"Me gusta que el bal¨®n entre despacito"

En 1992, menudo y con el pelo revuelto, Ra¨²l Tamudo (Santa Coloma, Barcelona; 1977) entr¨® en las oficinas del Espanyol de la mano de su padre para firmar su primer contrato como blanquiazul. El a?o pasado, con el brazalete de capit¨¢n y el 23 a la espalda, levant¨® su segunda Copa del Rey en el Bernab¨¦u tras vencer al Zaragoza. "S¨®lo hay cuatro personas en los m¨¢s de cien a?os de historia del Espanyol que han alzado un trofeo. Y yo soy uno de ellos", cuenta mientras se le iluminan los ojos. El fin de semana pasado, ante el Racing, no s¨®lo salv¨® al equipo de una derrota segura en el ¨²ltimo resuello del partido, sino que convirti¨® su gol 100 en la Liga.

- En la estela de Mara?¨®n. "Siempre he dicho que Tamudo sale al campo para hacerlo lo mejor que sabe. Y si ayuda al equipo, mejor que mejor. Cien goles son una cifra muy bonita porque es muy complicado conseguirlos. Me ha ayudado no tener nunca una lesi¨®n grave pero, para los tiempos que corren, es muy dif¨ªcil tener esa regularidad y constancia. Ahora me queda alcanzar los 111 de Rafa Mara?¨®n, el m¨¢ximo goleador del club. Aunque no me obsesiono; tengo que ir pasito a pasito".

- Mejor recuerdo. "El primero que marqu¨¦, al H¨¦rcules en el Rico P¨¦rez en 1997, y el ¨²ltimo de la temporada 2002-2003 al Murcia, que sirvi¨® para no descender. Pero el m¨¢s bello es el que le met¨ª hace tres a?os al Celta en Bala¨ªdos: regate¨¦ a dos defensas con un tac¨®n en la l¨ªnea de fondo y, casi sin ¨¢ngulo, cruc¨¦ la bola a la escuadra contraria. Aunque creo que la belleza de los goles es pasajera, porque eso no se queda en la memoria de los aficionados, sino que siempre se recuerda la cantidad de goles que marcas. As¨ª que me da igual con qu¨¦ marcarlos si al final entran. Eso s¨ª, me gusta que entren despacito en la porter¨ªa, poco a poco, hasta escuchar el ruido de la pelota contra la red. Ese placer lo aprecian los delanteros porque para eso luchan, para marcar goles".

- Trayectoria. "Nunca pens¨¦ siquiera que estar¨ªa tantos a?os en Primera. Cuando empec¨¦ le dec¨ªa a mi madre que a m¨ª lo que me gustar¨ªa es poder vivir un tiempo del f¨²tbol y que luego ya trabajar¨ªa en lo que fuese. Luego, cuando las cosas empezaron a irme bien, so?aba con ganar t¨ªtulos, Ligas y dem¨¢s. Pero soy muy afortunado porque no me ha hecho falta marcharme de aqu¨ª para levantar dos t¨ªtulos. Debo de ser una especie en extinci¨®n, porque creo que ya no hay muchos casos como el m¨ªo, que he pasado toda mi vida en el mismo club. Recuerdo que cuando el Celtic me descart¨® porque dijeron que ten¨ªa mal la rodilla, llam¨¦ a mi madre encantado de la vida; a pesar de perder mucho dinero, volv¨ªa a mi casa, al club que amo.

- Secreto. "S¨¦ cuales son mis defectos y limitaciones. Quiz¨¢ no soy el m¨¢s r¨¢pido o el mejor regateador, pero, al final, vale el que marca goles. Delante del portero es pura intuici¨®n. Pero esa reacci¨®n es la que diferencia a un delantero mediocre de un buen delantero. Es como un bot¨®n que activas en el momento clave para no fallar. Al ser del Espanyol, un equipo mediano, debo de tener m¨¢s acierto que otros que juegan en un grande porque tienen m¨¢s posibilidades de marcar. Yo tengo que enchufarla a la m¨ªnima ocasi¨®n que tengo".

- Luchador. "Ese es mi estilo. Yo no me desfondo para que el p¨²blico me aplauda, sino porque ese es mi juego. Pero con los a?os he cambiado. Antes me cansaba mucho porque luchaba por pelotas imposibles. Ahora soy m¨¢s inteligente y voy a por todas, pero a por todas en las que puedo ara?ar algo. Despu¨¦s de tantos a?os, me pesan un poco m¨¢s las piernas y me cuesta un poco m¨¢s todo. Pero eso se soluciona entren¨¢ndote m¨¢s y cuid¨¢ndote m¨¢s. El d¨ªa que vaya a un vestuario y no me guste su olor o las conversaciones que mantengo all¨ª, mala se?al".

- Peso en el vestuario. "Es la misma historia de siempre. Debe ser de alguna cruzada o guerra personal que tiene alguien contra m¨ª. Hay personas que porque tengan un bol¨ªgrafo y un papel o porque le pongan un micro delante de los morros se creen que pueden decir mentiras. Siempre he aceptado las cr¨ªticas en cuanto a mi juego, pero no que se digan mentiras en torno al vestuario. La verdad es que me he vuelto inmune a esas cr¨ªticas. Antes pod¨ªan afectarme. Ya no. Soy el capit¨¢n y un veterano del vestuario y es l¨®gico que mis opiniones se tengan en cuenta. Y si alguien duda de mi compromiso con el club, que mire las cifras, que para algo est¨¢n. Por eso tras el gol contra el Racing bes¨¦ el escudo del equipo, porque se hab¨ªan hecho cr¨ªticas injustas contra mi persona y contra el equipo".

- La Liga. "Es cierto que en los ¨²ltimos a?os nos cuesta despegar. Pero no creo que exista ese fatalismo que lo envuelve y no le deja respirar. Si conseguimos una victoria todo esto quedar¨¢ en el recuerdo. Lo importante es que vamos sumando poco a poco y eso cuenta, porque el a?o pasado nos salvamos por un punto".