Cuentos y escenas

El ¨²ltimo libro del argentino Andr¨¦s Neuman (Buenos Aires, 1977) lleva por t¨ªtulo Alumbramiento y hace el n¨²mero tres de sus vol¨²menes de cuentos (El que espera, 2000; El ¨²ltimo minuto, 2001). Al menos ¨¦sta es la palabra -cuentos- que reza junto al t¨ªtulo, con el peligro de que llame a alguien a enga?o. Ver¨¢n ustedes por qu¨¦. La primera parte de las cuatro que tiene el volumen se llama 'Otros hombres' y en ella se re¨²nen diez textos que ocupan aproximadamente la mitad de su extensi¨®n. Aqu¨ª se encuentran textos breves que van desde el cuento fant¨¢stico ('Alumbramiento') hasta la escena cotidiana ('Una raya en la arena'), pasando por el apunte hist¨®rico ('El bandido relativo'), el relato epistolar ('Las cartas de los tristes') y la f¨¢bula moral ('El blues del a?o pasado').

La segunda parte agrupa die

cisiete microrrelatos, narraciones muy breves que no suelen sobrepasar el l¨ªmite de una p¨¢gina, bajo el ep¨ªgrafe de "Miniaturas". Entre estas miniaturas destacan dos ejercicios brillantes de inversi¨®n ir¨®nica: 'La felicidad' (que ya apareci¨® en la antolog¨ªa Ciempi¨¦s) y 'S¨ªsifo'. Antes de terminar con dos series de reflexiones te¨®ricas sobre el cuento, la tercera secci¨®n incluye nueve textos relacionados directa o indirectamente con la vida literaria: una conferencia de Borges en Buenos Aires; las idas y vueltas de un poema por el camino de las traducciones; y el que, en la tradici¨®n vanguardista de ense?ar las costuras de lo que se escribe, tal vez sea el mejor cuento de toda la colecci¨®n, 'Sobre las bondades del punto de vista'.

Precisamente en este cuento el narrador enuncia la ra¨ªz del problema que afecta al libro, y que no es otra que un prejuicio vanguardista: "... llevada a cierto extremo la intriga es de mal gusto...". Cabr¨ªa responder a este narrador que depende, como casi siempre, de lo que uno quiera escribir. Para escribir cuentos yo dir¨ªa que es preferible pecar de un exceso que de un defecto de intriga. Para escribir escenas de costumbres -y conste que a m¨ª me gustan- sencillamente da igual. En el caso de Alumbramiento el conjunto resulta tan heterog¨¦neo que la denominaci¨®n de "cuentos" se sostiene gracias a unos pocos, muy pocos, relatos. Los dem¨¢s textos, dada la ausencia de conflicto o de intriga, podr¨ªan llamarse "escenas imaginadas" o "di¨¢logos curiosos". En los cuentos, adem¨¢s de la brevedad, debe dominar el conflicto y cierta contundencia a la hora de recoger velas. Dicho esto, quienes lean los textos de Alumbramiento sin la expectativa de encontrar en todos y cada uno de ellos un cuento, disfrutar¨¢n de una voz amable, llena de recursos, matizada hasta la perfecci¨®n, y que es capaz de tocar varios registros en un espacio m¨ªnimo.