electr¨®nico musical
Es dif¨ªcil catalogar Electroplankton como un t¨ªpico videojuego. Se acerca m¨¢s a un instrumento musical que a lo que habitualmente se utiliza para pasar el rato jugando. Gracias a las particulares caracter¨ªsticas de la consola, tanto por su pantalla t¨¢ctil como por la incorporaci¨®n del micr¨®fono, el artista Toshio Iwai ha dado rienda suelta a su creatividad para ofrecer una herramienta tan peculiar.
Iwai gan¨® en 1985 el Premio de Arte Contempor¨¢neo de Jap¨®n y su obra se expone en el museo Ghibli de Tokio. En Barcelona no es un desconocido puesto que actu¨® en el pasado S¨®nar, junto con otra estrella japonesa como es Ryoji Ikeda.
El programa que Nintendo ha decidido lanzar en Europa, tras comprobar que era uno de los m¨¢s importados, se inscribe dentro de la colecci¨®n Touch Generations!, una lista de t¨ªtulos para la consola de dos pantallas dirigidos a un p¨²blico a los que los videojuegos les han dejado hasta la fecha m¨¢s bien fr¨ªos. El objetivo es conseguir nuevos consumidores y ampliar as¨ª las ventas.
'Electroplankton'
Distribuidora: Nintendo
Plataforma: Nintendo DS
G¨¦nero: Musical
Precio: 39,95 euros
Mayores de 3 a?os
Internet: http://electroplankton.nintendo.es
Electroplankton convierte la port¨¢til Nintendo DS en una partitura en blanco para empezar a componer. Como bien indica el t¨ªtulo del juego se crear¨¢ m¨²sica electr¨®nica gracias a unos seres microsc¨®picos y muy acu¨¢ticos, el plancton. De una manera bastante sencilla, aunque en ocasiones se pude llegar a complicar mucho, el programa permite experimentar con efectos de sonido y visuales para componer una melod¨ªa m¨¢s o menos elaborada.
A disposici¨®n del compositor est¨¢n estas criaturas microsc¨®picas de las que existen 10 tipos. Cada uno de ellas act¨²an de forma distinta, por ejemplo, los Hanenbow consiguen crear sonidos chocando contra las hojas de una planta. El objetivo del jugador es mover las hojas para conseguir que el bicho las toque todas. Con los Rec-Rec se puede grabar la voz, gracias al micr¨®fono de la consola, y comprobar c¨®mo se puede distorsionar o repetir en funci¨®n del comp¨¢s.
Es dif¨ªcil ponerle una etiqueta a este "no juego", como han decidido llamarlo sus propios creadores, pero lo que est¨¢ claro es que es el mayor experimento electr¨®nico que puede encontrarse en las tiendas en este momento.
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