Amistades peligrosas en la Uni¨®n

G¨¹nter Verheugen, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea y comisario de Industria y Energ¨ªa, ha saltado a la primera p¨¢gina de algunos medios alemanes acusado de favoritismo por el nombramiento de su jefa de gabinete, Petra Erler, el pasado mes abril. La pol¨¦mica, cargada con fuertes dosis de puritanismo e intransigencia calvinista, se desat¨® a principios de esta semana tras la publicaci¨®n de una fotograf¨ªa de Verheugen, casado y de 62 a?os, y Erler, de 48, cogidos de la mano, paseando en una playa de Lituania, en el semanario alem¨¢n Focus. La oleada de cr¨ªticas ha puesto al descubierto, sin embargo, las tensiones internas en el seno de la Comisi¨®n entre los distintos comisarios y las conflictivas relaciones de poder entre ¨¦stos y los altos funcionarios.

Dur?o Barroso recalca que el vicepresidente europeo cuenta con toda su confianza

Verheugen se enfrent¨® a los funcionarios comunitarios para tratar de reducir la burocracia

La publicaci¨®n de esta imagen, tomada el pasado mes de agosto, provoc¨® el inicio de una inusitada oleada de acusaciones y sospechas contra el comisario, por haber designado para un puesto relevante a una funcionaria de su departamento con la que manten¨ªa una vieja y conocida amistad. La promoci¨®n al nuevo puesto signific¨® para Erler un aumento de sus ingresos mensuales de 9.300 a 11.900 euros mensuales. Fuentes de Comisi¨®n Europea precisaron, poco despu¨¦s de desatarse la pol¨¦mica, que la funcionaria hab¨ªa sido promocionada teniendo en cuenta ¨²nicamente "sus competencias profesionales".

El propio Verheugen sali¨® en su defensa asegurando que "las competencias de Erler" eran "indiscutibles" y que en la decisi¨®n no hab¨ªa mezclado los asuntos privados con los profesionales.

Pero la insistencia en las acusaciones arreci¨® a pesar de estas justificaciones, hasta el punto de que forz¨® la intervenci¨®n del presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, quien manifest¨® con toda contundencia que Verheugen gozaba de "toda" su "confianza". Tambi¨¦n ha salido en su defensa el jefe de la diplomacia alemana, Frank Walter Steinmeier, al manifestar que: "Ninguna persona conoce mejor que ¨¦l la Uni¨®n Europea".

El esc¨¢ndalo se ha producido sorprendentemente un mes despu¨¦s de que el comisario Verheugen hubiera criticado el "excesivo poder de los altos funcionarios" de Bruselas, que neutralizaba muchas de sus iniciativas dirigidas a reducir el papeleo, la burocracia y la maquinaria administrativa. En concreto, Verheugen se quej¨® de las trabas impuestas por muchos funcionarios a su plan de reducir la legislaci¨®n comunitaria, que consideraba obsoleta y representa m¨¢s del 25% de las normativas vigentes. Un plan que en todo momento cont¨® con el apoyo del presidente Barroso y que constituye una de las estrategias fundamentales de la Comisi¨®n Europea para aumentar la competencia de las empresas. Las cr¨ªticas de Verheugen, efectuadas a principios del pasado septiembre, provocaron una fuerte indignaci¨®n entre los funcionarios de Bruselas, que explicitaron su malestar por la imposibilidad de defenderse de las mismas p¨²blicamente.

El pulso entre el vicepresidente y los funcionarios se ha visualizado de una manera especialmente significativa con los altos cargos de lo departamentos que dirigen los comisarios Stavros Dimas (Medio Ambiente) y Markos Kyprianou (Salud y defensa de los Consumidores). Dos departamentos cuya producci¨®n legislativa choca con reiterada frecuencia con los intereses de los grandes sectores industriales, que con frecuencia buscan el apoyo de Verheugen para la defensa de sus intereses. Unos sectores en los que Alemania, por su peso industrial, tiene una posici¨®n muy relevante.

Independientemente de estos conflictos recientes, la influencia pol¨ªtica de Verheugen tambi¨¦n hab¨ªa palidecido de manera sustancial durante el ¨²ltimo a?o, lo que se hab¨ªa puesto de manifiesto con una creciente p¨¦rdida de protagonismo en las manifestaciones exteriores de la Comisi¨®n.

El que parec¨ªa que iba ser el todopoderoso comisario alem¨¢n, con un s¨®lido prestigio en su gesti¨®n como anterior comisario de la gran ampliaci¨®n, entre 1999 y 2004, ha ido quedando relegado a un segundo plano. Dentro de la Comisi¨®n, el protagonismo lo ejercen de manera creciente la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, o el de Mercado Interior y Servicios, Charlie McCreevy. Sorprende igualmente que tanto el espa?ol Joaqu¨ªn Almunia, comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, como Kroes (Holanda), McCreevy (Irlanda) o Viviane Reding, comisaria de Telecomunicaciones (Luxemburgo), est¨¢n adquiriendo un protagonismo m¨¢s notable que los de los grandes pa¨ªses Alemania (Verheugen) o Francia (Jacques Barrot).

Este desajuste en el reparto de papeles e influencias en el seno del Ejecutivo Comunitario se compensa despu¨¦s con las decisiones del Consejo, en las que los Estados miembros tienen la ¨²ltima palabra y hacen valer el peso real de su fuerza pol¨ªtica. Todo un mecanismo especialmente complejo, al que si se le a?ade la intervenci¨®n del Parlamento, pone en evidencia las dificultades de la estructura comunitaria para tomar medidas ¨¢giles, r¨¢pidas y eficientes antes los problemas que afectan a los ciudadanos. Un sistema que en cierta medida Verheugen quiere mejorar.