Me pone a parir la paridad
Acabo de leer en el diario Avui que la asociaci¨®n Projecte Vaca -un grupo de creadoras- ha recopilado datos sobre la paridad en los escenarios teatrales y ¨¦stos les han preocupado. Parece que en los escenarios no hay paridad (y parece que deber¨ªa haberla). La presidenta de todas ellas, la actriz y autora Teresa Urroz, ha dicho que "la paridad entre actores y actrices, en la autor¨ªa y direcci¨®n esc¨¦nica, marcar¨ªa un gran avance cultural y de visi¨®n del mundo".
En fin, si la paridad en los escenarios es algo que marcar¨¢ un avance cultural, pong¨¢monos a ello. (Y mientras tanto, crucemos los dedos para que s¨®lo tenga consecuencias en el mundo del teatro, pero no en de la m¨²sica pop, porque ya me veo, de aqu¨ª a cuatro d¨ªas, escuchando a los Beatles clandestinamente).
Si hay paridad en el teatro se acabaron los mon¨®logos, a no ser que sean femeninos
Lo de la paridad entre autores y autoras es f¨¢cil. Se trata de que personas como Teresa Urroz se dediquen a escribir y se trata de que personas como Sergi Belbel o Jordi S¨¢nchez no escriban tanto. Es un sacrificio para Belbel y S¨¢nchez, pero nadie dijo que fuera f¨¢cil. Tambi¨¦n podemos incentivar la creaci¨®n femenina subvencionando las obras de las autoras y poniendo m¨¢s IVA a las de los autores. Esto har¨¢ que las obras de las autoras sean grandes churros, pero como antes que la calidad prima la paridad, lo tenemos solucionado.
La paridad entre actores y actrices es un poco m¨¢s dif¨ªcil, pero no imposible. Se trata de que, a partir de ahora, personas como Teresa Urroz escriban obras con el mismo n¨²mero de actrices que de actores. ?Que la cosa va de un asesino en serie? Pues el asesino tiene una hermana (con la misma cantidad de di¨¢logo que ¨¦l). Desde luego, se acabaron los mon¨®logos, a no ser que sean femeninos.
El problema m¨¢s grave son los cl¨¢sicos. Naturalmente, hay obras que hoy nos pueden parecer machistas, como La fierecilla domada y El s¨ª de las ni?as. Lo son del mismo modo que series como Ellas y el sexo d¨¦bil son hembristas, pero no se puede comparar la calidad de una cosa con la otra. El caso es que son obras que explican c¨®mo es la sociedad en una ¨¦poca y eso tambi¨¦n es interesante y no creo que sea vejatorio para nadie. Por ejemplo, El mercader de Venecia visto con nuestros ojos es una obra profundamente racista con los jud¨ªos. Pero ser¨ªa un disparate no representarla. Claro que, como a m¨ª lo de la paridad en los escenarios ya me parece un disparate, me ofrezco a retocar las obras de los cl¨¢sicos hasta que sean correctas. (Por el dinero no sufran, que nos pondremos de acuerdo). Ya tengo terminada Terra baixa, y me ha quedado muy bien. All¨ª donde Manelic dec¨ªa: "He mort el llop", ahora dice: "He mort el llop, i una lloba que tamb¨¦ passava per all¨¤".
Pero claro, no puedo con todo. Adem¨¢s, la incorrecci¨®n no se acaba nunca. Si alguien reclama paridad en el escenario entre hombres y mujeres, no veo por qu¨¦ otro alguien no la puede reclamar entre negros y blancos o entre gays y heterosexuales. Y no veo por qu¨¦ no puede haber actrices que quieran actuar con el burka puesto. Por eso, tengo una soluci¨®n de emergencia. Se trata de que todas las obras cl¨¢sicas est¨¦n dirigidas por el admirad¨ªsimo Calixto Bieito. S¨ª, s¨ª, lo s¨¦, amigas. ?Calixto Bieito es un hombre! Pero tiene una gran ventaja. A Calixto Bieito no hay nada que le guste m¨¢s que modernizar los textos que pasan por sus manos. Para ¨¦l, escandalizar a unos se?ores porque ha ambientado La flauta m¨¢gica en un after hours es el pan de cada d¨ªa. Le das un Hamlet y le cambia el sexo, la raza y el lugar de nacimiento, para terror de los puristas. Lo que antes era Hamlet, pr¨ªncipe de Dinamarca, en manos de Bieito puede convertirse en Hamlet, heroin¨®mano de Castilla-La Mancha. As¨ª que Bieito, espont¨¢neamente, nos convertir¨¢ en mujer cualquier personaje masculino. ?l adora hacerlo. En manos de Bieito, Otelo ser¨¢ Otela sin ning¨²n esfuerzo. Tambi¨¦n esnifar¨¢ rayas de coca¨ªna, estar¨¢ todo el rato sentado en un bid¨¦ y llevar¨¢ casco de obrero, pero a quien algo quiere algo le cuesta.
moliner.empar@gmail.com
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