El Steaua pierde solo

Sin juego y punter¨ªa, el Madrid se encontr¨® con una victoria entregada en bandeja por un rival que le tute¨® durante un buen trecho del partido. Al Steaua le bast¨® mostrarse muy corajudo para tener firme al Madrid, que se defendi¨® mal, despreci¨® cualquier tr¨¢nsito por el medio campo y remat¨® peor. Pero apareci¨® Nicolita y entre ¨¦l y su portero aliviaron al equipo espa?ol, que ya est¨¢ clasificado para octavos de final cuando faltan dos jornadas.

Los entrenadores con el molde de Capello sostienen con machaconer¨ªa que los equipos se construyen desde atr¨¢s. Un eufemismo para maquillar su vocaci¨®n defensiva. Para ellos, no perder es el punto de partida y las victorias son una derivada. Con los a?os, este tipo de t¨¦cnicos, que no se consuelan con una retaguardia firme, han invadido el centro del campo con otros dos defensas, por m¨¢s que algunos t¨ªtulos de cr¨¦dito les anuncien como pivotes. Es el caso del Madrid, que se tapa con cuatro zagueros y se blinda con Emerson y Diarra. O eso pretende, porque al final un equipo como el Steaua -y no es el primero que lo hace- le crea media docena de ocasiones de gol. A cambio, el Madrid, de susto en susto, no teje el juego porque no tiene otro arquitecto que Guti. Por los costados s¨®lo tiene salida con Robinho, porque Ra¨²l no es extremo. As¨ª esculpido, el Madrid, perfilado para cerrar cualquier rendija a su rival, resulta que recibe demasiados golpes y apenas inquieta. Un cap¨ªtulo que se repiti¨® ante el campe¨®n rumano, que le tuvo sometido durante todo el primer tiempo, para jolgorio de los miles de rumanos que se reunieron en Chamart¨ªn.

El equipo de Capello s¨®lo mejor¨® cuando tuvo un pivote defensivo, Emerson, y Guti a su lado

Superados Emerson y Diarra -el primero mejora en la misma medida que el africano pierde gas-, el equipo de Capello no s¨®lo se vio domesticado, sino que se hizo muy largo. De los centrales al est¨¢tico Van Nistelrooy se abri¨® un oc¨¦ano, lo que aplaudi¨® el Steaua, que se encontr¨® con m¨¢s hect¨¢reas de las que sospechaba antes del choque. Agobiado Casillas, de su colega Cernea s¨®lo hubo un plano en el ¨²ltimo minuto del primer tramo, cuando primero con las manos y luego con la puntera derecha evit¨® que el Madrid se adelantara tras un remate de Van Nistelrooy a un palmo de su flequillo.

Un espejismo lo de Cernea, un suplente que ha recuperado el puesto despu¨¦s de que el presidente del equipo, Gigi Becali, anunciara hace unos d¨ªas que pagar¨ªa 100.000 euros al que fichara al titular, el portugu¨¦s Carlos. Puede que ahora tambi¨¦n abone algo por Cernea, que pasada la hora de partido se hizo un l¨ªo con Nicolita y ¨¦ste sirvi¨® la victoria al Madrid. Lo que no pudo hacer minutos antes Helguera, que a un cent¨ªmetro del gol envi¨® la pelota al grader¨ªo. Entre Nicolita y Cernea, que se citaron en direcci¨®n contraria en una cesi¨®n del defensa a su portero, mandaron al garete al Steaua, que hab¨ªa trabajado a destajo desde el inicio, que se hab¨ªa mostrado con mayor empaque que en el duelo de Bucarest. Lo contrario que el Madrid, que dio un paso atr¨¢s.

Para desatascar definitivamente al Madrid de nuevo apareci¨® Cernea, que tard¨® una hora en decidir si sal¨ªa o no ante la llegada en solitario de Van Nistelrooy y cuando se dio por enterado derrib¨® al holand¨¦s. Para entonces Capello ya ten¨ªa programado que Ronaldo sacara provecho de su calentamiento en la banda. Van Nistelrooy era el sustituido, pero antes ten¨ªa la oportunidad de despedirse con un brindis a la hinchada. Pero el holand¨¦s fall¨® el penalti y todos los confetis fueron para el delantero brasile?o. Al Madrid actual le faltan tantos alicientes que el p¨²blico est¨¢ muy atento a los peque?os detalles. A falta de juego el calentamiento de tal o cual jugador, los gestos de Capello o el color del pelo de Beckham protagonizan las ch¨¢charas en las tribunas.

Empe?ado en el doble pivote, Capello s¨®lo hizo una concesi¨®n cuando cerca de la hora, con el marcador a cero, dio un portazo a Diarra. Guti se asoci¨® con Emerson y Beckham se fue a la derecha. Como era previsible, el Madrid mejor¨®. Con Guti el equipo encontr¨® una linterna y con el ingl¨¦s en su sitio la pelota lleg¨® mejor enroscada al ¨¢rea, por donde ya pod¨ªa acercarse Ra¨²l. Curioso, con Guti en la trinchera y un fogonero menos como Diarra, el Steaua apenas se acerc¨® por la porter¨ªa de Casillas. Pero hay cosas innegociables con Capello, al que no le gusta el tr¨¢fico de la pelota por lo que se defiende atr¨¢s y en el medio. ?Y el ataque? Cuesti¨®n de que aparezca una estrella o un defensa rival algo patoso.