La agresividad de las derechas
Ser¨ªa un error trivializar el DVD titulado Confidencial Cat, producido (un mill¨®n de ejemplares) por el partido CiU y distribuido a lo largo del territorio catal¨¢n a trav¨¦s de la prensa dominical. Es un documento muy valioso que describe bien el car¨¢cter del partido pol¨ªtico que lo promueve y cuestiona su talante democr¨¢tico. El documento llega incluso a cuestionar la legitimidad del Gobierno tripartito (el Gobierno constituido por los tres partidos catalanistas y de izquierdas existentes en Catalu?a) presentando su establecimiento como resultado de una conspiraci¨®n llevada a cabo por las direcciones de aquellos partidos para usurpar el poder que -seg¨²n CiU- el pueblo catal¨¢n hab¨ªa depositado en sus manos en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas.
El DVD cuestiona la legitimidad del tripartito y refleja una percepci¨®n patrimonial de Catalu?a
CiU gobern¨® Catalu?a durante casi un cuarto de siglo, con un control f¨¦rreo de los medios de informaci¨®n y persuasi¨®n, incluidas TV-3 y Catalunya R¨¤dio, ahogando la diversidad pol¨ªtica e ideol¨®gica que exist¨ªa en nuestro pa¨ªs, que no quedaba reflejada en estos medios. El objetivo primordial de estos medios fue promover la ideolog¨ªa nacionalista conservadora y dar una visi¨®n idealizada de la realidad del pa¨ªs (claramente expresada en aquella frase de que "Espa?a va bien" y "Catalu?a va incluso mejor") ocultando cualquier problema social existente en el pa¨ªs, excepto para se?alar que, en el caso de que existiera, se deb¨ªa a Madrid. Tal como ha denunciado Carles Francino, el periodista que present¨® las noticias de TV-3 durante muchos a?os, "aquel Gobierno confundi¨® informaci¨®n y propaganda, lo que contamin¨® la profesionalidad de aquel medio". La imagen que tales medios dieron de nuestro pa¨ªs no correspond¨ªa a la realidad. Tal propaganda se reproduce en el DVD, en el que la presentaci¨®n televisiva por parte de Carles Francino de los resultados de aquellas elecciones se manipula para mostrar que CiU hab¨ªa ganado las elecciones, lo cual, por cierto, ha sido negado y denunciado por el propio Francino. En realidad, los datos muestran f¨¢cilmente que las izquierdas fueron las que ganaron tales elecciones, CiU recibi¨® 1.018.115 votos, casi 7.915 votos menos que el PSC (1.026.030 votos) y muchos menos (790.318) que la suma de los votos recibidos por los tres partidos catalanistas y de izquierdas (1.808.433). Cuestionar la legitimidad de este Gobierno es profundamente antidemocr¨¢tico y refleja una percepci¨®n patrimonial de Catalu?a y del Gobierno de la Generalitat que asume que por derecho natural (y supongo que algunos tambi¨¦n asumen por derecho divino) ellos son los que deben gobernar Catalu?a. Esta visi¨®n patrimonial, escasamente democr¨¢tica, ha caracterizado a las derechas en toda Espa?a, como tambi¨¦n lo demuestra la enorme resistencia por parte del Partido Popular a aceptar que perdi¨® las elecciones de 2004.
En realidad las derechas espa?olas y las derechas catalanas siempre se han apoyado mutuamente, como lo muestra que durante ochos a?os el Gobierno de CiU, en minor¨ªa parlamentaria en Catalu?a, gobern¨® gracias al apoyo del PP, que fue la fuerza pol¨ªtica espa?ola que condicion¨® en gran medida la pol¨ªtica catalana, prohibiendo, entre otras intervenciones, el que se discutiera y propusiera el Estatuto de Catalu?a. Seg¨²n el diario de sesiones del Parlament, hubo una coincidencia casi total entre CiU y el PP en las votaciones de leyes. Tal coincidencia tuvo lugar tambi¨¦n en propuestas presupuestarias y sociales aprobadas en las Cortes espa?olas que favorecieron sistem¨¢ticamente al 30% de la poblaci¨®n de renta superior, a costa de las clases populares, apoyando los servicios privados (como escuelas y servicios m¨¦dicos) a costa de los p¨²blicos, prioridades que determinaron que el d¨¦ficit de gasto p¨²blico social de Espa?a con el promedio de la Uni¨®n Europea de los Quince subiera durante el periodo de alianza de las derechas espa?olas con las catalanas (1996-2003) el 20%, y el de Catalu?a el 22%. Tales pol¨ªticas presupuestarias tuvieron un coste elevado en la calidad de vida de los catalanes (y de los espa?oles). En sanidad, por ejemplo, el salario de los profesionales sanitarios estaba entre los m¨¢s bajos de Espa?a. La huelga de m¨¦dicos, que el DVD muestra como fracaso del tripartito, estaba basada en la austeridad del gasto p¨²blico sanitario impuesto por la alianza CiU-PP durante ocho a?os. En realidad, las reformas introducidas por el Gobierno tripartito han cambiado tal situaci¨®n de manera que hoy tales profesionales sanitarios est¨¢n entre los mejor pagados en Espa?a. Ni que decir tiene que mucho queda por hacer. Pero el crecimiento de gasto p¨²blico social durante el tripartito ha sido muy superior al crecimiento de tal gasto durante el periodo de gobierno de CiU liderado por el hoy candidato Artur Mas. El DVD de CiU, que acusa a las izquierdas catalanas de coincidencias y dependencias de las izquierdas espa?olas (que han posibilitado, por cierto, la existencia del Estatuto, as¨ª como mejoras considerables en la financiaci¨®n de Catalu?a), mantiene un total silencio sobre sus dependencias y coincidencias con las derechas espa?olas que imposibilitaron el Estatuto y que mantuvieron la austeridad del gasto p¨²blico social, responsable del subdesarrollo del Estado de bienestar en Catalu?a, subdesarrollo que el candidato Mas, por fin, ha reconocido en esta campa?a electoral, aun cuando lo atribuya al tripartito que ha gobernado s¨®lo tres a?os de los ¨²ltimos 26.
Este dominio de las derechas en este pa¨ªs ha sido el responsable del retraso social tanto en Catalu?a como en Espa?a, dominio que se reproducir¨ªa en caso de una alianza entre ellas, que indudablemente ocurrir¨ªa en caso de que sus esca?os sumaran mayor¨ªa. La solidaridad de clase ha sido la constante entre las derechas catalanas y las espa?olas. S¨®lo hay que recordar que los nacionalistas conservadores afirmaron con toda contundencia tanto en 1996 como en 2000 que no se aliar¨ªan con el PP y despu¨¦s de las elecciones les falt¨® tiempo para hacerlo. Es comprensible que ahora necesiten notarios para que la poblaci¨®n les crea.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas de la Universidad Pompeu Fabra.
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