Partidazo del 'diablo'

Lionel Messi reanim¨® pero no revivi¨® al Bar?a, que se qued¨® patitieso y preso de un ataque de p¨¢nico cuando Ra¨²l y Van Nistelrooy marcaron sus goles. "El primer gol nos mat¨® y despu¨¦s del segundo, no nos quedaba nada por hacer", reconoci¨® el argentino. Consagrado como un futbolista extraordinario hace un a?o, justamente en este mismo estadio, La pulga fue el mejor azulgrana. Dice que no piensa en los partidos, ni en las jugadas que har¨¢ ni en las que ha hecho. Quiz¨¢ mejor que sea as¨ª porque con ese punto de imprevisibilidad, le da exactamente igual jugar en el Bernab¨¦u que en el Miniestadi o en la cancha argentina que sea. "Ha jugado muy bien", reconoci¨® Xavi.

Fabio Capello, hace tres a?os, en el Trofeo Gamper, confes¨® que jam¨¢s hab¨ªa visto nada igual y apodo a Messi como diavolo. Aqu¨¦l d¨ªa, el menudo y electrico extremo se estrenaba como titular en el Bar?a e hizo estragos en la zaga juventina, incluidos Zambrotta y Thuram, sus actuales compa?eros. Ayer fue el turno de Emerson, Cannavaro y de Roberto Carlos.

Con Ronaldinho sin desequilibrar y Gudjhonsen extraviado y cayendo en sucesivos fuera de juego -tres en la primera parte-, Messi, independientemente del resultado, dej¨® jugadas para la memoria. Como cuando dej¨® clavado al lateral brasile?o o se col¨® por un espacio imposible entre Emerson y Cannavaro y dej¨® suavemente la pelota a pies del island¨¦s, que envi¨® fuera. Siempre discreto, Messi no pudo reprimir un gesto de rabia, moviendo el brazo de arriba abajo ante el fallo del n¨®rdico. "En la primera parte, el equipo jug¨® muy bien. Pero nos falt¨® lo m¨¢s importante: convertir las ocasiones. Por eso nos da rabia haber perdido", defendi¨® Messi.

El Santiago Bernab¨¦u, ante el recital del diablo, pas¨® en unos minutos de la euforia a un espeso silencio. Messi desquici¨® a Emerson, que en un encontronazo le pis¨® y le dobl¨® el tobillo. Ni se inmut¨®. Volvi¨® al campo, se revolvi¨® en el ¨¢rea ante Casillas y Deco desperdici¨® la ocasi¨®n. "Est¨¢bamos desesperados por encontrar el gol pero no lleg¨®", se lament¨® Messi. Quiz¨¢ no tuvo el premio del gol, pero lo prob¨® de cuchara y de todas las formas posibles.

No est¨¢ el lesionado Eto'o, siempre letal, y se nota. Los n¨²meros delatan al Bar?a. En esta semana delicada, en la que el equipo de Rijkaard se med¨ªa a tres de sus rivales m¨¢s dif¨ªciles, s¨®lo pudo ganar al Sevilla (3-1) y pedi¨® sucesivamente ante el Chelsea (1-0) y el Madrid. Y de los tres goles ante el Sevilla, los dos de Ronaldinho fueron a bal¨®n parado -uno de penalti y otro de falta- y el ¨²nico de jugada, en una aceleraci¨®n espectacular en un palmo de terreno, fue de Messi. Igual que en Bremen, donde el argentino acudi¨® al rescate de su equipo con un gol ag¨®nico; o como ocurri¨® en Londres, en que todo el peligro pas¨® por sus pies y, aunque no se define como un goleador -lleva tres en esta Liga-, lo tuvo cerca. "Por supuesto que es malo para nuestro ¨¢nimo perder en el Bernab¨¦u, pero lo m¨¢s importante es que el equipo va a salir adelante", asegur¨®. "Pero para eso tenemos que trabajar duro".

El Madrid cerr¨® el encuentro y el Bar?a se fue a casa apesadumbrado pese a que conserva al liderato. Capello le gan¨® la partida al Rijkaard y el Madrid al Barcelona. El ¨²nico que no perdi¨® en el bando azulgrana fue Messi