Sabina y Vinicius de Moraes llegan al ballet de la mano de Goyo Montero

Un estreno mundial por noche. Todo un reto, ya que en la 20? edici¨®n del Festival Internacional de La Habana son nada menos que nueve noches. La del domingo, en el teatro Garc¨ªa Lorca, fue bastante completa, con figuras sobre el escenario como Maximiliano Guerra -Otelo en Pr¨®logo para una tragedia, del core¨®grafo Brian McDonald-, junto al flamenco de Mar¨ªa Juncal o el cl¨¢sico pas de deux de El Corsario, interpretado por los primeros bailarines del Ballet Nacional de Cuba (BNC) Anette Delgado y Rom¨¦l Frometa. El gran triunfador de la noche, sin embargo, fue el core¨®grafo espa?ol Goyo Montero, que consigui¨® la audaz exquisitez de convertir las voces y la poes¨ªa de Joaqu¨ªn Sabina y de Vinicius de Moraes en un ballet contempor¨¢neo muy original, a la vez fuerte y delicado, llamado El d¨ªa de la creaci¨®n.

Con esta obra, Montero gan¨® el a?o pasado el V Concurso Iberoamericano de Coreograf¨ªa, patrocinado por la SGAE y que conlleva el montaje de la obra por el BNC. El domingo, despu¨¦s de muchos ensayos, era el d¨ªa del estreno mundial, la prueba de fuego, y el Garc¨ªa Lorca dio su veredicto: el p¨²blico puesto en pie, ovaciones, largos minutos de aplausos, los pasillos repletos. El m¨¦rito es grande si se tiene en cuenta que Goyo Montero trat¨® con El d¨ªa de la creaci¨®n algo as¨ª como "bailar la voz" de dos m¨²sicos poetas, Sabina y De Moraes, pero sin su m¨²sica.

Sin artificios

"Era un reto. Quise acercarme a sus voces con mucho respeto, transmitir lo que me dec¨ªan con la m¨¢xima sencillez, con una coreograf¨ªa desnuda de artificios", aseguraba despu¨¦s del ¨¦xito Montero, de 31 a?os, quien en 1991 se gradu¨® en el BNC y desde entonces no hab¨ªa vuelto a La Habana. De Sabina, con su permiso y bendici¨®n, tom¨® cuatro sonetos de su libro Ciento volando de catorce. El primero habla de las partes del cuerpo, "¨²nica patria verdadera", alrededor de la cual no hay nada. Hay tambi¨¦n un poema de amor, convertido en paso a dos, y otro de desamor, de la relaci¨®n que termina y el vac¨ªo que se crea, y todo ello enlaza con las reflexiones de Vinicius de Moraes: en un d¨ªa puede ocurrir de todo, hay que vivir al m¨¢ximo.

Las palabras, en los 10 minutos que dura El d¨ªa de la creaci¨®n, lo son todo, y las inflexiones de la voz de los dos m¨²sicos sirven de hilo conductor a las peque?as historias de los 10 protagonistas. "Cada bailar¨ªn tiene su momento y cuentan sus historias de d¨²os, de tr¨ªos, de solos, pero intentan transmitir un mensaje com¨²n". La emoci¨®n del relato va creciendo, la tensi¨®n aumenta... S¨®lo al final la m¨²sica del maestro brasile?o llega y se apodera de los personajes y del p¨²blico.