"Hoy en d¨ªa, 80 a?os los cumple cualquiera"
Ma?ana, 24 de octubre, cumple 80 a?os el escritor y guionista cinematogr¨¢fico Rafael Azcona. Nacido en Logro?o y afincado en Madrid desde los primeros a?os cincuenta, hace tiempo que se ha convertido en un nombre esencial en la historia del cine espa?ol, para el que ha escrito docenas de guiones, desde aquel primero de El pisito que llev¨® al cine su descubridor y amigo Marco Ferreri en 1958, hasta el ¨²ltimo, de momento, Mar¨ªa querida, que firm¨® en 2004 su amigo y admirador Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez. A¨²n le quedan por estrenar varios m¨¢s -adaptaciones de Valle-Incl¨¢n y de Alberto M¨¦ndez, por ejemplo- y tiene de nuevo en el mercado algunas de las novelas que publicara antes de aterrizar en el cine (Estrafalarios I, volumen que re¨²ne tres de sus novelas cortas; El repelente ni?o Vicente y Los europeos).
"Sigo fiel a Baroja, a Ch¨¦jov, a Poe, a Maupassant, pero no a Azor¨ªn, a Dostoiesvski, a Balzac..."
Pregunta. ?Ochent¨®n?
Respuesta. Pues s¨ª. Una haza?a que no tiene ning¨²n m¨¦rito, porque hoy en d¨ªa 80 a?os los cumple cualquiera, como dej¨® dicho mi admirado Eusebio Garc¨ªa Luengo.
P. Ram¨®n y Cajal, al llegar a esa edad, escribi¨® El mundo a los ochenta a?os.
R. S¨ª. Y Mesonero Romanos unas memorias. Yo no me atrever¨ªa a hacer ninguna de las dos cosas. Con el mundo me sucede lo que con la inform¨¢tica: cada d¨ªa que pasa me resultan m¨¢s incomprensibles. Me acuerdo cuando compr¨¦ mi primer ordenador, hace ya 20 a?os: para dominarlo bastaba con teclear "7+Enter" en el momento oportuno; en cuanto al mundo, en mi infancia era una naranja achatada por los polos y si la catabas ibas al infierno: m¨¢s claro, imposible. En cambio, hoy, la simple lectura del peri¨®dico te puede provocar una inflamaci¨®n de las meninges.
P. Vayamos por partes o, siguiendo su h¨¢bito de lectura, por las tradicionales secciones de los diarios. ?C¨®mo ve la situaci¨®n internacional?
R. Empec¨¦ a leer los peri¨®dicos a los siete u ocho a?os, Desde entonces nunca me ha faltado en el desayuno una guerra, y en esas guerras siempre han salido perdiendo los que no ten¨ªan ning¨²n motivo para hacerlas.
P. Prosigamos con Espa?a. ?C¨®mo explica esa especie de esquizofrenia entre la tensi¨®n preb¨¦lica en algunos diarios y tertulias radiof¨®nicas y la normalidad cotidiana de la ciudadan¨ªa?
R. La ciudadan¨ªa, si puede hacer tres o cuatro comidas diarias y refocilarse un poco, encantada de la vida. Pero siempre hay gente empe?ada en convencerla de que es mucho mejor morir por la patria. Y uno se pregunta: es mucho mejor, ?para qui¨¦n?
P. Sociedad: A usted de joven le quisieron poner una multa por dar un beso de agradecimiento en un banco del parque del Retiro... ?Qu¨¦ pensar¨ªa aquel probo funcionario de la permisiva legislaci¨®n sobre las relaciones de pareja, de cualquier posible emparejamiento, que hoy disfrutamos?
R. Casi seguro que intentar¨ªa aprovecharse de ella. Lo digo porque ya hemos visto a furibundos enemigos del divorcio beneficiarse de lo que, seg¨²n ellos, iba a acabar con el matrimonio, con la familia y con la civilizaci¨®n occidental. Est¨¢ documentado, como dir¨ªa Manuel Vicent.
P. Cultura: De las tertulias del Caf¨¦ Comercial o el Varela, al ordenador y el Google. ?Lee a los nuevos valores? ?Relee a los ya consagrados? ?A?ora aquel estilo de vida de largas veladas ante un caf¨¦ cortado y una jarra de agua?
R. Yo, el pasado, intento no olvidarlo, pero no lo a?oro; prefiero perder el tiempo en el territorio de la esperanza que en el de la nostalgia. En cambio, a la hora de leer, s¨ª
vuelvo la mirada hacia atr¨¢s y releo m¨¢s que leo. Y no a todo el mundo: por ejemplo, y sin saber por qu¨¦, sigo fiel a Baroja, a Ch¨¦jov, a Poe, a Maupassant, pero no a Azor¨ªn, a Dostoievski, a Henry James, a Balzac... Debe ser cosa de la edad.
P. Deportes y espect¨¢culos: Usted, que fue un gran aficionado al f¨²tbol y a los toros desde su infancia, ?c¨®mo los valora en estos primeros a?os del nuevo milenio?
R. Tanto como gran aficionado... Dej¨¦moslo en espectador, y de eso cada d¨ªa ejerzo menos: el f¨²tbol, el que me gustaba ver en el campo, en la tele se ha convertido en un culebr¨®n. Y digan lo que digan los taurinos sobre los placeres que experimenta el toro en la plaza, uno pierde entusiasmo apenas se para a pensar que entre el ganado de lidia no se da el espont¨¢neo: no hay noticia de que un corn¨²peta se haya arrojado voluntariamente al ruedo para que le propinen la estocada de la tarde.
P. Econom¨ªa: Hemos pasado de los oficios artesanales y dom¨¦sticos (callistas, sastres, etc¨¦tera) a las grandes superficies, la globalizaci¨®n y las fusiones, absorciones, opas y dem¨¢s alardes de la jungla financiera. ?Qu¨¦ piensa de todo ello?
R. Nada. A partir de las cantidades con m¨¢s de seis ceros, pierdo el sentido de la realidad.
P. Para terminar. El cine espa?ol.
R. Del cine espa?ol yo s¨®lo puedo hablar bien, porque soy muy agradecido. As¨ª que vamos a dejarlo, porque aqu¨ª, todo lo que no sea ponerlo a parir, no es noticia.
"No hay noticia entre el ganado de lidia de que un corn¨²peta se haya arrojado voluntariamente al ruedo"
"La ciudadan¨ªa, si puede hacer tres o cuatro comidas diarias y refocilarse un poco, encantada de la vida"
"Hay gente empe?ada en decirte que es mucho mejor morir por la patria. ?Mejor?, ?para qui¨¦n?"
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