El actor muestra su Cuba en el pa¨ªs de los 'chollos'

La gran apuesta de la Mostra para dotar de glamour a la ceremonia de apertura del festival fue el actor norteamericano de origen cubano Andy Garc¨ªa. Pero, siguiendo la tradici¨®n instaurada hace a?os por el certamen de traer estrellas a golpe de talonario, Garc¨ªa ha venido a Valencia a cambio de 30.000 d¨®lares (unos 24.000 euros), un precio muy inferior al cach¨¦ que exigen las estrellas de Hollywood por acercarse a Europa. El problema estriba en que el protagonista de El padrino III o Jennifer 8 viene a Espa?a a promocionar su primera pel¨ªcula como director, The lost city, algo muy com¨²n entre los actores norteamericanos pero que suele ser costeado por las distribuidoras nacionales. De hecho, Garc¨ªa ha aprovechado el viaje a nuestro pa¨ªs, costeado con fondos de la Mostra, para hacer sus propios bolos de publicidad para su filme. El martes estuvo en Madrid, donde concedi¨® una multitudinaria rueda de prensa y atendi¨® a todos los medios de comunicaci¨®n, y ayer y hoy cumple sus compromisos con el festival valenciano, que, al fin y al cabo, es el que lo ha tra¨ªdo a Espa?a. Pero ya se sabe que la Comunidad Valenciana se ha convertido en una mina para las gentes del cine: sin ir m¨¢s lejos, en el estreno de Tirant lo Blanc, de Vicente Aranda, el pasado mes de abril, los invitados de cierto renombre (sin ninguna relaci¨®n con la pel¨ªcula) cobraron hasta 3.000 euros s¨®lo por pasearse por la alfombra roja de acceso al Palau de les Arts, donde se ofrec¨ªa el estreno mundial del filme. Esas cantidades fueron sufragadas por la Generalitat, con cargo a los presupuestos p¨²blicos, claro.

La Mostra confirm¨® ayer que el compromiso adquirido con Andy Garc¨ªa comenzaba "a las dos de la tarde , con la recepci¨®n oficial en el Ayuntamiento de la ciudad" y que, hasta ese momento, Garc¨ªa era "libre de hacer lo que quisiera". En todo caso, el actor nacido en La Habana cumpli¨® con sus compromisos y acudi¨®, tras la gala de inauguraci¨®n de la Mostra, a la presentaci¨®n oficial de The lost city en los cines UGC, donde se proyectan las pel¨ªculas del festival.

Ambientada en los convulsos a?os de la revoluci¨®n cubana, The lost city intenta ser una par¨¢bola de todos aquellos desencantados con el cambio impulsado por Fidel y el Che en un pa¨ªs torturado por la dictadura de Batista, pero tanto el discurso que propone su autor, con palpable tufillo a panfleto anticastrista, como su estructura cinematogr¨¢fica, que avanza al ritmo de un telefilme de segunda, la convierten en un aburrido melodrama de casi dos horas y media de duraci¨®n m¨¢s cercana a la pesadilla que al entretenimiento.