Ford, las inc¨®gnitas sobre su futuro
La planta m¨¢s flexible de la marca espera nuevos compromisos ante la p¨¦rdida de dos de los cuatro coches que fabricaba
En las pr¨®ximas semanas, la planta de Ford en Almussafes conf¨ªa en recibir un compromiso de la direcci¨®n europea de la multinacional que garantice su carga de trabajo para los pr¨®ximos a?os, y por tanto el empleo. Y es que la factor¨ªa valenciana, que a partir de 2003 se convirtiera en la m¨¢s flexible de Ford al fabricar cuatro modelos distintos, se enfrenta ahora en el corto plazo a la p¨¦rdida de dos de ellos, Ka y Mazda. El sindicato UGT inici¨® hace un a?o un proceso que espera cuaje en breve y que aleje del camino de Almussafes las inc¨®gnitas sobre su futuro.
La planta valenciana de Ford hab¨ªa llegado a alcanzar cifras de fabricaci¨®n que superaban las 300.000 unidades de veh¨ªculos al a?o, pero el dato se dispar¨® a partir de 2002 cuando el inicio de la producci¨®n del Mazda 2 en exclusiva para Europa convert¨ªa la factor¨ªa valenciana en la m¨¢s flexible de la compa?¨ªa. El c¨¦nit de esta evoluci¨®n se vivi¨® en 2004, cuando de las instalaciones salieron 449.101 veh¨ªculos. El anuncio, en 2001, de la llegada del nuevo utilitario japon¨¦s y la vuelta del Fiesta, a cuyo destino ha estado unida la planta con el ¨²nico par¨¦ntesis a partir de 1997, precedi¨® a a?os de fuerte tir¨®n productivo, de la implantaci¨®n del tercer turno, de contrataciones.
A¨²n cuando fabricara parte del nuevo Ford Fiesta, "tendr¨ªa problema de empleo"
La planta se enfrenta a corto plazo a la p¨¦rdida de dos modelos: Ka y Mazda
Pero la planta valenciana no depende s¨®lo de ella. Los movimientos del sector y las decisiones de la multinacional siempre tienen su onda expansiva en Almussafes. As¨ª, por ejemplo, Ford y Fiat acordaron empezar a fabricar en Polonia el sustituto del Ka. Ford, adem¨¢s, ha decidido ya que su planta de Colonia produzca tres de las cinco versiones del nuevo Fiesta, lo que sit¨²a a Almussafes a la expectativa de recibir al menos las dos versiones pendientes. La planta valenciana compite tanto dentro de su propia casa en la recepci¨®n de carga de trabajo, como a nivel general con los dem¨¢s fabricantes. "Cada vez hay m¨¢s competidores en los distintos segmentos en un mercado maduro donde la demanda no crece al mismo ritmo", resume un experto en el sector.
En este contexto, el anuncio de que Ford podr¨ªa optar a la compra de una planta en Ruman¨ªa ha despertado no pocos recelos. Desde la direcci¨®n valenciana, en cualquier caso, explican que las cuatro plantas que tiene la multinacional en Europa (Almussafes, Saarlouis y Colonia en Alemania y Genk en B¨¦lgica) no pueden fabricar a mucho mayor ritmo y, la necesidad de una mayor producci¨®n se cubrir¨ªa con este nuevo proyecto. "No tiene por qu¨¦ suponer la p¨¦rdida de producci¨®n", explican en Almussafes. Pese a ello, otra planta es una carta nueva para la direcci¨®n de la multinacional a la hora de tomar decisiones.
Direcci¨®n y sindicatos est¨¢n de acuerdo en que lo importante es garantizar la carga de trabajo, con independencia del n¨²mero de modelos. Gonzalo Pino, secretario general de UGT-PV en la planta (sindicato mayoritario) se muestra convencido de que a finales de este mes o a principios del pr¨®ximo se cerrar¨¢ un acuerdo con Ford Europa que garantice producci¨®n y empleo. Advierte, en cualquier caso, que si ¨¦ste no llega se plantear¨¢ "una situaci¨®n completamente distinta" por parte de los trabajadores. Pino recuerda las tres patas sobre las que pivota las reivindicaciones del sindicato en Europa: la inversi¨®n en la mejora de las instalaciones. UGT insiste en la importancia de mejorar la ergonom¨ªa de la planta valenciana (sobre todo de la de montaje). El di¨¢logo ya ha tenido frutos: Ford Europa ha empezado a invertir en las distintas secciones. Pino cifra la reivindicaci¨®n en alrededor de 20 millones, buena parte de ellos para montaje, lamenta que la direcci¨®n valenciana haya estado en los ¨²ltimos a?os m¨¢s preocupada por la reducci¨®n de costes que por resolver estas deficiencias, e insiste en que si no llega esa inversi¨®n "ser¨¢ imposible competir aunque tengamos producto". En segundo lugar, el sindicalista defiende el mantenimiento de la carga de trabajo: Ford Almussafes debe mantener las 390.000 unidades al a?o, que suponen alrededor de 1.800 veh¨ªculos diarios para mantener los tres turnos de trabajo durante los pr¨®ximos 5 ¨® 7 a?os. El l¨ªder de UGT subraya la importancia de mantener esta carga con independencia del tipo de producci¨®n y, de hecho, incluso comenta que el hecho de perder dos modelos reducir¨¢ la complejidad del actual sistema de producci¨®n, contribuir¨ªa a aumentar la productividad "y a¨²n seremos mejor planta". "Lo m¨¢s inteligente es seguir pensando por lo que somos: una planta capaz de producir los mejores coches", concluye.
El tercer punto de atenci¨®n est¨¢ en motores: Valencia pas¨® de tener dos plantas a fabricar un ¨²nico motor, cuya producci¨®n ha tardado tres a?os en despegar de la mano de la mayor demanda de motores de gasolina. La pretensi¨®n sindical es convertir Almussafes en centro de la fabricaci¨®n de motores de gasolina (Inglaterra tiene el protagonismo y la exclusividad de los di¨¦sel) y para ello Pino insiste en la necesidad de que las administraciones apoyen esta candidatura. Asegura que la administraci¨®n central conoce todo el proceso "y hay mucho inter¨¦s" por este tema.
M¨¢s pesimista se muestra el secretario general de CC OO-PV en la planta, Miquel Rosaleny, quien ante la p¨¦rdida de la producci¨®n del Ka y del Mazda, asegura que aunque Almussafes recibiera la parte del nuevo Fiesta a¨²n por adjudicar la planta "tendr¨ªa un problema de empleo". Rosaleny reclama un "proyecto industrial s¨®lido, detr¨¢s del cual hay suficiente volumen" de producci¨®n y cree que se ha llegado "tarde al reparto, a no ser que nos sorprendan con un nuevo modelo". El sindicalista defiende que el comit¨¦ de empresa "no ha sido suficientemente reivindicativo" y augura "problemas a medio plazo" si no llegan estos anuncios.
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