El cielo azul de Uruguay

CADA VEZ que vuelvo a Uruguay recuerdo lo que dice el cantautor uruguayo Jos¨¦ Carbajal, El Sabalero, en una de sus canciones: "Volver, volver a ver tu cielo azul...". Pero no es s¨®lo el cielo lo que nos enamora de ese paisito; es la cordialidad de la gente, su sencillez, que inspira confianza y nos hace sentir como en casa. En la cadena de playas que bordea Montevideo y contin¨²a en la franja atl¨¢ntica por el este hasta el l¨ªmite con Brasil disfrutamos de sus finas arenas y de ese mar cambiante, de manso a brav¨ªo, seg¨²n sea antes o despu¨¦s de Punta del Este. En esta ciudad balneario se vive deprisa por lo poco que dura el verano; por eso se acumulan los conciertos, los espect¨¢culos y los concursos de belleza.

Hay que recorrer el litoral del r¨ªo Uruguay, cuya ribera oeste es suelo argentino. Partiendo de la sure?a ciudad de Colonia, donde el r¨ªo Uruguay se junta con el de la Plata, a 120 kil¨®metros de Montevideo, con sus barrios que a¨²n mantienen las reliquias arquitect¨®nicas y urban¨ªsticas desde la ¨¦poca de la independencia (hace s¨®lo 180 a?os), y llegando hasta la norte?a Bella Uni¨®n, junto a la frontera brasile?a, pasando por la ciudad de Salto, naranjera por excelencia, nos traemos, adem¨¢s del disfrute de paisajes v¨ªrgenes o de sus piscinas de aguas termales, el calor de la gente que se desvive por atendernos. Cuando nos vamos de Uruguay pensamos siempre en regresar, por su gente y por volver a ver su cielo azul.

Cu¨¦ntenos su viaje a sus destinos favoritos, en 30 l¨ªneas y con alguna fotograf¨ªa. EL PA?S (El Viajero). Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid. Los autores de las cartas publicadas recibir¨¢n una camiseta especial de El Viajero.