Sobre los trasplantes

He le¨ªdo con atenci¨®n la carta que dirige el se?or Costas Lombard¨ªa a la opini¨®n p¨²blica (20-10-2006, secci¨®n Opini¨®n). Su lectura me hace recordar la gran actividad desarrollada por el doctor Rafael Matesanz y todos los componentes de su equipo en la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, y asimismo la de todos los equipos m¨¦dicos dedicados al trasplante de ¨®rganos. Esta actividad ha permitido salvar la vida de un extraordinario n¨²mero de personas condenadas a morir por hallarse enfermas de ¨®rganos vitales como el coraz¨®n, el h¨ªgado y los pulmones; o a una muerte lenta como es el caso de los enfermos diab¨¦ticos con insuficiencia renal que reciben trasplante sincr¨®nico de p¨¢ncreas-ri?¨®n; o mejorar la calidad de vida y prolongar su duraci¨®n, como sucede con los enfermos que padecen insuficiencia renal cr¨®nica y se hallan incluidos en programas de hemodi¨¢lisis.

El relato mercantilista, negativo, es t¨ªpico del se?or Costas en sus amargas e inquietantes apariciones que pueden reducir la tasa de donaci¨®n en nuestro pa¨ªs. Le deseo con toda la fuerza de mi esp¨ªritu que no padezca ninguna enfermedad que le obligue a ser incluido en una lista de espera, para conocer desde dentro la angustia y la desesperanza que les produce a mis enfermos darse cuenta del deterioro progresivo que les acerca a la muerte en la espera de un ¨®rgano que les permita ser trasplantados y as¨ª curar definitivamente.