J¨®venes encapuchados queman cuatro autobuses en los suburbios de Par¨ªs
En Grigny los asaltantes llevaban armas cortas y enca?onaron en la sien al conductor
Grupos de j¨®venes atacaron cuatro autobuses en la noche del mi¨¦rcoles en las ciudades de Grigny, Montreuil, Athis-Mons y V¨¦nissieux, cerca de Par¨ªs, en v¨ªsperas del aniversario de los motines urbanos que el a?o pasado arrasaron los suburbios franceses. En Grigny, los encapuchados esgrimieron pistolas y enca?onaron al conductor. Desde Cergy, un suburbio parisiense donde ofreci¨® su conferencia de prensa mensual, el primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, dijo ayer que estos actos eran "inaceptables" y prometi¨® "sanciones inmediatas y ejemplares".
En un caso se trat¨® de un veh¨ªculo aparcado y vac¨ªo; en otros dos, de autobuses asaltados por grupos de j¨®venes encapuchados, mientras que en el de Grigny los asaltantes llevaban adem¨¢s pistolas y uno de ellos enca?on¨® en la sien al conductor. Los ch¨®feres de la l¨ªnea 122 se declararon de inmediato en huelga, mientras la empresa de transporte p¨²blico anunciaba la decisi¨®n de dejar de prestar servicio en ciertos lugares y ciertas horas, modificando o acortando recorridos.
El primer ministro, Dominique de Villepin, que quiso que su conferencia de prensa mensual tuviera como marco una localidad del agitado entorno geogr¨¢fico de Par¨ªs, prometi¨® "sanciones inmediatas y ejemplares" para quienes siembran el desorden, y dijo que no tolerar¨ªan la existencia de "zonas sin ley" en Francia.
El ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, desde Londres, tambi¨¦n anunci¨® la captura de los culpables que, "adem¨¢s, destruyen bienes que pagan todos los contribuyentes". Villepin, al mismo tiempo que reclamaba dureza represiva, expuso las medidas adoptadas por su Gobierno desde hace un a?o, es decir, desde que empezaron esas semanas en las que ardieron miles de coches y edificios sin que nadie verbalizase reivindicaci¨®n alguna. "El Gobierno ha emprendido una acci¨®n de fondo, a largo plazo, de la que apenas empezamos a intuir los efectos. Hemos ayudado a crear empleo y actividad en los barrios dif¨ªciles. Las zonas francas que hemos puesto en marcha crear¨¢n 12.000 puestos de trabajo, 4.000 de ellos en los barrios m¨¢s conflictivos".
Hoy, en Clichy-sous-Bois, una serie de actos recordar¨¢n a Zyed, Bouna y Muhittin, los dos primeros muertos electrocutados el 27 de octubre de 2005, el tercero gravemente quemado. Los tres hu¨ªan de polic¨ªas que les persegu¨ªan a pesar de no haber hecho nada. Excepto tener aspecto de magreb¨ª o la piel oscura. Hoy la transcripci¨®n de las conversaciones entre los polic¨ªas permite saber que ¨¦stos, cuando vieron entrar a los tres adolescentes en la central el¨¦ctrica, dijeron: "No pagar¨ªa ni un c¨¦ntimo por su piel". No hicieron nada por salvarles.
Hoy se desfilar¨¢ en los suburbios, no en memoria de las v¨ªctimas inocentes, sino en su homenaje, como si los pobres infelices hubieran hecho otra cosa que tener mala fortuna. En esa manifestaci¨®n est¨¢ la ambig¨¹edad de una rebeli¨®n sin dirigentes ni objetivos, que s¨®lo se alimenta de una evidencia: que en el pa¨ªs de la Libertad, Igualdad y Fraternidad, la segunda es una palabra vac¨ªa.Eso s¨ª, Villepin, para reconciliar la ciudadan¨ªa con sus representantes, formul¨® ayer una propuesta de genio: retransmitir en directo los consejos de ministros.
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