"La mejor inversi¨®n contra la pobreza es la educaci¨®n"
Ann Veneman habla bajito y sin alharacas, pero sus palabras retruenan: tr¨¢fico de ni?os, malnutrici¨®n, maltrato infantil, abusos sexuales... Esta estadounidense de 57 a?os es desde mayo del a?o pasado directora ejecutiva de Unicef, la emblem¨¢tica organizaci¨®n de Naciones Unidas para la infancia que el pr¨®ximo diciembre cumplir¨¢ 60 a?os y que Veneman querr¨ªa jubilar porque ello indicar¨ªa que ya ha cumplido sus objetivos. "La mejor inversi¨®n contra la pobreza y de protecci¨®n de la infancia es lograr que todos los ni?os, y especialmente las ni?as, vayan a la escuela", afirma Veneman, quien ayer recogi¨® en Oviedo el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia.
Pregunta. ?Qu¨¦ supone para Unicef la concesi¨®n del Pr¨ªncipe de Asturias?
"Es fundamental eliminar las tasas escolares en el Tercer Mundo; de lo contrario, los ni?os no van a la escuela o s¨®lo van los ni?os y no las ni?as"
"No hay duda de que los pa¨ªses ricos deben reducir pr¨¢cticamente a cero los subsidios agr¨ªcolas que alteran el mercado"
Respuesta. Un gran honor, y m¨¢s a¨²n coincidiendo con nuestro 60? aniversario. Es hora de mirar atr¨¢s y ver todo lo que hemos conseguido para la infancia desde que se empez¨® a trabajar, en 1946, como organizaci¨®n de emergencia para hacer llegar leche a los ni?os, mayoritariamente en Europa y Jap¨®n. En este tiempo se ha reducido la mortalidad infantil, se han eliminado algunas enfermedades... Muchos indicadores han mejorado, pero queda mucho trabajo por hacer.
P. ?Por ejemplo?
R. ?Todav¨ªa hay m¨¢s de 10 millones de ni?os que mueren cada a?o por enfermedades que podr¨ªan ser evitables! ?Y 115 millones que no van a la escuela! En muchos lugares del mundo deben ser protegidos de las redes de tr¨¢fico humano. Hay tanto a¨²n por hacer... Ojal¨¢ que alg¨²n d¨ªa dejemos de ser necesarios y podamos decir: qu¨ªtenos de en medio. Querr¨ªa decir que hemos logrado los objetivos, pero estamos a¨²n muy lejos de lograrlo.
P. ?Realmente ha mejorado mucho la situaci¨®n de la infancia en estos 60 a?os?
R. S¨ª, s¨ª. A veces estamos tan concentrados en las necesidades acuciantes que olvidamos que hemos recorrido ya un largo camino. Hace 60 a?os, los ni?os en Europa, tras la guerra, no ten¨ªan ni comida. Si se mira el progreso que en pocos a?os se ha hecho en un pa¨ªs como China, o en muchos lugares de Am¨¦rica Latina, hay razones para el optimismo. Para nosotros, esto significa que debemos fijar muy bien nuestros objetivos, concretarlos de forma muy espec¨ªfica, y destinar nuestros recursos a las ¨¢reas de mayor necesidad.
P. El objetivo prioritario, ahora, parece ?frica, de donde no llegan casi nunca buenas noticias hasta el punto que cada a?o parece peor que el anterior. ?Qu¨¦ hay que hacer para cambiar esta situaci¨®n?
R. Yo no dir¨ªa necesariamente que cada a?o parece peor que el anterior. Hay que tener siempre presente una premisa muy importante: ?frica no es un pa¨ªs. Hay m¨¢s de 40, muy distintos. Sur¨¢frica, por ejemplo, tiene un problema terrible con el VIH, pero cada vez se desarrolla m¨¢s y Johannesburgo parece incluso Nueva York. Si vas a la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, ves un pa¨ªs que viene de a?os de guerra y no te llevas la impresi¨®n de que las cosas van peor. En lugares donde las guerras no acaban, obviamente se empeora. Pero hay muchos otros lugares donde hay desarrollo, experiencias de progreso.
