Todos mienten
Libremente basada en un filme de acci¨®n chino, Wu Jiao Dao, de Wai Keung Lau y Sin Fai Mak, que en Occidente se llam¨® Infernal Affairs, aunque trasladada su acci¨®n a Boston entre la actualidad y hace unos pocos a?os, Infiltrados es una ejemplar prolongaci¨®n de las obsesiones de Scorsese por el mundo cerrado y agobiante de la mafia, y de uno sus grandes resortes: el enga?o. Y c¨®mo ¨¦ste termina por hacer pagar sus m¨¢s rigurosos peajes incluso a quienes mienten por una buena causa.
Como casi siempre en el cine del ¨ªtalo-americano, estamos ante un universo en mutaci¨®n del cual el cineasta, como muchos de sus personajes, se siente m¨¢s y m¨¢s ajeno. "Antes", recuerda la voz en off al comienzo del filme, "ten¨ªamos la Iglesia, que era una forma de tenernos a nosotros". Y ahora, s¨®lo est¨¢ la mafia, que es la personificaci¨®n del mal, encarnado en el magn¨¦tico, brutal Frank (un Jack Nicholson en su salsa), amo absoluto de gentes y haciendas.
INFILTRADOS
Direcci¨®n: Martin Scorsese. Int¨¦rpretes: Leonardo DiCaprio, Jack Nicholson, Matt Damon, Mark Wahlberg, Martin Sheen, Vera Farmiga. G¨¦nero: drama criminal, EE UU, 2006. Duraci¨®n: 152 minutos.
En este mundo con un Dios oscurecido, el ¨²nico lenguaje posible no es otro que el de la violencia. Y el de la doblez, la infiltraci¨®n del t¨ªtulo: porque la polic¨ªa tiene a sus "tapados" entre los delincuentes, pero ¨¦stos tambi¨¦n tienen a los suyos en los m¨¢s altos cargos... una herencia hist¨®rica, porque como bien sabemos, la Ley bien puede ser el otro nombre con que conocemos al delito, y viceversa. Es en este universo en el que Scorsese hace jugar a sus peones, y lo hace con la maestr¨ªa de quien domina absolutamente todos los resortes de la narraci¨®n.
Porque si algo caracteriza a este filme ejemplarmente contado y mostrado es el hecho de que, a pesar de tener una trama que constantemente da vueltas sobre s¨ª misma y con constantes cambios en la direcci¨®n de avance de la narraci¨®n, es la facilidad con que el espectador se sit¨²a siempre ante la materia que se le cuenta. Como si de un prodigio se tratara, jam¨¢s se pierde desde la butaca el sentido de lo narrado, la claridad con que se ve y se comprende todo el complejo entuerto.
Y hay un solo responsable de ello: Scorsese. Su manera de acelerar el tiempo (?ese brillante comienzo, con elipsis constantes, con quiebros perfectamente comprensibles!), pero tambi¨¦n la forma de elongarlo, de estancarlo y hacerlo durar, subjetivamente, una eternidad para precipitar un dramatismo incontenible nos sit¨²an ante lo mejor de un cineasta que, ya ha sido dicho antes muchas veces, pero conviene tenerlo presente, es uno de los mayores y m¨¢s torrenciales narradores cl¨¢sicos con que cuenta el cine americano. Es el suyo un talento prodigioso, capaz de meter al espectador en un abrumador tiovivo de sensaciones, pero tambi¨¦n de poderosos, impresionantes sentimientos. Y cuando se acaban sus m¨¢s de dos horas y media de duraci¨®n, la percepci¨®n no es otra que la de haber asistido a un corto, brutal fragmento de vida cogido en su exaltaci¨®n m¨¢s palpitante... no se puede hacer un elogio mayor a una pel¨ªcula tersa, brutal, inmejorable.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.