Divisi¨®n en Estrasburgo

La resoluci¨®n sobre el proceso de paz en el Pa¨ªs Vasco, presentada por los socialistas y apoyada por otros grupos del Parlamento Europeo, fue aprobada ayer por una exigua mayor¨ªa; tan exigua que con toda probabilidad los promotores de la misma se habr¨ªan abstenido de plantearla si hubieran sabido que ¨¦se iba a ser el resultado. La dr¨¢stica divisi¨®n (321 votos frente a 311, con 24 abstenciones) manifestada en la votaci¨®n contrasta con la argumentaci¨®n, en gran parte coincidente, empleada por los patrocinadores de las propuestas alternativas presentadas. Ello hace pensar que un acuerdo un¨¢nime en torno a una resoluci¨®n consensuada habr¨ªa sido posible.

La propuesta inicialmente presentada por los socialistas era bastante inocua (adhesi¨®n a los pronunciamientos de otras instituciones, condena del terrorismo, apoyo a las v¨ªctimas), pero inclu¨ªa una referencia a la resoluci¨®n aprobada por el Congreso espa?ol en mayo de 2005, contra la que vot¨® el PP. En esa resoluci¨®n se habla de un posible di¨¢logo con ETA si aparecen actitudes inequ¨ªvocas que indiquen una clara voluntad de abandonar las armas. Mantener esa referencia horas despu¨¦s del robo (atribuido a ETA) de 350 pistolas en N?mes habr¨ªa sido problem¨¢tico. Los socialistas la retiraron la noche anterior a la votaci¨®n, sustituy¨¦ndola por una menci¨®n gen¨¦rica a la "iniciativa de paz emprendida por las instituciones espa?olas en el marco de sus competencias", que hubiera podido ser respaldada por el PP si la voluntad de acuerdo hubiera sido mayor que la de poner en evidencia a los socialistas.

Pero no la respald¨®, y tampoco la planteada in extremis por el portavoz de los socialistas espa?oles de retirar ambas propuestas de resoluci¨®n y votar la declaraci¨®n institucional le¨ªda en nombre de la Comisi¨®n Europea por el responsable de Interior y Justicia de la misma, Franco Frattini. Para entonces, la tensi¨®n y clima de divisi¨®n eran considerables, pese a que los discursos de los portavoces de los dos grupos principales hab¨ªan sido m¨¢s complementarios que contradictorios, aunque pusieran el acento en diferentes aspectos de la cuesti¨®n.

El argumento central de la propuesta del Grupo Popular europeo es que no se dan las condiciones para el di¨¢logo establecidas en la resoluci¨®n del Congreso espa?ol de mayo de 2005; pero es una resoluci¨®n que el PP no vot¨® entonces. ?No hubiera sido posible, e incluso oportuno tras lo de N?mes, una f¨®rmula en la que se reafirmasen las condiciones para una soluci¨®n dialogada? Seguramente s¨ª, pero el acuerdo habr¨ªa debido comenzar a forjarse mucho antes. Porque hay iniciativas que s¨®lo tienen sentido si existen garant¨ªas de que contar¨¢n con un amplio acuerdo. Llevar esta cuesti¨®n a Estrasburgo sin un intento previo de consenso entre los dos principales partidos espa?oles ha sido un error. As¨ª lo demuestra la votaci¨®n de ayer.