P. ?Qu¨¦ puede hacerse, de forma concreta?
R. Nosotros nos hemos centrado mucho en proyectos que tratan de integrar a toda la comunidad y abordan los problemas como un conjunto, no cada uno aisladamente. Llevar atenci¨®n m¨¦dica a cada comunidad es esencial: permite examinar a una mujer embarazada desde el principio, evaluar la nutrici¨®n y completarla, hacerle la prueba del VIH y as¨ª reducir las posibilidades de que lo transmita en el parto, repartir medicamentos contra la malaria... Todo esto ser¨¢ clave para el futuro beb¨¦ y hemos tenido experiencias muy positivas: hemos conseguido en algunos planes bajar el 50% la mortalidad infantil. Obviamente, la educaci¨®n es otra ¨¢rea imprescindible: llevar a los ni?os a la escuela y, en particular, a las ni?as.
P. La educaci¨®n es a veces cara y las familias pobres tienen otras prioridades para conseguir sobrevivir.
R. Por esto es fundamental eliminar las tasas. De lo contrario, los ni?os no van. O s¨®lo van los ni?os y no las ni?as.
P. ?Hay que imponer la educaci¨®n a las ni?as incluso si en determinadas sociedades choca con barreras culturales?
R. Es muy dif¨ªcil justificar una cultura que deje fuera a la mitad de su poblaci¨®n. Y muchas veces lo que hay detr¨¢s es un problema econ¨®mico, m¨¢s que cultural. Todos los ni?os tienen el derecho a ir a la escuela. No puede tolerarse que en tantos lugares se nieguen derechos b¨¢sicos a las mujeres. Si las ni?as no van a la escuela, todos los indicadores se ven afectados, tambi¨¦n el de pobreza. Si la madre fue a la escuela ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que sus hijas e hijos tambi¨¦n vayan y tengan m¨¢s oportunidades de sobrevivir. Dar educaci¨®n -y de forma espec¨ªfica, a las ni?as- es la mejor inversi¨®n que podemos hacer para proteger a la infancia y luchar contra la pobreza.
P. Usted fue secretaria de Agricultura de George W. Bush. ?No comparte la opini¨®n de quienes subrayan que la mejor forma de erradicar la pobreza ser¨ªa eliminar las subvenciones agrarias en los pa¨ªses ricos?
R. No hay duda de que los subsidios agr¨ªcolas tienen que reducirse. Pero hay mucha variedad. Los que alteran el mercado deben reducirse pr¨¢cticamente a cero. Pero hay que respetar a los que buscan mejoras medioambientales, por ejemplo. No puede hablarse de los subsidios como si fuera algo de todo o nada.
P. ?Y de verdad intent¨® reducir los subsidios agrarios desde el Gobierno de EE UU?
R. ?S¨ª! Pero, como sabe, los europeos, los japoneses y otros se resisten a reducirlos de forma significativa. Espero que pronto se vuelva a la mesa [en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio] porque es b¨¢sico para el desarrollo.
P. Un reciente informe de Naciones Unidas subrayaba que la violencia contra los ni?os no es patrimonio del Tercer Mundo, sino que tambi¨¦n estaba muy extendida en los pa¨ªses ricos.
R. Este informe es muy importante: nos recuerda que no hay ¨¢reas seguras, que hay violencia contra la infancia en todos lados, aunque, eso s¨ª, de forma muy distinta. Es muy com¨²n pegar a los ni?os; en muchos lugares est¨¢ permitido en las escuelas. Es urgente tener leyes de protecci¨®n y garantizar que se cumplan.
P. ?Espa?a cumple?
R. No conozco mucho la situaci¨®n legal de Espa?a, pero lo impresionante es que sit¨²a como prioridad a los ni?os. Este premio que nos otorgan es muy significativo del gran inter¨¦s que tiene. Y luego hay otros indicadores que van en la misma direcci¨®n: la contribuci¨®n econ¨®mica a Unicef se ha incrementado de forma significativa, el comit¨¦ espa?ol es de los que tiene m¨¢s voluntarios... Est¨¢ tambi¨¦n la publicidad del Bar?a y ahora el equipo espa?ol de baloncesto, que nos ha donado su propio premio a Unicef. Que el ganador de un galard¨®n lo done a otro ganador me parece maravilloso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.