El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, integra en el Gobierno a la extrema derecha
Avigdor Lieberman, l¨ªder de Yisrael Beitenu, se har¨¢ con la cartera de Asuntos Estrat¨¦gicos
Ansioso por ampliar el apoyo a su Gobierno en el Parlamento, el primer ministro israel¨ª, Ehud Olmert, firm¨® ayer una alianza con uno de los dirigentes m¨¢s radicales de Israel. Yisrael Beitenu (Nuestra Casa Israel), el partido que representa a la enorme minor¨ªa rusa, que aboga por la anexi¨®n de los asentamientos m¨¢s poblados de Cisjordania y que cuenta con 11 esca?os, se sumar¨¢ a la coalici¨®n de Gobierno. As¨ª lo anunci¨® su l¨ªder, Avigdor Lieberman, que se har¨¢ cargo del Ministerio de Asuntos Estrat¨¦gicos. En otras palabras, de Ir¨¢n y su programa nuclear.
La guerra contra Hezbol¨¢ en verano ha situado a Olmert en una posici¨®n de extrema debilidad. Su ca¨ªda en picado en las encuestas y la fr¨¢gil mayor¨ªa con que cuenta en el Parlamento -67 de los 120 esca?os- hac¨ªa imperiosa la ampliaci¨®n de la coalici¨®n en aras de la continuidad de su Gobierno.
Si al fiasco en L¨ªbano se suma que parte de los 19 diputados laboristas han anunciado su voto en contra de los Presupuestos, el jefe del Ejecutivo no pod¨ªa sentirse m¨¢s apremiado. "Os aseguro que el Gobierno que encabezo durar¨¢ largo tiempo", afirm¨® el domingo en una reuni¨®n con miembros de su partido, Kadima (29 esca?os). Conf¨ªa ahora Olmert en que los laboristas no le dejen en la estacada. A ellos tambi¨¦n les ha lanzado algunos gui?os: "Las l¨ªneas maestras del Gobierno no cambiar¨¢n", ha insistido el primer ministro. Si no dan la espantada, la coalici¨®n contar¨¢ con 78 parlamentarios en la Kneset.
"Vamos a unirnos al Gobierno", afirm¨® tajante Lieberman tras reunirse ayer con Olmert. Su papel en el Gabinete ya est¨¢ rubricado. Asumir¨¢, con la mirilla dirigida a Teher¨¢n, la cartera de Asuntos Estrat¨¦gicos, lo que puede levantar recelos en otros ministros -Tzipi Livni, de Exteriores, y Amir Peretz, de Defensa- por un eventual conflicto de competencias. El nombramiento del l¨ªder de Yisrael Beitenu se presentar¨¢ al Parlamento inmediatamente para su aprobaci¨®n, seg¨²n destac¨® el propio Olmert.
Lieberman, al que votaron en masa en las elecciones de marzo el mill¨®n de inmigrantes de origen ruso, es un halc¨®n que no oculta sus planteamientos racistas. Partidario de la anexi¨®n de las grandes colonias de Cisjordania, estar¨ªa dispuesto a un canje de territorios con el futuro Estado palestino para que los ciudadanos ¨¢rabes-israel¨ªes sean expulsados de Israel. Recientemente, con motivo de la guerra contra Hezbol¨¢, exigi¨® la aprobaci¨®n de una ley para exigir lealtad al Estado jud¨ªo a todos los ciudadanos. Como considera que los parlamentarios ¨¢rabes no cumplen este requisito, demand¨® su ejecuci¨®n. Es un fascista para gran parte de los simpatizantes de izquierda y un l¨ªder visionario para los seguidores de la extrema derecha. "Nos uniremos al Gobierno para salvar al pa¨ªs, no para salvar al Ejecutivo", declar¨® anteayer. Para ello, en lo que constituye su segundo objetivo, pretende la aprobaci¨®n de una ley para modificar el sistema pol¨ªtico y convertirlo en presidencialista, incluyendo un precepto que establezca que s¨®lo con el 10% de los sufragios podr¨¢ alcanzarse representaci¨®n en la Kneset.
Ahora la patata caliente la tienen los laboristas. El presidente del partido, Amir Peretz, reiter¨® hasta la saciedad durante la campa?a electoral en marzo que no formar¨ªa parte de un Ejecutivo en el que estuviera integrado Lieberman. Previsiblemente tendr¨¢ que enmendar sus palabras. La decisi¨®n de continuar en el Gabinete no depende del grupo parlamentario, sino del Comit¨¦ Central del Partido Laborista. Y en ese ¨®rgano abundan las voces que exigen permanecer en el Ejecutivo. No est¨¢n dispuestos muchos dirigentes y cuadros medios a abandonar los despachos de los ministerios y organismos oficiales.
"Si el primer ministro anuncia su decisi¨®n de cambiar la coalici¨®n de Gobierno, convocar¨¦ las instituciones del partido para decidir sobre el asunto", se?al¨® Peretz, cada vez m¨¢s criticado por su incapacidad para mantener las filas del laborismo en torno a su proyecto.
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