Generaci¨®n ConfidencialCat

- La feina ben feta. Palacio de Congresos de Catalu?a. Encuentro entre Artur Mas y la Generaci¨® Catalunya. El lector que me haya seguido hasta aqu¨ª se estar¨¢ preguntando que es la GC. Buena pregunta. Les aseguro que antes de que acabe este p¨¢rrafo encontrar¨¦ a alguien que me lo diga. Ahora voy a por descripciones. Descripciones: a) mucho lerere y poco larara. Es decir, mucho t¨ªo y poca se?orita. Prima el b) individuo con varias generaciones de bistecs en su ¨¢rbol geneal¨®gico. El ambiente, como en todos los actos de CiU -nutridos, bien preparados; cuestan una media de 10 millones de ex pesetas; fuente: PSC-, es c) optimista. Incluso una se?orita, diputada en el Congreso, va diciendo por ah¨ª que sacar¨¢n 60 diputados. Lo que convertir¨ªa Catalu?a en, literalmente, Can Seixanta. Me encuentro con Oriol Llop, el jefe de prensa de Artur Mas, que me explica la GC. "Gent amb projectes. Que no ¨¦s de la generaci¨® de Pujol". Cristalino. Pero luego la cosa se l¨ªa.

- Teor¨ªa de las generaciones. Nos sentamos en mesas tipo Premio Planeta. Este acto electoral, de hecho, se parece mucho a un Premio Planeta. Hasta ya se sabe qui¨¦n ser¨¢ el ganador. Falta saber si tambi¨¦n ser¨¢ un muchas ventas. Un se?or toma la palabra. Ampl¨ªa el concepto GC al concepto "emprendedores", m¨¢s confuso. Es emprendedor Bill Gates, en efecto. Pero tambi¨¦n el Pocero. Luego la l¨ªa m¨¢s. Lo vincula al concepto empresariado -hoy los empresarios, as¨ª a lo bruto, son como los intelectuales en a d¨¦cada de 1970: se les quiere, se cree que tienen algo que decir y nadie sabe de qu¨¦ viven-. Finaliza con un: "Hi ha tanta gent que hem demanat a gent que no vingui", met¨¢fora del ¨¦xito del acto. Y de la pol¨ªtica de inmigraci¨®n de CiU. Empieza la comilona. Todo est¨¢ muy bueno y muy limpio. Aprovechando que nadie va a emitir ning¨²n discurso con la boca llena, me pregunto a m¨ª mismo sobre el concepto generaci¨®n. No existe. No por aqu¨ª abajo.

- Las generaciones donde no las hay. Desde finales de la d¨¦cada de 1970 en la Pen¨ªnsula se vive un par¨®n generacional. Una generaci¨®n tapona a las anteriores. Los ¨²nicos relevos en la cultura, en la pol¨ªtica, son biol¨®gicos, que no generacionales. Son relevos cl¨®nicos. Que garantizan que la cultura y la democracia espa?ola sean lo mismo desde hace 30 a?os. La balsa de aceite cultural y pol¨ªtica s¨®lo ha sido perturbada con la reforma del Estatuto, una formulaci¨®n que se alejaba del trademark Transici¨®n. Y de la generaci¨®n esa tan dilatada que vive loando y vigilando la transici¨®n. El proyecto de Estatuto, como recordar¨¢n, finalmente no fue aceptado. No se defendi¨® como lo hubiera hecho Puyol, sino como Pujol y su peix al cove system.

Teor¨ªa de la generaci¨®n. Habla el escritor Jordi Cabr¨¦. Se presenta, como miembro de la GC. Cita, a su vez, a Jan Laporta como el tipo-prototipo de la GC. Meditaci¨®n: epicentro CiU est¨¢ majara con Laporta, un se?or vinculado al PI, a ERC y a Ecce Varr¨ªa. Es decir, sin forma definida. Fin de la meditaci¨®n. Dibuja su generaci¨®n como "generaci¨® de cru?lla". Vamos, como todo el mundo. Y pol¨ªticamente son "sense hipoteques ideol¨°giques ni complexos amb la transici¨®". Esa transici¨®n renovada en un plis plas, sin fecha de caducidad, un sabadete en la Moncloa. Sin complejos ?Qu¨¦ diablos debe de ser la Generaci¨® Catalunya? Y, ya puestos, ?qu¨¦ diablos debe de ser una generaci¨®n? En mi vida yo s¨®lo he visto, snif, una.