"Soy un hombre con una misi¨®n"
Luces! ?C¨¢maras! ?Al Gore! El ex vicepresidente de Estados Unidos disfruta de su d¨ªa de gloria como estrella de cine. Maquillado, sentado en el confortable sof¨¢ de una suite de un hotel de Nueva York, se entrega al fot¨®grafo, y se presta, se dir¨ªa que encantado, a las preguntas de la prensa. Pero aunque concede entrevistas, s¨®lo quiere hablar de su pel¨ªcula y nada m¨¢s que de su pel¨ªcula, An inconvenient truth (Una verdad inc¨®moda). Se le congela la sonrisa, y su rostro se torna impenetrable cuando se le formula la inevitable pregunta: ?volver¨¢ a presentarse a las elecciones para la Casa Blanca? La posibilidad de ser presidente de EE UU se la rob¨® George W. Bush en los confusos comicios del a?o 2000. Su respuesta es seca, pero ambigua: "No tengo planes para presentarme en 2008", dice el hombre que ejerci¨® durante dos mandatos como vicepresidente de Bill Clinton (1992-2000). Lo que no quiere decir que no los tenga en un futuro; al fin y al cabo, hasta noviembre de 2008 quedan dos largos a?os.
"Hay que actuar, ser conscientes del problema y ponerse en marcha. Hay que marcarse objetivos"
Se dice de usted que ser¨ªa la soluci¨®n para los dem¨®cratas... "No tengo planes para 2008"
"Si no se detiene el calentamiento de la Tierra, las nieves del Kilimanjaro podr¨ªan desaparecer en 2020"
"EE UU consume una cuarta parte de la producci¨®n mundial de petr¨®leo, pero no fiscaliza la gasolina"
Al Gore es hoy un hombre con una misi¨®n: cambiar el mundo. Como las poderosas puertas del poder se le cerraron para esa empresa, ahora toca las de otra industria no menos influyente: el cine. Preocupado desde hace tres d¨¦cadas por los peligros a los que est¨¢ sometido el planeta Tierra, Gore tom¨® la decisi¨®n de dedicarse a lo que hab¨ªa sido su antigua vocaci¨®n desde que, a finales de la d¨¦cada de los sesenta, un profesor visionario, Roger Revelle, le descubriera el entonces incipiente problema del cambio clim¨¢tico.
El giro radical que tom¨® su vida despu¨¦s de que el Tribunal Supremo de Florida decidiera que ser¨ªa George W. Bush el presidente n¨²mero 43 de la historia del pa¨ªs hizo que Gore dedicara su existencia a pronunciar m¨¢s de un millar de conferencias por todo el mundo para despertar la conciencia de la gente sobre el calentamiento global. En el asunto del medio ambiente, como en otros importantes, Al Gore es un creyente. Y la tierra en equilibrio es una plegaria a la responsabilidad moral, hecha por una persona que lleva ambas palabras hasta en los huesos. Y tiene buenos huesos.
Calificado de aburrido, Al Gore -quien se presenta al inicio del filme como "yo fui el pr¨®ximo presidente de EE UU"- ha protagonizado a priori una cinta sobre un tema no menos tedioso: el calentamiento global. Sin embargo, el filme es todo menos aburrido. Cuando la pel¨ªcula concluye, m¨¢s de uno quiere vender su coche e iniciar una vida que no provoque la autodestrucci¨®n del mundo.
Pregunta. ?Es usted un hombre con una misi¨®n?
Respuesta. Sin duda lo soy. La gravedad del problema es tal que para m¨ª se ha convertido en una cuesti¨®n moral. Por eso hago lo que hago. Estamos ante una emergencia planetaria, y debemos hacer las transformaciones necesarias ya o no podremos revertir el proceso de calentamiento. ?sa es mi misi¨®n. Concienciar e incitar al cambio.
