Una nueva oportunidad para Lula
El presidente de Brasil celebr¨® el ¨²ltimo debate televisivo confiado en unas encuestas que le dan 24 puntos de ventaja
Brasil escribe hoy la ¨²ltima l¨ªnea de un largo proceso de elecci¨®n de jefe del Estado con la celebraci¨®n de la segunda vuelta entre el presidente izquierdista Luiz In¨¢cio Lula da Silva y el aspirante socialdem¨®crata, Geraldo Alckmin. La transmisi¨®n del cuarto y ¨²ltimo debate televisado entre ambos candidatos, en la madrugada de ayer, hora espa?ola, no hizo sino confirmar la tranquilidad del actual mandatario, quien, si se cumplen las predicciones de las encuestas, hoy ser¨¢ reelegido presidente de Brasil con una amplia mayor¨ªa. Sin nuevas revelaciones sobre esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y con el 62% de preferencias de voto, el antiguo sindicalista prepara ya sus pr¨®ximos cuatro a?os como inquilino del Palacio de Planalto, en Brasilia.
Alckmin, el rival de Lula, se ha revelado como un pol¨ªtico brillante y apasionado
Con unos telespectadores que ya hab¨ªan empezado a dar muestras de cansancio ante tanto debate entre los mismos candidatos, la cadena O Globo dise?¨® un novedoso formato a medio camino entre el concurso y el reality show. Los candidatos deb¨ªan presionar una pantalla donde figuraban ocultos los rostros de varios espectadores presentes en el estudio -previamente seleccionados por todo el territorio de Brasil- que se declaraban indecisos. El elegido hac¨ªa su pregunta, que llevaba escrita, y los candidatos comenzaban una cadena de turnos y r¨¦plicas dirigi¨¦ndose directamente a ese ciudadano.
Dado que ambos pol¨ªticos estaban de pie, era curioso ver c¨®mo el candidato que no estaba en uso de la palabra comenzaba a dar vueltas en torno al otro para robarle planos en c¨¢mara, convirtiendo el plat¨® en una especie de ballet donde tan importante eran las palabras como los gestos. Lula, mientras hablaba, se permiti¨® acercarse en varias ocasiones a Alckmin y tocarle o se?alarlo muy de cerca. El socialdem¨®crata opt¨® por dirigirse directamente a la c¨¢mara en diversas ocasiones en vez de al ciudadano indeciso que le acababa de preguntar. El l¨ªder del Partido de los Trabajadores (PT) volvi¨® a aparecer relajado y emple¨® la iron¨ªa, levantando carcajadas entre el p¨²blico en diversas ocasiones. "Usted no se ha le¨ªdo el peri¨®dico de hoy", replic¨® a Alckmin cuando ¨¦ste denunci¨® la deforestaci¨®n masiva del Amazonas durante el mandato de Lula. Y es que seg¨²n las estad¨ªsticas publicadas horas antes del debate, el nivel de deforestaci¨®n del Amazonas en 2006 ser¨¢ el m¨¢s bajo desde 1990. El socialdem¨®crata tambi¨¦n estuvo r¨¢pido de reflejos y cuando Lula, hablando de la gesti¨®n de Alckmin como gobernador de S?o Paulo, le pregunt¨® "?D¨®nde est¨¢ el dinero?", le contest¨®: "?Qu¨¦ dinero? ?El de la corrupci¨®n? Pensaba que usted lo sabr¨ªa". Entonces el p¨²blico aplaudi¨® al candidato del Partido de la Social Democracia Brasile?a.
El tucano (socialdem¨®crata) era consciente de que el debate retransmitido en directo por la cadena televisiva m¨¢s importante de Brasil era su ¨²ltima oportunidad para remontar los 24 puntos de diferencia que le separan de Lula, un apodo incorporado al nombre del presidente y que en portugu¨¦s significa "calamar". Sin embargo, el presidente demostr¨® que los a?os vividos de debates, tanto en el sindicato de la metalurgia como en la oposici¨®n, le permiten suplir su te¨®rica menor formaci¨®n intelectual respecto al oponente con un profundo conocimiento pr¨¢ctico de las t¨¦cnicas de la dial¨¦ctica. Y as¨ª, en numerosas fases de la retransmisi¨®n, Alckmin se vio forzado a dar explicaciones sobre su gesti¨®n como gobernador de S?o Paulo, mientras Lula ejerc¨ªa como jefe de Estado que examinaba al aspirante.
Lula y su equipo no ocultan su optimismo respecto a lo que suceder¨¢ hoy en las urnas. De hecho, si se cumplen las previsiones, resultar¨¢ elegido con el mismo porcentaje de votos que en 2002, un ¨¦xito para un pol¨ªtico cuya popularidad se derrumb¨® hace poco m¨¢s de un a?o, tras conocerse los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n tanto en su partido como en su propio Gobierno. Al contrario de lo que sucedi¨® en la primera vuelta, despu¨¦s de votar en la localidad costera de S?o Bernardo, donde se encuentra empadronado, el mandatario no regresar¨¢ a su residencia oficial en Brasilia, sino que permanecer¨¢ en la populosa S?o Paulo para participar en los festejos que sus simpatizantes preparan en la famosa avenida Paulista, el coraz¨®n financiero de la ciudad m¨¢s grande del hemisferio sur.
En la otra orilla, y aunque la derrota sea una mala noticia despu¨¦s de haber superado el 41% de los votos en la primera vuelta, Alckmin se ha revelado como un pol¨ªtico brillante y apasionado, alejando la imagen gris que pesaba sobre ¨¦l: el tipo de candidato que gusta al electorado brasile?o, que adem¨¢s tiene en cuenta que, hoy por hoy, Lula no tiene recambio dentro del PT y adem¨¢s dentro de cuatro a?os tendr¨¢ que retirarse definitivamente.
Democracia electr¨®nica
En Brasil conviven los gestos cotidianos antiguos con la tecnolog¨ªa m¨¢s moderna, m¨¢s incluso que en muchos pa¨ªses del llamado primer mundo. Y el ejercicio de la democracia no es una excepci¨®n. Mientras desde la medianoche del viernes ha quedado decretada la ley seca (que se prolongar¨¢ hasta la medianoche de hoy), para evitar que el alcohol sea la excusa para trifulcas, o los analfabetos est¨¢n eximidos de la obligaci¨®n legal de acudir a votar, m¨¢s de 130 millones de personas elegir¨¢n al presidente sin utilizar papeletas ni urnas de cristal. La urna electr¨®nica se ha convertido en un s¨ªmbolo de orgullo de un pa¨ªs. Para sus habitantes, Brasil es hoy la democracia electr¨®nica m¨¢s grande del mundo.
El sistema permite una gran fluidez a la hora de ejercer el voto y, sobre todo, en el recuento, que anula horas de espera e interminables conjeturas de los sondeos a pie de urna. A la hora de votar, el elector se encuentra frente a un teclado y una pantalla semejante a los de un cajero autom¨¢tico. En vez de clave secreta, debe marcar los n¨²meros de su candidato. Lula utiliza el 13 y todos los candidatos del PT comienzan por este n¨²mero; Alckmin emplea el 45. Al teclear el n¨²mero, en la pantalla aparece el rostro del candidato. Si est¨¢ de acuerdo, el votante pulsa una tecla verde y valida el voto. Aunque en algunas zonas remotas todav¨ªa se utilizan urnas a la vieja usanza, los brasile?os presumen de tener lo ¨²ltimo a la hora de votar.
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