PNV y PSE exigen el cese de la violencia para poner en marcha la mesa de partidos
El di¨¢logo oficial entre el Gobierno y ETA se iniciar¨¢ cuando las formaciones vascas logren un preacuerdo
Si no cesa el rebrote de la violencia de ETA, iniciado con la kale borroka en agosto y coronado con el robo de armas el lunes en el sureste de Francia, no s¨®lo afectar¨¢ al inicio del di¨¢logo oficial entre el Gobierno y la banda. Tambi¨¦n afectar¨¢ al preacuerdo sobre la mesa de partidos en el que trabajan los partidos vascos desde septiembre. Dicho preacuerdo no se formalizar¨¢ hasta que ETA de muestras inequ¨ªvocas de que la violencia ha cesado. En esta posici¨®n firme coinciden el secretario general del PSE, Patxi L¨®pez y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, dirigentes de dos partidos clave en el proceso de paz en Euskadi.
El Gobierno y ETA, tras algunos contactos preparatorios, celebrados semanas atr¨¢s, hab¨ªan decidido posponer a fines de a?o el inicio del di¨¢logo oficial para abordar el compromiso de "desmilitarizaci¨®n" de la banda y la adopci¨®n de medidas penitenciarias sobre los presos.
Mientras tanto, los partidos vascos -incluida la ilegalizada Batasuna- avanzaban desde septiembre, en conversaciones bilaterales y discretas, hacia un preacuerdo sobre el funcionamiento, metodolog¨ªa y contenidos de la futura mesa de partidos. Esta parte pol¨ªtica del proceso, en la que participan todos los partidos vascos excepto el PP, que se ha automarginado, estaba previsto que culminara con un preacuerdo en diciembre y que fuera el aldabonazo que abriera el di¨¢logo entre el Gobierno y ETA.
Las conversaciones pol¨ªticas avanzaban, con zig-zags y dificultades. Pero en los ¨²ltimos d¨ªas se vislumbraban posibilidades de entendimiento en cuestiones muy espinosas como el m¨¦todo de votaci¨®n en las resoluciones de la mesa -con una inclinaci¨®n por las mayor¨ªas transversales y cualificadas frente a las mayor¨ªas simples-; o en el debate sobre la capacidad de decidir dentro del respeto al marco institucional.
En todo caso, en el Gobierno y en los partidos vascos se daba por superada la crisis en la que hab¨ªa entrado el proceso de paz en agosto. De ah¨ª la sorpresa con la que el Gobierno socialista acogi¨® la noticia del robo de la armer¨ªa en Francia y tardara m¨¢s de 24 horas en apuntar oficialmente a ETA como autora del asalto.
Pasado el primer momento de desconcierto, y a falta de una tesis definitiva sobre lo sucedido, en el Gobierno predomina la idea de que ETA, con el robo en la armer¨ªa, ha pretendido dirigir a la opini¨®n p¨²blica un mensaje de fuerza muy calculado en v¨ªsperas del debate sobre el proceso de paz en el Parlamento Europeo. "ETA quer¨ªa decir que est¨¢ viva porque su silencio pod¨ªa interpretarse como que el proceso ya estaba casi acabado", interpretan fuentes gubernamentales.
La vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, dej¨® clara la opini¨®n mayoritaria del Ejecutivo tras el Consejo de Ministros del viernes, que se inclina por considerar el asalto de la armer¨ªa como un pulso publicitario de ETA y no una estrategia de rearme. Fern¨¢ndez de la Vega dijo de modo revelador: "Es un acto completamente est¨¦ril e in¨²til si ETA pretende utilizarlo como medio de presi¨®n". Fuentes de la investigaci¨®n avalan la tesis gubernamental del pulso publicitario porque estiman que ETA, con los efectivos de que dispone, no necesita de m¨¢s armas.
No obstante, el Ejecutivo pretende asegurarse del todo de que ETA no est¨¦ rearm¨¢ndose, como lo hizo en la fallida tregua de 1998. Del mismo modo, da pr¨¢cticamente por descartada la hip¨®tesis de que un grupo escindido de ETA sea el autor del robo de armas, aunque no descarta la existencia de un grupo de presi¨®n interno al que la direcci¨®n de ETA tolera su acci¨®n.
Ante esta situaci¨®n, la vicepresidenta primera anunci¨® el viernes que el Ejecutivo llevar¨¢ adelante una verificaci¨®n y que necesitar¨¢ de "algunos d¨ªas o semanas", para despejar cualquier duda. Para ello, el Gobierno cuenta con varios canales, que van desde las investigaciones policiales a la comunicaci¨®n con la propia ETA.
Pero el Gobierno tampoco se encuentra ahora en la tesitura de tener que suspender un di¨¢logo oficial con ETA que a¨²n no se ha iniciado. Estaba previsto que el di¨¢logo se iniciara a fines de a?o, una vez que los partidos llegaran a un preacuerdo sobre el funcionamiento y el contenido de la mesa de partidos.
Por tanto, el Gobierno no se plantea ahora una suspensi¨®n y, menos a¨²n, una ruptura del proceso. De aqu¨ª a diciembre, ETA tiene dos meses de plazo para mostrar su voluntad inequ¨ªvoca de cesar la violencia, que el Gobierno le exige como condici¨®n para dialogar, de acuerdo con la resoluci¨®n parlamentaria de mayo de 2005. A su vez, los partidos vascos presionan a ETA, a la que exigen su cese para formalizar el preacuerdo sobre la mesa.
La Moncloa contempla las vicisitudes de esta semana como "algo l¨®gico" dentro de la complejidad que conlleva un proceso que pretende desmontar casi 40 a?os de violencia.
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