Una verdad inc¨®moda, una pel¨ªcula impactante
El documental de Al Gore sobre el calentamiento, que despierta a los ciudadanos frente a la desinformaci¨®n, llega este viernes a Espa?a
"Yo sol¨ªa ser el pr¨®ximo presidente de los Estados Unidos". Al Gore sonr¨ªe al p¨²blico de la sala que ha ido a escucharle y comienza su presentaci¨®n/pel¨ªcula sobre el cambio clim¨¢tico: Una verdad inc¨®moda. Gore presenta datos incontestables sobre el aumento de di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera a niveles sin precedentes debido al uso de petr¨®leo y carb¨®n, la subida de la temperatura, la p¨¦rdida de glaciares y las alarmantes previsiones de los cient¨ªficos sobre lo que ocurrir¨¢ si el uso de petr¨®leo sigue a este ritmo. Gore presenta el problema con fuerza, con un tono did¨¢ctico a veces, serio por momentos, dram¨¢tico en otros y a veces ir¨®nico.
El objetivo del ex vicepresidente de Estados Unidos es "comunicar lo m¨¢s claramente posible" el problema del calentamiento global. "Si el tema no est¨¢ en boca de los votantes es f¨¢cil ignorarlo", explica en el filme, de 100 minutos. As¨ª se lanz¨® hace a?os a dar charlas por todo el mundo sobre el tema. Para convencer a la gente cara a cara. Y la charla se convirti¨® en una pel¨ªcula nada usual. Gore aparece con una presentaci¨®n de PowerPoint s¨®lo al alcance de un ex vicepresidente de EE UU: hay dibujos del creador de los Simpson, im¨¢genes de Gore en un submarino nuclear que emerge en medio del ?rtico rompiendo el cada vez m¨¢s fr¨¢gil hielo... En medio, intercala im¨¢genes de sus viajes, de su vida (como el accidente que casi le cuesta la vida a su hijo a los seis a?os) que le dan un tono emotivo o sensibl¨®n, seg¨²n el espectador. Gore recupera el tono ecologista que en los ochenta le vali¨® el apodo de M¨ªster Ozono con el que los republicanos pretend¨ªan desprestigiarle. Entonces acababa de publicar La tierra en la balanza, que se convirti¨® en emblema ecologista.
Gore niega que haya dudas entre los cient¨ªficos sobre el calentamiento y destaca que si en la sociedad a¨²n hay esc¨¦pticos es debido a la desinformaci¨®n creada por los grupos de presi¨®n petrol¨ªferos, como ya hicieron las tabacaleras para negar la relaci¨®n tabaco-c¨¢ncer. Al Gore explica con alarmantes gr¨¢ficos y recreaciones c¨®mo las enfermedades tropicales llegar¨¢n a pa¨ªses ahora a salvo; c¨®mo la subida del nivel del mar puede afectar a Holanda o Florida o c¨®mo la desertizaci¨®n empeora la situaci¨®n de los ya de por s¨ª pa¨ªses pobres. "Somos testigos del conflicto entre nuestra civilizaci¨®n y la Tierra", remacha. Los datos que aporta Gore no son nuevos. Nada era desconocido. Y sin embargo, pocas formas hay de llegar as¨ª al gran p¨²blico, pocas campa?as har¨¢n m¨¢s contra el cambio clim¨¢tico.
La pel¨ªcula se estrena el viernes en Espa?a y, como dijo la semana pasada el secretario general para el Cambio Clim¨¢tico del Gobierno, Arturo Gonzalo Aizpiri, "es una pel¨ªcula que tendr¨ªa que ver todo el mundo, y especialmente, los pol¨ªticos, los que toman decisiones". Estar¨ªa bien que la viese el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y sus ministros econ¨®micos, ya que Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s se aleja del cumplimiento del Protocolo de Kioto. La pel¨ªcula tiene especial sentido en EE UU, donde la Casa Blanca de George W. Bush silencia a cient¨ªficos d¨ªscolos, niega el problema y abraza el petr¨®leo. En Europa la teor¨ªa est¨¢ m¨¢s asumida, pero no tanto la pr¨¢ctica.
Gore concluye que a¨²n se puede hacer algo: "Hay un pelda?o entre la negaci¨®n del fen¨®meno y la desesperaci¨®n. Tenemos el conocimiento, energ¨ªas renovables, formas de ahorrar energ¨ªa... S¨®lo nos falta la voluntad pol¨ªtica. Y ese s¨ª es un recurso renovable".
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