Malignos
Hay algo intr¨ªnsecamente maligno en el sobrevuelo a muy baja altura de los aviones militares israel¨ªes por encima de las azoteas de Beirut, lanz¨¢ndose en picado hacia los suburbios del sur. Lo inicuo es que no lo hacen, como aseguran, para impedir que Hezbol¨¢ se rearme -para ello les bastar¨ªa con la informaci¨®n de sus servicios secretos-, sino para aterrorizar a la poblaci¨®n civil. Esa sensaci¨®n indescriptible de empezar un nuevo d¨ªa soportando un estruendo que se parece demasiado a la banda sonora del ¨²ltimo verano: as¨ª es como pretende Israel romper la moral del pueblo liban¨¦s, debilit¨¢ndolo para los acontecimientos que sin duda vendr¨¢n.
El panorama es el siguiente. La primera sesi¨®n parlamentaria, en un pa¨ªs que ha quedado gravemente herido en su econom¨ªa despu¨¦s de la guerra, ha sido dedicada por completo al asunto del tribunal internacional que tiene que juzgar a los asesinos del ex primer ministro Rafic Hariri cuando los tengan a todos bien cogiditos. El presidente prosirio Lahoud puso sus peros y la mayor¨ªa parlamentar¨ªa puso sus pero-muchos al presidente Lahoud. ?Se habl¨® de la reconstrucci¨®n? ?De soluciones para salir del agujero y que la juventud ilustrada no emigre? En absoluto. Aqu¨ª cada cual va a por su parcela de poder.
Entre tanto, gran parte de las calles han sido tomadas por la polic¨ªa de seguridad -Kalashikov y casco, m¨¢s vestidito de camuflaje en tonos gris¨¢ceos-, en previsi¨®n de atentados o de algaradas y barullos. Hezbol¨¢ prepara, al parecer, manifestaciones exigiendo un Gobierno de unidad nacional que tenga en cuenta la Divina Victoria. El movimiento mayoritario que en este momento gobierna pretende contrarrestar el efecto tambi¨¦n en la sufrida calle, exigiendo asimismo que siga el Gobierno pero que se expulse al presidente Lahoud.
Ya s¨¦ que no me entienden pero no es que me haya explicado mal. De seguir as¨ª, L¨ªbano va a perder el capital de simpat¨ªa mundial que le granje¨® la invasi¨®n israel¨ª. Ello no ser¨¢ ¨®bice, sin embargo, para que los libaneses sigan sufriendo los perversos vuelos rasantes de Israel, mientras la comunidad internacional se limita a suplicarle al Estado hebreo que se modere pel¨ªn.
Pobre L¨ªbano, en manos de unos y de otros.
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