Juan Tamariz lleva sus nuevos trucos de 'Magia potagia' al Club Capitol
El mago Juan Tamariz se prodiga poco en los escenarios. Prefiere dedicar sus esfuerzos a investigar, a escribir e impartir conferencias para compartir sus conocimientos con otros colegas. Un a?o y medio despu¨¦s de su ¨²ltima visita a Barcelona, Tamariz regresa a la ciudad con ocho ¨²nicas funciones, de jueves a domingo, hasta el pr¨®ximo 12 de noviembre. La cita del ilusionista con sus seguidores es en la Sala 1 del Club Capitol, donde ofrecer¨¢ los nuevos trucos que ha incorporado a su espect¨¢culo Magia potagia. Telepat¨ªa, adivinaci¨®n e invocaci¨®n de esp¨ªritus son algunas de las habilidades incluidas en su extenso repertorio, sin olvidar sus trucos con las cartas, por las que siente una especial debilidad.
"Los naipes son mi amor apasionado. El artista debe estar apasionadamente enamorado de su arte", sentencia el mago, que tras m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de dedicaci¨®n se declara cada d¨ªa m¨¢s seducido por la magia. En sus manos, los juegos con cartas revelan unas posibilidades infinitas, capaces de provocar admiraci¨®n al m¨¢s esc¨¦ptico. "Cuanto m¨¢s culto es el p¨²blico, m¨¢s se ilusiona", afirma Tamariz, sabedor de que el espectador menos formado pierde la capacidad de disfrutar en pos de su af¨¢n por descubrir el enga?o. Durante la presentaci¨®n a la prensa de sus funciones en Barcelona, demostr¨® que sus capacidades adivinatorias van m¨¢s all¨¢ de la sala de actuaci¨®n. Pidi¨® a la colaboraci¨®n de dos periodistas para que llamaran a alg¨²n familiar o amigo; ¨¦ste deb¨ªa pensar una carta, sin nombrarla hasta que Tamariz adivinase de cu¨¢l se trataba. Acert¨® en ambos casos.
Entre las novedades que incorpora Magia potagia figuran algunos n¨²meros relacionados "con la vida cotidiana", como los describe el mago. En uno de ellos pide a dos voluntarios que jueguen una partida de futbol¨ªn. ?l pone por escrito qui¨¦n ganar¨¢ y en qu¨¦ momento del juego se marcar¨¢n los goles. "Hasta ahora siempre ha funcionado", declara el mago sin darse ninguna importancia. Dice que sus trucos pueden fallar, pero este hombre que puede pasarse ocho horas diarias practicando con los naipes siempre sale airoso de todas las situaciones. "Lo m¨¢s dif¨ªcil es lograr que no se vea la t¨¦cnica", asegura. En cada funci¨®n, Tamariz sale al escenario acompa?ado de la funda de su viol¨ªn m¨¢gico (y por lo tanto invisible) llena de los elementos necesarios para actuar durante cinco o seis horas seguidas. Su estado de ¨¢nimo y la actitud del p¨²blico le ayudar¨¢n a decidir qu¨¦ men¨² sirve en cada caso. "En mis actuaciones hay algo de jazz¨ªstico, tengo un esqueleto y a partir de ¨¦l voy haciendo modificaciones continuas", explica. "Mi deseo es siempre compartir con el p¨²blico la combinaci¨®n de sensaci¨®n m¨¢gica con la alegr¨ªa que suelo tener", dice con relaci¨®n al humor que caracteriza su manera de practicar la magia. Y a?ade: "Me gusta que el acto de traspasar entre todos el espejo de Alicia sea diferente cada noche".
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