P. ?Cu¨¢nto tiempo nos queda antes de la cat¨¢strofe que vaticina Una verdad inc¨®moda?
R. Diez a?os. Despu¨¦s no habr¨¢ vuelta atr¨¢s. En los pr¨®ximos diez a?os, el mundo sufrir¨¢ cat¨¢strofes de dimensiones descomunales que podr¨ªan hacer cambiar el sistema clim¨¢tico de nuestro planeta. Habr¨¢ inundaciones, sequ¨ªas, desastres de dimensiones impresionantes. Si no se detiene el calentamiento de la Tierra, las nieves del Kilimanjaro podr¨ªan desaparecer en 2020.
P. ?Cu¨¢l es el nivel de conciencia del ciudadano ante el problema?
R. Total negaci¨®n, al menos en Estados Unidos. Europa enfrenta el problema algo mejor, pero mi pa¨ªs... consume una cuarta parte de la producci¨®n mundial de petr¨®leo, pero sigue sin fiscalizar el consumo de gasolina; la misma cantidad de gases contaminantes, y, sin embargo, no ha ratificado el Protocolo de Kioto.
P. ?Cu¨¢l es la mayor amenaza a la que se enfrenta el planeta?
R. ?Si s¨®lo hubiera una! Hay muchas, hay una amplia combinaci¨®n de factores. Se me ocurre el exceso de poblaci¨®n si tuviera que citar s¨®lo una...
P. El escenario es aterrador, y usted, con su sonrisa, se dice optimista.
R. ?Y lo soy! No soy nada pesimista. Yo conf¨ªo en el individuo y s¨¦ que es capaz de movilizar a los Gobiernos para que cambien sus pol¨ªticas. Yo he estado muchos a?os en pol¨ªtica y s¨¦ que es posible el cambio. Nos estamos jugando el futuro. Es una cuesti¨®n ¨¦tica y moral. Cada persona que adopte un estilo de vida ecol¨®gico est¨¢ animando al Gobierno a tomar decisiones en nombre del respeto al medio ambiente. Ah¨ª est¨¢ el ejemplo de California, que va en direcci¨®n opuesta a las pol¨ªticas que dicta Washington, que rechaz¨® Kioto. Y el gobernador
Schwarzenegger es del mismo partido que Bush, pero ha visto la necesidad de cambiar el rumbo...
P. En un momento de su pel¨ªcula, usted advierte de que no se debe pasar de "la negaci¨®n a la desesperaci¨®n"...
R. La crisis es muy grave. Pero no se soluciona nada al cambiar de un estado de postraci¨®n y negaci¨®n de la realidad a otro de pesimismo que te paralice. Hay que actuar, ser conscientes del problema y ponerse en marcha. Hay que marcarse objetivos. El primero ser¨ªa estabilizar la cantidad de contaminantes de la atm¨®sfera para luego empezar a reducir la cantidad de CO2 del planeta.
P. Adem¨¢s de todo, el filme cuenta una historia humana, su historia. Sabr¨¢ que ha ganado en popularidad y que se habla a partes iguales tanto de su persona como de la pel¨ªcula. Niega que sus motivos para realizarla sean pol¨ªticos... ?No teme que se preste m¨¢s atenci¨®n al mensajero que al mensaje?
R. El mensaje es lo suficientemente grave e importante como para que no traspase mi figura. Y mis motivos no son en absoluto pol¨ªticos. Son morales.
P. Es imposible ver la pel¨ªcula y no pensar en Bush. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece la pol¨ªtica medioambiental del presidente de EE UU?
R. Carezco de objetividad para con Bush. Todas y cada una de sus pol¨ªticas me dan miedo.
P. Su irrupci¨®n en los medios de comunicaci¨®n con motivo de la presentaci¨®n de la pel¨ªcula ha desatado todos los rumores. ?C¨®mo est¨¢n sus aspiraciones presidenciales?
R. No tengo planes para 2008.
P. Se dice de usted que ser¨ªa la soluci¨®n para los dem¨®cratas... ?Podr¨ªa ser la respuesta para un partido que muestra su incomodidad ante que la senadora Hillary Clinton parezca inevitable como candidata para 2008?
R. No tengo planes para 2008.
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